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RECETA - Pollo a la Naranja

Cocinando con las chachas


Posted: 21 Nov 2017 07:40 AM PST
Cuando tenemos invitados en casa y vienen acompañados de niños preparamos platos sencillos que sabemos que los comen bien los más pequeños. El pollo asado es una receta que sabemos que nunca falla y menos aún si lo preparamos para que quede bien jugoso. De eso se encargan los gajos de naranja con piel que añadimos y que ayuda a que al final del asado quede una salsa maravillosa así como le da al pollo un toque delicioso. No dejéis de probar esta receta, ya nos contaréis.
Las naranjas de temporada con las que elaboramos recetas como este delicioso pollo a la naranja llegan a casa gracias a Naranjas Mirador, directamente del árbol a nuestra mesa. Es sencillísimo comprar en su tienda online y el producto nos llega a casa fresquísimo, y sin gasto de envío. Compromiso y calidad, Naranjas Mirador nos ofrece fruta escogida, siempre de temporada. Si pasáis por su web no os iréis sin comprar, seguro que no!

Ingredientes:

Un pollo entero cortado a trozos y con la piel
Dos naranjas
Dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Dos cucharadas de manteca de cerdo
100 ml de coñac
100 no de caldo de pollo casero
Pimienta negra
Sal

Elaboración:

Preparamos el pollo en una fuente unas horas antes de llevarlo al horno: salpimentamos los trozos y los colocamos 
en la fuente embadurnada de aceite. Untamos la piel con la manteca de cerdo derretida con ayuda de un pincel de 
cocina. Cortamos en gajos las naranjas sin pelar y limpias y las colocamos en la fuente entre los trozos de pollo. 
Regamos con el coñac y dejamos reposar en el frigorífico.

Precalentamos el horno con calor arriba y abajo a 180 grados y horneados el pollo durante hora y media
 aproximadamente dándole vueltas para que la piel se dore por igual y añadiendo el caldo a media cocción.
 Los últimos minutos damos un dorado extra con la función grill de nuestro horno. Servimos enseguida

"La belleza del saludo", una hermosa reflexión de cómo ser educado puede salvar tu vida



Posted: 21 Nov 2017 03:26 AM PST

 
Cuenta una historia que un hombre trabajaba en una planta empacadora de carne...



Un día, terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador.


  
  Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchaba. 

  La mayoría de los trabajadores se habían retirado ya a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta. 



  Llevaba cinco horas en el refrigerador al borde de la muerte. 


  De repente se abrió la puerta. 
  El guardia de seguridad entró y lo rescató. 
  Después de esto, le preguntaron al guardia: 

“¿A qué se debe que se le ocurrió abrir esa puerta, siendo que no es parte de su rutina de trabajo?”



  Él explicó: “Llevo trabajando en ésta empresa 35 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide de mí en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible”. 

“Hoy me dijo ¡Hola! a la entrada, pero nunca escuché: ¡Hasta mañana!”. 

  “Yo espero por ese hola, buenos días, y adiós o hasta mañana cada día. Sabiendo que todavía no se había despedido de mi, pensé que debía estar en algún lugar del edificio, por lo que lo busqué y lo encontré."


¿Qué te pareció esta hermosa reflexión sobre lo importante que puede ser la buena educación? ¡No olvides dejar tus comentarios y compartirla y...adiós!

Una hermosa carta a los que nos dejaron sin poder decirles adiós


Posted: 21 Nov 2017 06:34 AM PST

Los que ya no están duermen en lo más hondo de nuestro corazón, pero muchas de esas ausencias siguen siendo abismos de dolor en nuestra memoria: porque nos dejaron sin poder darles un adiós, se fueron sin un “te quiero” o puede que incluso sin un “lo siento”. 



  Esta angustia vital dificulta en muchos casos el adecuado proceso del duelo.

  La muerte, debería ser como una despedida en el andén de un tren. Ahí donde disponer de un breve intervalo de tiempo donde tener esa última conversación, donde ofrecer un largo abrazo y dejar ir con un hasta luego sosegado, teniendo plena confianza de que todo va a ir bien. 

 Sin embargo, nada de esto es posible.

