"Jesús les dijo: Mi esposa...”. Estas fueron las palabras escritas en cóptico que la historiadora Karen L. King descifró en un fragmento de papiro en el año 2012, y que despertaron tanto el escepticismo de la comunidad científica, al considerarlo una probable falsificación, como el recelo de la orden religiosa, al contradecir la doctrina católica en lo referente al celibato del Hijo de Dios.
El polémico documento, sin embargo, acaba de ser considerado auténtico (el soporte, que no el contenido) por la prestigiosa Escuela de Teología de la Universidad de Harvard, por la de Columbia y por el MIT, que datan su escritura entre los siglos IV y IX.
El controvertido manuscrito, conocido como “Evangelio de la mujer de Jesús” y que, según su descubridora, formaría parte de un evangelio apócrifo (no reconocido por la Iglesia Católica como parte de las Sagradas Escrituras), fue analizado por un grupo de ingenieros eléctricos, químicos y biólogos que concluyeron, a través de la prueba del carbono 14 y de análisis de infrarrojos, que la tinta y el papiro eran de la época atribuída inicialmente y no una falsificación moderna.
Si bien los resultados de la investigación demuestran que el papiro fue escrito entre los años 659 y 859,no existe evidencia alguna de la veracidad de su contenido. La propia historiadora ha afirmado desde su publicación que no debe ser considerado como prueba de que Jesús se casó, sino de que las mujeres que eran madres y esposas también podían ser íntimas seguidoras del mesías, dado que el papiro contiene también la frase "Ella podrá ser mi discípula".
A pesar de haber superado las comprobaciones científicas, el hallazgo continúa bajo sospecha para muchos al coincidir con el debate abierto por el papa Francisco acerca del celibato del clero y la posibilidad de que las mujeres puedan ejercer el sacerdocio.