Unos simples huevos empanados con una bechamel de cebolla y champiñones es un aperitivo de lujo para una mesa de navidad. Si es cierto que son un poco entretenidos para hacer y mas sabiendo que con lo rico que están hay que hacer bastantes.
A mi no me resulta pesado porque los voy haciendo poco a poco a lo largo del día, así si por la mañana pongo los huevos a cocer, cuando están fríos los pelo, corto y dejo sobre una bandeja listos para cuando tenga la bechamel hecha.
Los huevos con la bechamel tienen que llevarse un rato grande en el frigorífico para que la bechamel se adhiera bien al huevo.
El paso de empanar los huevos se hace en otro hueco y ya están listos para freír y servir.
Que te quieres ahorrar el agobio, pues los haces con antelación y los congelas. Solo tienes que freír los huevos en el momento que los necesite y listo.
Te animas, te aseguro que están muy ricos y no defraudan nunca.