 Los que nos dejaron no están ausentes, los mantenemos en cada latido de nuestro corazón, reposan en nuestra mente y nos dan fuerza cada día mientras los honramos con una sonrisa…



  Anne Morrow Lindberg, célebre escritora y aviadora de principios del siglo XX, explicaba en su biografía que el dolor, al contrario de lo que piensan muchos, no es universal. El sufrimiento es algo tan personal, profundo y descarnado que solo uno mismo puede entenderlo para iniciar, poco a poco, un lento proceso de reconstrucción interior.

  Porque la muerte no sabe de despedidas y eso es algo que debemos asumir tarde o temprano. Te invitamos a reflexionar sobre ello.

Los que nos dejaron sin pedir permiso ni decir adiós


  A menudo suele decirse que el único aspecto “positivo” de las enfermedades terminales es que, de algún modo, permiten a la persona ir asumiendo e incluso preparando su proceso de despedida o lo que ahora se conoce como “el buen morir”. 

 No obstante, por muy preparada que esté la familia ante ese instante o ese “desprendimiento”, en ocasiones, lejos de sentirse aliviadas lo viven también como algo traumático.



  Ahora bien, los que nos dejaron sin pedir permiso ni decir adiós son sin duda las ausencias que más dificultad nos provocan a la hora de iniciar nuestro proceso del duelo a lo largo de esas 5 etapas del modelo de Kübler-Ross.

  Lo habitual, es quedar encallado en los sentimientos de incredulidad y negación, hasta derivar, en el peor de los casos, en un estado de desorganización vital marcado por la ira crónica o la depresión.

  La muerte inesperada de un ser querido supone algo más que un impacto emocional intenso. La pérdida deja muchos cabos sueltos, asuntos pendientes, palabras no dichas, arrepentimientos no disculpados y la desesperada necesidad de haber podido dar un adiós. 

 Las respuestas a todo ello estará entonces en nuestro interior, y es ahí donde tendremos que refugiarnos durante un tiempo determinado para encontrar la calma, el alivio y la aceptación.

Cómo afrontar la pérdida de un ser querido cuando no hemos podido despedirnos


  Decía Jim Morrison que las personas solemos tener más miedo al dolor que a la muerte, cuando en realidad, es la propia muerte quien finalmente alivia el dolor. No obstante, el famoso cantautor de “The Doors” se olvidaba de algo esencial, puesto que tras el fallecimiento se inicia otro tipo de sufrimiento: el de los familiares, los amigos, las parejas…


 La muerte nunca es del todo real, nunca es del todo auténtica… Porque la única forma perder por siempre a una persona es mediante el olvido, mediante el vacío del “no-recuerdo”.

  Algo que debemos tener muy claro desde el inicio, es cada persona va a vivir el duelo de un modo particular. No hay tiempos ni una estrategia que nos sirva a todos por igual. 

 Además, ese dolor que tanto paraliza al inicio, que quita el aire y que nos arrebata incluso el alma en los primeros días, semanas o meses, se acaba suavizando. Porque aunque lo creamos casi imposible… Se sobrevive.


¡Aprender a decir adiós a quien no tuvo su oportunidad

    Los que nos dejaron con tantos vacíos, preguntas no respondidas, palabras no dichas y sin ese adiós necesitado, no van a volver.

  Es algo que debemos asumir, afrontar y aceptar. Ahora bien algo que debe ofrecernos alivio es recordar que esa persona nos quería y que el amor era recíproco.

 - Evita centrar tus pensamientos en el día de la pérdida, retrocede en tu máquina del tiempo mental hacia esos instantes de cariño compartido, a esos instantes de felicidad e ilusión. Es ahí, donde se hallan las respuestas a tus preguntas: esa persona sabía que era querida.






Escribe una carta con todo lo que desearías haberle dicho o si lo prefieres, háblale mentalmente o en voz alta facilitando así el desahogo. Después, visualiza un instante de armonía compartido con esa persona, un momento de paz y felicidad donde lo veas o la veas sonreír. Siéntete querido, siéntete reconfortado/a.


 - Si lo prefieres, puedes repetir este ejercicio tantos días como lo necesites. No obstante, también es adecuado compartir tiempo con otros familiares y amigos, los cuales, sin lugar a dudas, también te darán las respuestas que necesitas. 

