En mayo de 2016, la naturaleza preparó el escenario para un espectáculo como ningún otro. Las salinas más grandes del mundo, el Salar de Uyuni en Bolivia, se inundaron con agua, convirtiendo a los pisos en el espejo grande en la Tierra. Una buena noticia para nosotros es que el fotógrafo ruso Daniel Kordan estaba allí para capturar el momento.
Daniel tomó su cámara handy Nikon D810A, monto una lente de 14-24mm f/2.8 y se fue a fotografiar la Vía Láctea reflejada desde los pisos que lucen como espejo. Los resultados son fascinantes tomas de larga de exposición de otros mundos capturados en uno de los lugares de otro mundo en la Tierra.