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¿Por qué nos preocupa lo que piensan los demás?


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Por muy independientes que seamos, en lo más recóndito de nosotros siempre hay una parte que está pendiente de la opinión de los demás, siempre hay una parte a la que le importa lo que piensen los otros. Y es que resulta prácticamente imposible deshacerse del influjo social porque, después de todo y lo queramos o no, somos animales sociales.

Ahora un equipo de psicólogos del University College London y la Aarhus University han descubierto algunas pistas a nivel cerebral que nos desvelan por qué nos preocupa lo que piensen los demás sobre nosotros. Y también nos explican por qué a algunas personas esa opinión les preocupa más que a otras.

Cuando respaldan nuestras opiniones nos sentimos bien


Para el estudio, los investigadores reclutaron a 28 voluntarios y les pidieron que realizaran una lista de 20 canciones que les gustaran mucho, pero no podían quedarse con una copia. A continuación, debían evaluar cada canción del 1 al 10, en base a cuánto le gustaban y cuánto les gustaría tenerla. 

Entonces les pidieron que escucharan una de las canciones de su lista y otro tema desconocido. Después de oír ambas canciones, cada persona debía indicar y explicar cuál prefería. Luego de dar sus opiniones, los investigadores les dijeron qué pensaban unos “expertos en música” sobre ambos temas.

Mientras todo esto ocurría, se monitorizaba la actividad cerebral de los participantes. Así se descubrió que cuando sus opiniones coincidían con la de los “expertos”, se activaba el estriado ventral, un área del cerebro vinculada con la recompensa. Además, la activación era mayor mientras más validación recibían.

Los investigadores decidieron ir un paso más allá para confirmar este fenómeno. En otra tarea, a la canción que había elegido la persona le asignaron una puntuación al azar. Así, cuando las canciones ganaban más puntos, se volvía a apreciar esa activación a nivel cerebral, algo que no ocurría cuando el tema recibía pocos puntos.

Después de estas tareas, los participantes tuvieron que volver a valorar las canciones, dándoles un voto del 1 al 10. Los psicólogos descubrieron que la mayoría de los participantes optaron por cambiar sus calificaciones para reflejar o acercarse más a las opiniones de los "expertos". 

Aunque lo más curioso fue que las personas que eran más propensas a dejarse influenciar por las opiniones de los “expertos” eran aquellas que habían mostrado una mayor activación del centro de recompensa del cerebro. ¿Qué significa esto?

El mecanismo de recompensa


El sistema de recompensa del cerebro es uno de los más antiguos y, básicamente, existe para indicarnos aquellas conductas que nos hacen sentir bien, aunque eso no significa necesariamente que sean saludables. Su principal objetivo es que esos comportamientos que producen placer no se extingan, sino que los sigamos reproduciendo y potenciando. 

Para lograrlo, en el cerebro se liberan sustancias, como las monoaminas, que generan un estado de excitación y/o bienestar. El problema es que a medida que repetimos esa conducta que nos hace sentir bien, se refuerza la conexión a nivel cerebral, por lo que puede conllevar a la dependencia y la adicción.

De hecho, el mecanismo que se activa cuando recibimos la aprobación social es casi idéntico al que se encuentra en la base de las adicciones. Por tanto, es como si estuviéramos “cableados” de forma natural para buscar la aceptación.

Obviamente, hay personas en las que esta conexión no es tan fuerte, son aquellas más seguras de sí, que probablemente han recibido una educación en la cual no se vieron “obligados” a buscar constantemente la aprobación de los demás. En esos casos, la conexión es mucho más débil y, por tanto, la sensación de bienestar cuando alguien coincide con sus opiniones también es más débil.

¿Atados indisolublemente a las opiniones ajenas?


Vale aclarar que estos resultados no significan que estamos atados a las opiniones de los demás. Solo indican que a algunas personas, probablemente debido a la educación que recibieron de pequeños, les importa más el criterio de los otros, les da un peso mayor porque desata mecanismos a nivel cerebral que les hacen sentir bien. Sin embargo, lo más interesante de nuestro cerebro es que tiene una gran plasticidad, lo cual significa que podemos cambiar en cualquier momento.