Posted: 18 Aug 2016 05:22 AM PDT
Un nuevo análisis del antiguo texto Maya, el «Códice de Dresden», el libro más antiguo escrito en las Américas, conocido por los historiadores – sugiere que un antiguo científico Maya pudo haber hecho un descubrimiento importante en astronomía hace más de mil años.
Según un nuevo estudio, datos astronómicos, escritos en parte del texto llamado «Venus Table» (Tabla de Venus) no sólo se basa en la numerología como se había pensado, sino que era una forma pionera de registro científico que tuvo enorme importancia para la sociedad Maya.
«Esta es la parte que me parece más gratificante, es mirar el trabajo de un individuo Maya, al que podríamos llamar un científico o un astrónomo»,dice el antropólogo Gerardo Aldana de la Universidad de California, Santa Barbara. «Esta persona fue testigo de eventos durante este período de tiempo muy determinado, creando a través de su propia creatividad, esta innovación matemática.»
La lectura de Aldana de la «Venus Table» – epigrafía (estudio de los jeroglíficos), la arqueología y la astronomía – sugieren que una corrección matemática antigua en el texto referente a los movimientos de Venus probablemente se remonta a la ciudad de Chich’en Itzá durante el período clásico Terminal del 800 al 1000 DC.
Esta «sutileza matemática», que los estudiosos conocen desde hace tiempo, pero considerada una rareza numerológica, sirve como una corrección para el ciclo irregular de Venus, que tiene una duración de 583.92 días, al igual que nuestro propio calendario gregoriano que incorpora los años bisiestos.
Según el análisis de Aldana de la Tabla de Venus, un verbo clave en el texto – k’al – tiene un significado diferente al que los investigadores inicialmente interpretaron. Dice que debe leerse en el sentido de «encerrar», que le da un nuevo significado cosmológico en el texto, ayudando a grabar un mensaje científico muy diferente.
El prefacio de la Tabla de Venus del Códice de Dresden, primer panel de la izquierda y las tres primeras páginas de la tabla. Crédito: Universidad de California, Santa Barbara
«Lo que estoy diciendo es, vamos a dar un paso atrás y crear un supuesto diferente», explica Aldana. «Vamos a suponer que tenían registros históricos y estaban manteniendo los registros históricos de eventos astronómicos y que ellos estaban consultando en el futuro – exactamente lo que hicieron los griegos y los egipcios y todos los demás.»
«Eso es lo que hicieron. Mantuvieron esto durante un largo período de tiempo y luego encontraron patrones dentro de ello», añadió. «La historia de la astronomía occidental se basa en esta premisa».
Para probar la hipótesis, Aldana examinó otro sitio arqueológico maya, Copán en Honduras. Los registros de Venus en esta antigua ciudad-estado se relacionan con los registros en la Tabla de Venus, añadiendo peso a la idea de que las observaciones del movimiento del planeta eran una forma de registro histórico y científico.
«Utilizaban ciclos rituales de Venus», dice. «Tenían actividades rituales, como cuando la ciudad entera se reunía y realizaban ciertos eventos basados en la observación de Venus».
Si la nueva interpretación de la Tabla de Venus es correcta, significa que este antiguo documento Maya no fue sólo un ejercicio Numerológico basado en cálculos matemáticos, sino un logro científico más grande, basado en una observación mucho más amplia – y una que merece mayor crédito.
«Por eso lo he llamado ‘descubrir el descubrimiento’», dice Aldana, «porque no se trata sólo de su descubrimiento, son todas los blindajes que tenemos y que hemos construido y puesto en el lugar para evitar ver que esto era un descubrimiento científico real hecho por los mayas en una ciudad maya».
Los descubrimientos han sido publicados en Journal of Astronomy in Culture.