 Te convencerán de que a pesar de no haber tenido esa despedida, la otra persona sabía muy bien cuánto la querías. La herida de la pérdida, de esa ausencia tan dolorosa e inesperada, irá cauterizándose con el tiempo. 


 A pesar de que son vacíos que nunca llegan a olvidarse, lo creamos o no, nuestro cerebro está “programado” para superar la adversidad debido a ese instinto casi innato por seguir avanzando. 

 Por sobrevivir.

 Para ello, basta con cuidarnos y atendernos como quien recompone una delicada pieza de porcelana fragmentada.

  La uniremos de nuevo con buenos recuerdos que honren al ser querido y con esa materia de la que están hechos los amores que no se olvidan, el cariño más sincero e imborrable y ese legado emocional que nos servirá como barniz para ser mucho más fuertes y valientes el día de mañana.


Fuente: La mente es maravillosa

7 mantras para enfrentar las críticas destructivas sin venirse abajo

Rincón de la Psicología


Posted: 21 Nov 2017 02:53 AM PST

Helen Mirren, una de las pocas actrices que han ganado los cuatro premios principales dentro del cine por una sola película, dijo hace poco: “A mis 70 años, si pudiera darle un consejo a una versión más joven de mi misma, sería: usa más a menudo las palabras ‘vete al diablo’”.

Esta actriz se refería al hecho de que demasiado a menudo le damos una importancia excesiva a las cosas. Nos preocupamos innecesariamente, nos sentimos extraordinariamente mal por las críticas y todo ello nos hace gastar una energía psicológica preciosa.

De hecho, un estudio muy interesante realizado en la Universidad de Groningen reveló que cuando somos víctimas de una crítica, se produce una actividad inusual en las zonas relacionadas con la evaluación social y la expresión y regulación de las emociones negativas, lo cual sugiere que estamos intentando comprender las creencias, percepciones y sentimientos de quien nos critica para comportarnos de manera más flexible y adaptativa. Por desgracia, a veces se nos va la mano, y en el intento de amoldarnos a los demás, nos perdemos a nosotros mismos.

Por eso, uno de los aprendizajes más útiles en la vida consiste en gestionar adecuadamente las críticas, sobre todo los comentarios malintencionados y las opiniones destructivas. Las críticas malsanas suelen tener un impacto psicológico muy negativo, haciendo que perdamos la confianza en nosotros mismos y comencemos a guiarnos demasiado por lo que piensan los demás, en vez de preguntarnos qué queremos y necesitamos.

Tener en mente estos mantras nos puede ayudar a poner las críticas en perspectiva y evitar que nos causen un daño innecesario. 

Mantra #1: “La crítica dice más de quien critica que del criticado”

A menudo las críticas son la expresión de una intolerancia hacia lo que no se comprende o no se quiere aceptar. Las críticas destructivas, que no se realizan con el objetivo de ayudar, en realidad dicen mucho más de la forma de pensar y ser de la persona que critica que del criticado. Por eso, cuando tengas que enfrentarte a críticas ácidas que no te aportan nada, piensa que en realidad esas palabras suelen ser el escudo que usan las personas inseguras y rígidas para protegerse cuando te ven como una amenaza. 

Mantra #2: “Cada quien ve únicamente lo que desea ver”

Todos somos víctimas del sesgo de confirmación, un fenómeno que hace que nos fijemos solamente en los detalles que confirman nuestras ideas o expectativas. Por eso, es muy probable que esa crítica que estás recibiendo sea una visión sesgada de alguien que está intentando reafirmar sus estereotipos, de manera que si tus comportamientos, actitudes y/o palabras no encajan con su visión del mundo, las juzgará.

Mantra #3: “Cada persona tiene perspectivas diferentes”

Un refrán de los nativo americanos decía: “No juzgues a una persona hasta que no has caminado dos lunas con sus zapatos”. Cada quien tiene una historia a sus espaldas y una manera propia de ver el mundo, lo cual significa que muchas personas juzgan desde su posición, sin ponerse en el lugar del otro e intentar comprender sus motivos o historia. Por supuesto, eso no significa que su crítica no tenga valor, a menudo ver el problema desde otro punto de vista nos permite encontrar mejores soluciones, pero cuando se trata de críticas destructivas, debemos tener en mente que cada quien tiene su propia forma de pensar y reaccionar, que no siempre debe coincidir con la nuestra. 

