Copiado del blog CIENCIA INTERIOR.
¿Sabes?
Imagina ahora, ¿qué color tiene esta emoción, este recuerdo? ¿qué color asocias a esa emoción? El verde, el azul celeste, el amarillo brillante, el blanco… ¿Cuál es para ti el color de esa emoción?
Esta es la música para hacer el ejercicio si lo deseas:
¿Sabes?
En mi dedo meñique de color naranja yo sé que un día magnífico hace muchos años me sentí libre y alegre saltando al agua del río en verano.
Mi dedo meñique me conecta directamente con esta energía…es un tesoro!
¿Quieres construir tu propio anclaje de felicidad? Haz este ejercicio.
Primero lo lees para comprender cómo funciona y de qué se trata, y luego lo realizas, si te apetece escuchando esta música de meditación y relajamiento que comparto contigo y te puede ayudar a hacerlo.
Construye tu anclaje de felicidad
“…lo que en este momento quisiera es que me cuentes un momento dulce de tu vida.
Me pregunto si puedes recordarlo ahora mismo; un momento en que te sentías vivo, alegre, completamente feliz.
Puede ser un momento presente o pasado, un momento pequeño si quieres, no tiene que ser el más importante ni el más feliz. Un momento sencillo, un detalle de alegría y vida en tu camino.
Dime, ¿recuerdas un momento así?…seguro que si.
Remóntate a él un momento y permanece en él brevemente. ¿Lo has localizado ya?…perfecto.
Ahora sigue permaneciendo en él. Cuando puedas cuéntame cómo era esa sensación. Lo importante es expresarlo a tu modo, no que yo lo comprenda, simplemente sentir la dulzura y la vida de ese instante dentro de ti…
Saborea tu recuerdo positivo y la memoria feliz que hay en ti de ello…
Siéntela en tu cuerpo y en tu corazón…
Obsérvate en este estado y momento…”
Seguro ha sido agradable, conecta con la sensación y dime ahora:
¿En qué parte de tu cuerpo notas esta sensación agradable?
Toca con la palma de tu mano ese lugar de tu cuerpo. Siente esta energía en este lugar de ti, como si la concentraras guardada en este espacio, ahora esta parte de tu cuerpo es un almacén de tu sensación agradable.
Ahora está aquí, en ti, la sensación agradable de ese recuerdo.
Imagina ahora, que sabes el color, que esta parte de tu cuerpo donde sientes la emoción se pinta del color que has elegido.
Imagina como la palma de tu mano pinta y embellece tu cuerpo para que en este lugar, en este color, quede guardado tu recuerdo, tu sensación.
Permanece en ello un momento aún. Bien.
Cuando sientas el color y la energía en tu cuerpo empieza a abrir los ojos despacio”.
Refuerza tu proceso:
Mi propuesta es la siguiente ahora para reforzar el anclaje:- Lleva esta sensación contigo durante el resto del día, vívela a tu modo, incluso puedes ir a ese lugar, hacer esa acción, visitar a esa persona, etc.
- Cómprate un ramo de flores, un pequeño objeto de ese color, ponte una pieza de ropa de ese color, etc.
Compártelo: hablar en voz alta, en público, en grupo, aumenta tu nivel de conciencia del ejercicio, del resultado, te ayuda a reforzar el trabajo.
Por ello te animo a compartir en los comentarios tu experiencia.
¿Cuál es tu momento dulce? ¿Qué te ha traído? ¿ Qué rincón coloreado de tu cuerpo te servirá de anclaje?…
¡Nos encantará conocer tu alegría y tus progresos!