Una pareja feliz
1. Enamoramiento vs. Amor
Disfruta el enamoramiento pero no lo confundas con Amor eterno...
El enamoramiento es una respuesta involuntaria que se origina en un diseño perfecto de la naturaleza y que aprovecha nuestros cinco sentidos como canales de atracción de dos personas, para identificar la compatibilidad genética y de esta manera preservar la especie.
El Amor en acción es un resultado voluntario que transciende la idealización de la pareja y que se genera a partir de la comprensión y del auto-liderazgo. El Amor es expansivo, nutre, construye. El enamoramiento es temporal.
2. Compatibilidad mental
Una pareja feliz se construye, se aprender, y se dispone a mantenerse “pareja” como resultado de una compatibilidad mental o afinidad de pensamientos. La compatibilidad mental aprovechada en positivo, permite atenuar las tensiones con humor, crear, innovar, apoyar, construir y manejar los diferentes puntos de vista de una manera fluida y con disposición a aprender y a ceder.
Sin las diferencias no podríamos verificar el potenical de Amor que hay en nuestro interior.
3. Disposición a conciliar diferencias
El éxito de una pareja feliz se deriva de la disposición a respetar y a conciliar las diferencias vs. querer imponer lo que cada uno trae de su paquete de creencias y de su pasado.
Cada uno es responsable de la administración de sus creencias y de los sentimientos y las emociones que se generan a partir de ellas...entre los dos se apoyan para aprender a liderarlos acertadamente.
4. Yo soy feliz, tu eres feliz y los dos compartimos felicidad
Nadie es responsable por la felicidad de otro. Cuando aprendemos a tomar las riendas de nuestra propia felicidad y del manejo eficiente de nuestro bienestar, nos disponemos a compartir lo mejor de si mismos, somos un apoyo verdadero para el otro y dejamos de poner cargas que nunca podrán ser asumidas por la pareja.
Las parejas felices se han entrenado en dejar de suponer para pasar a preguntar; en reconocer y empoderarse a si mismos en lugar de esperar que el otro asuma ese papel.
Quienes no han aprendido a hacerlo critican, juzgan, manifiestan expresiones corporales agresivas hacia el otro, se defienden, atacan, se cierran al diálogo, utilizan a los hijos, al trabajo, y a agentes externos como distractores que terminan por consumir la energía de la pareja.
5. Aciertos vs. errores
Cuando surgen las diferencias, el ego tiende a nublar el panorama con juicios y criticas hacia lo que no le genera comodidad.
Siempre hay aciertos... y cuando a estos se les da la misma intensidad energética que el ego le da al error, es mas fácil ser objetivo para conciliar o establecer límites sin reactividad.
Siempre hay errores como resultado de no saber la fórmula acertada. Aprender a mirar el error con madurez y objetividad lo convierte en oportunidad de aprendizaje y crecimiento tanto personal como conjunto.
6. Compromiso
Nadie obliga a nadie a estar en una relación o a vivir bajo las condiciones de otro. Todos tenemos plena libertad de decidir.
El compromiso mide de manera permanente el mutuo interés y disposición a crecer, a aprender, a construir, y a dar lo mejor de si para que el ego no interfiera en el bienestar común.
El servicio, la valoración, la admiración, el apoyo, el respeto, la aceptación, el afecto construyen y multiplican AMOR…en las parejas comprometidas cada uno toma responsabilidad de su parte.
Una pareja feliz o quien esté comprometido con aprender a construirla, busca información y apoyo cuando no sabe como pasar a través de los retos...
7. Comunicación sana y amigable
El miedo y las prevenciones tienden a manifestar justamente lo que el ego mas teme.
La comunicación es un arte que se aprende y comienza por una relación clara, honesta y transparente con uno mismo.
La critica, los juicios, las historias que el ego inventa, la agresión, la imposición, los apegos, rompen la confianza, el entusiásmo y el deseo de cualquier relación.
La parejas felices hablan mas, comparten afinidades, son afectuosos, reconocen sus logros, recuerdan y reviven momentos que energízan y revitalizan a la pareja, abren espacio para la intimidad, invierten juntos tiempo y espacio de calidad.
8. Pensar positivo
Estudios han demostrado que cada vez que las parejas son capaces de darle un giro positivo a su relación, tienen un 94% de posibilidad de experimentar un futuro feliz juntos.