Mantra #4: “Solo puede dañarme aquello a lo que le doy poder”

Las personas no pueden herirnos emocionalmente sin nuestro consentimiento. Eso significa que debemos ser capaces de crear una capa protectora que nos permita defendernos de las críticas destructivas, aprendiendo a no darles más valor del que merecen. La capacidad para separar el oro de la paja y dar a las cosas su justo significado emocional es clave para mantener el equilibrio psicológico a lo largo de la vida. Si te dirigen palabras malintencionadas que pueden dañarte, simplemente no les des demasiada importancia porque si lo haces, les estarás confiriendo el poder para hacer mella en ti.

Mantra #5: “No soy únicamente mis acciones”

Uno de los principales motivos por el que las críticas nos incomodan tanto es porque las asumimos como un ataque a nuestro ego. De hecho, muchas críticas están dirigidas a la persona, no a su comportamiento, por lo que son particularmente dolorosas e injustas. En esos casos, podemos recordar que no somos nuestras acciones, o al menos no nos limitamos a ellas. Nuestras acciones reflejan una parte de nosotros, pero podemos cometer un error y seguir siendo buenas personas, si empre que seamos capaces de enmendarlo o pedir disculpas. Un error no nos define como personas. Por tanto, no hay necesidad de ponerse a la defensiva.

Mantra #6: “Nadie es perfecto”

Nadie es perfecto, ni siquiera la persona que te está criticando, aunque quizá pretenda serlo o asuma una actitud de superioridad. De hecho, en muchos casos esa posición de prepotencia moral es lo que nos hace sentir vergüenza o genera culpabilidad. Es probable que nos hayamos equivocado, pero a todos les ocurre. No pasa nada. No dejes que la persona que te critica te haga sentir inferior o incapaz. Todos somos diferentes y tenemos distintas habilidades y áreas de competencia, no deberíamos sentirnos mal por ello.

En este sentido, un alarmante estudio llevado a cabo en la Universidad de Ontario Occidental reveló un vínculo entre la tendencia al perfeccionismo y a ceder a la presión social y el suicidio. Al entrevistar a familiares y amigos de personas que se habían suicidado, estos psicólogos descubrieron que el 56% sufrían una presión social por ser perfectos. Esto confirma que a veces seguir el consejo de Helen Mirren es una mera cuestión de supervivencia.

Mantra #7: “Los errores son oportunidades de aprendizaje”

Los errores no te convierten en mala persona ni en un “fracasado”, todo lo contrario, te permiten crecer y aprender. A medida que aprendes de los errores del pasado, cometerás menos equivocaciones en el futuro y te convertirás en una persona más sabia. No permitas que una persona que asume una actitud prepotente te haga sentir mal por los errores que has cometido. Lo más importante es cómo te levantas después de la caída.

De hecho, un experimento realizado en la Universidad Estatal de Michigan descubrió que el cerebro de las personas que piensan que la inteligencia es maleable y se puede desarrollar, reacciona de manera diferente ante los errores. Estas personas cometen menos errores la próxima vez porque en su cerebro se produce una mayor activación, que les permite prestar más atención y no equivocarse. 


Fuentes:
Smith, M. M. et. Al. (2017) The perniciousness of perfectionism: A meta-analytic review of the perfectionism–suicide relationship. Journal of Personality; 1-21.
Servaas, M.N. et. Al. (2013) The Effect of Criticism on Functional Brain Connectivity and Associations with Neuroticism. PLoS ONE; 8(7): e69606.
Moser, J, S. et. Al. (2011) Mind your errors: Evidence for a neural mechanism linking growth mind-set to adaptative posterror adjustments. Psychological Science; 22(12): 1484-1489

SEGUIREMOS - Hospital Sant Joan de Déu y Macaco

Por cada reproducción del video se recaudan  5cm. para la lucha contra el CANCER. Gracias a tod@s por vuestra colaboración.




MADi, la casa prefabricada de madera modular a prueba de terremotos



Con este sistema de construcción la casa se puede montar en pocas horas, para tener una verdadera casa funcional de clase A. Esta casa prefabricada de madera se pliega como un origami.
Ecológica, antisísmica y modular. Estos tres adjetivos pueden ser suficientes para describir la casa prefabricada de madera de MADi, pero probablemente se perdería uno de los aspectos más interesantes de su diseño. Sí, porque MADi tiene un sistema constructivo particular -protegido por patente- que la hace literalmente plegable sobre sí misma, casi como una de esas tiendas de campaña en forma de carpa. Con la diferencia no pequeña de que, en este caso, nos encontramos ante una casa de madera multifuncional, con alta clase energética y certificación antisísmica.
Detrás del proyecto está la mano del arquitecto italiano Renato Vidal y el productor abruzzo Area Legno. Cuando pensó en su casa prefabricada, Vidal lo hizo para que la casa se instalara lo antes posible, con la posibilidad, si fuera necesario, de volver a cerrar el módulo y trasladarlo a otro lugar.
No necesitan cimientos y, una vez que ya no la necesitas, puedes plegarla y trasladarla a otro lugar o simplemente almacenarla en un depósito lista para un nuevo uso; el anclaje está asegurado por un sistema innovador, invisible y ecológico de cimentación tipo tornillo.
La estructura en forma de A está formada por perfiles y tubos de acero (pretratados para resistir a la corrosión) y bisagras especiales que garantizan el movimiento de apertura y cierre. Los cierres horizontales del tejado se componen de paneles Xlam, es decir, paneles de madera maciza con capas laminadas transversalmente, impermeabilizadas y aisladas térmicamente, mientras que las paredes frontales están formadas por una estructura de armazón aislada con lana de roca de alta densidad y cubierta externamente con madera.
Cada módulo se extiende a lo largo de dos niveles y se suministra completa con electricidad, fontanería, aire acondicionado (frío/calor), sanitarios y cocina.

Unas horas para montarla y un par de días antes de ser habitable: el módulo hace que la obra sea casi inexistente y reduce los costes de explotación. No sólo eso. En la versión estándar se fabrican en la clase energética B, pero si el cliente lo solicita, se pueden llevar fácilmente a una clase A o superior. Los paneles solares puede hacer que el MADI sea energéticamente autónoma. Los únicos verdaderamente extraíbles, recuperables y 100% reutilizables que se instalan sin estropear el entorno, sino que simplemente entran en simbiosis con él.
¿El precio? 800 euros por metro cuadrado (que también incluye transporte y montaje si se encuentra a menos de 200 km de la sede de la empresa). Actualmente la casa prefabricada en madera plegable se puede realizar en tres modelos diferentes, desde 27 m2, 56 m2 y 84 m2, pero explica la empresa, se pueden añadir módulos adicionales para ampliar el volumen.
Más información: madihome.com

RECETA - Fideos con almejas


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Info.

Ingredientes para Fideos con almejas

  • ½ kilo de almejas (gallegas preferiblemente)
  • ¼ kilo de mejillones de la Ria
  • 360 gr de fideo nº 1
  • 1 cebolla mediana
  • 1 lata pequeña de pimientos morrones
  • 1 tomate grande maduro
  • 1 diente de ajo
  • Vino blanco
  • Perejil (al gusto)
  • 2 hojas de Laurel
  • 5 hebrás de Azafrán
  • Aceite de oliva (5 cucharadas)
  • Agua (1 vaso y medio)
  • Sal y pimienta (al gusto)
Cómo hacer una cazuela marinera con fideos y almejas. Os presento una receta de pasta con un estilo muy marinero pues la acompañamos con almejas.
Esta receta es las primeras publicadas en el blog y que hemos preparado en casa un montón de veces, siempre es un triunfo asegurado. Es perfecto para una ocasión especial o una idea como plato de cuchara para el menú semanal.
La cazuela de fideos con almejas, es unas de las recetas de pasta que más se suelen servir en los restaurantes de la costa de Galicia. Aunque yo he visto este plato casi idéntico en Andalucía. Me imagino, pues lo desconozco, que será una receta popular en toda España. La base de esta receta tan sencilla reside en la calidad de los ingredientes, un buen sofrito y un caldo casero de calidad que le de todo su sabor a mar.
Aunque lleve fideos no se parece a la fideuá, aunque si comparta muchos de sus ingredientes. La preparación es distinta, varía tanto como un arroz seco a un arroz caldoso. Los fideos en este caso no deben quedar secos y se toma bien caliente como todo plato de pasta, mejor recién hecho. Aunque si nos sobra un poco, al día siguiente se puede recalentar a fuego bajo y lo tomaremos casi seco, pero muy bueno de sabor.
Esta receta es sencilla, asequible y muy resultona, perfecta para todo el año. Y lo mejor de todo es que se puede versionar con lo que tengáis en casa, admite otros ingredientes, algún pescado que se tenga a mano, a veces simplemente con unas alcachofas o unas gambas. Imaginación al poder.

Almejas y mejillones. Preparación de la base de los fideos

  1. Dejamos las almejas por lo menos una hora antes en agua para que suelten la tierra que puedan traer.
  2. Limpiamos las almejas y los mejillones, desechando los que vengan ya abiertos, ya que pueden estar malos.
  3. Pelamos el diente de ajo y lo picamos lo mejor posible. Reservamos. Picamos la cebolla y los pimientos morrones muy finos para que se deshagan en la cocción. Es importante que no se note su textura pero sí el sabor que le da a los fideos.
  4. Le quitamos la piel al tomate y troceamos en 4 partes, reservamos.
  5. En una tartera de barro con aceite de oliva virgen añadimos la cebolla, el ajo, los pimientos morrones y el tomate, todo picadito al gusto. Cuando se vaya pochando este sofrito, le añadimos un poco de vino blanco (medio vaso). Dejamos que se cocine todo a fuego lento durante unos 10 minutos hasta que reduzca el vino.
  6. En una cazuela aparte echamos un poco de agua, un vaso y medio, ponemos unas hojas de laurel y añadimos las almejas y los mejillones a fuego medio para que se abran. Desechamos los que se queden cerrados. Una vez abiertos los moluscos, los reservamos. El agua resultante de la cocción la colamos y apartamos en una taza.
Preparación final de la cazuela de fideos y almejas. Presentación final
  1. En la tartera del sofrito mareamos los fideos un ratito, los juntamos bien con una cuchara de madera. Luego añadimos el agua de las almejas y mejillones y un poco más de agua para hervir los fideos (son 350 g de fideo con lo cual llegaría con 2 vasos de agua incluyendo el agua de los moluscos).
  2. Salpimentamos al gusto.
  3. Pasados 10 minutos, cuando los fideos estén en su punto (podemos ir probando, lo mejor es que queden al dente), añadimos las almejas en su concha, los mejillones sin concha, perejil, un par de hebras de azafrán y salamos al gusto.
  4. Dejamos que se haga a fuego bajo durante unos minutos y se sirve caliente, con caldo suficiente para comer con cuchara.
Y recordad que estos fideos como la mayoría de platos de cuchara están mucho mejor al día siguiente.
No dejéis de disfrutar de todas las recetas de pescado y marisco que tenemos en el blog. Podéis ver todas las fotos del paso a paso de la receta de estos fideos con almejas en este álbum. No perdáis detalle y os saldrán perfectos.

Consejos para una cazuela de fideos de rechupete


  • Hemos calculado unos 90 gramos de fideos por persona, con lo que tendremos suficiente para disfrutar de un buen plato y luego repetir. Lo ideal es usar fideos gruesos del nº 1, de los normales, pero también sirven los que tiene el centro hueco, típicos de la fideuá.
  • Es un plato que se incrementa de precio por las almejas, pues el resto de ingredientes son muy económicos. Pero siempre va a depender de la variedad de almejas que vayáis a emplear, aquí según el bolsillo y gusto de cada uno. Si no tenéis mucho dinero, la almeja japónica es la más barata y le dará ese sabor a mar que buscamos.
  • Dejad con algo de caldo de más en la cazuela para comer con cuchara y bien calentito en la mesa. En casa nos gusta preparar este plato “caldoso”, para comer con cuchara y luego poder sopetear con el pan en la salsa. Aunque se puede adaptar a los gustos de cada casa.
  • No lleva mucho tiempo, en menos de una hora tendréis la receta lista. Pero si tenéis prisa podéis sustituir el caldo de pescado por uno comercial que sea de calidad. Aunque aquí os dejo como lo podéis hacer caldo de pescado casero. Es también es muy sencillo y se puede congelar para tenerlo siempre listo.