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Zalipie: Un Lindo Lugar Con Casas Pintadas a Mano


El pequeño pueblo de Zalipie se encuentra en un área remota al sur de Polonia. Las personas que están dispuestas a hacer ese viajecito se encontrarán con una sorpresa muy gratificante en todas las paredes del pueblo. Los habitantes de Zalipie tienen una hermosa costumbre que comenzó hace más de 100 años, cuando las mujeres del pueblo comenzaron a pintar y decorar las paredes de toda la casa.

pueblo casa pintadas a mano
Zalipie
Aunque no se conoce la fecha exacta en la que esta tradición comenzó, sabemos que el propósito de la pintura era ocultar las manchas causadas por el humo de la chimenea. 
 
Zalipie
 
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A pesar de que con la instrucción de hornos y estufas modernas ya no había necesidad de seguir tapando las manchas, los habitantes decidieron mantener viva esta costumbre y continuaron decorando las casas del pueblo con hermosos dibujos pintados a mano.
 
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Luego, lo que comenzó como el trabajo de algunos, en poco tiempo se convirtió en el pasatiempo de todos. Hoy en día, las flores están presentes en puentes, casas, edificios, árboles, casas de perros, etc.
 
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Cuando la tradición recién comenzaba, las mujeres utilizaban las colas de las vacas para hacer pinceles, con los que año tras año retocaban las pinturas.
 
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Durante la Segunda Guerra Mundial, más del 17 % de la población fue cruelmente asesinada. Luego de 1948, el pueblo comenzó a celebrar competencias de pintura, en parte para recuperarse de la horrible tragedia que había vivido en ese tiempo.
 
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Simon's Cat - Garden Collection


RECETA - 4 cocas impresionantes, duces y saladas

JULIA Y SUS RECETAS


Posted: 24 Jun 2016 01:36 AM PDT

La coca , es una de las comidas más tradicionales de la zona del Mediterráneo español. Es una forma de preparar platos con mucha tradición, como pueden ser pasteles, panes o tortas, dulces y saladas.
Como todos los platos tradicionales, pueden compartir nombre y no parecerse en nada...pues variaran de forma, tamaño e ingredientes.
Hay cocas, abiertas o planas que llevan los ingredientes encima, otras tapadas, que los llevan dentro, agujereadas, que tienen un agujero en el centro...en fin...hay tantas cocas como zonas o cocineros las hagan...
Pero es una comida tanto para ricos, como para pobres y se ha convertido en un elemento básico en la cocina catalana...
Hoy os dejo cuatro cocas, dos dulces y dos saladas, elegidas de mis compañeros bloggers que espero os gusten tanto como a mi.
Hoy día de San Juan , es una ocasión muy apropiada para tomarnos una rica coca... ¡Felicidades a todos los Juanes y Juanas!

Para ver las recetas pinchad en el nombre de cada una de ellas.

Coca de trampó

Recibe este nombre debido a que los ingredientes que lleva encima se les denomina Trampó, una ensalada de pimiento, tomate y cebolla muy típica de la zona...podéis verla en mi  blog Julia y sus recetas

Coca de San Juan

La coca más popular, se degusta el día de San Juan, cuando se celebra el solsticio de verano...es una coca que podéis ver en el blog  No sin mi taper.
Coca de sardinas
Una coca salada que podéis ver en el blog Cocina con reina, y que os va a encantar, por lo fácil y rica que está.
Coca de almendra

Desde el blog Recetas Macumani os traigo una coca dulce típica de su pueblo Alcoy, y que se suele comer acompañando la horchata...se ve deliciosa..

Lo que robamos a los niños al ‘encarcelarlos’ en casa Jennifer Delgado


Los hijos se han convertido en trofeos para sus padres y, como todo trofeo que se precie, deben estar a buen recaudo, preferentemente entre las cuatro paredes de casa, donde supuestamente estarán seguros. De hecho, la tendencia a encerrar a los niños en el hogar para protegerles de los peligros que les acechan allá “afuera” es cada vez más preocupante.

Los niños pasan menos tiempo al aire libre que los presos


Un estudio realizado recientemente ha desvelado que la mayoría de los niños pasa menos tiempo al aire libre que los reos en las cárceles. Esta investigación analizó los hábitos de 12.000 familias con hijos de entre 5 y 12 años y descubrió que a lo largo de diez países, los niños solo pasaban una media de 30 minutos al día jugando al aire libre.

Este estudio también desveló que en Estados Unidos casi la mitad de los niños y niñas en edad preescolar no salen a jugar fuera de casa todos los días. En el Reino Unido la realidad no es muy diferente: el 64% de los niños sale a jugar fuera de casa menos de una vez a la semana y el 20% nunca se ha subido a un árbol. 

Curiosamente, los investigadores no encontraron ninguna relación entre el tiempo que los niños pasaban fuera de casa jugando y los ingresos económicos del hogar o la percepción de la familia sobre la seguridad del barrio. Esto significa que se trata de una tendencia generalizada que va mucho más allá del nivel socioeconómico. El problema de base es mucho más sencillo: la mayoría de los padres no quieren que sus hijos se suban a los árboles, persigan ranas, se ensucien con el barro o jueguen solos con otros niños. 

Para poner estos datos en perspectiva, basta pensar que los internos de las prisiones de máxima seguridad de Estados Unidos salen al patio al menos dos horas al día. Es un derecho. Al igual que debería serlo para los niños. Pero los padres y las escuelas se lo están arrebatando, y pretenden que los pequeños ocupen ese tiempo con las pantallas.

De hecho, si les preguntamos a las personas de más de 40 años cuáles son sus mejores recuerdos de la infancia, la mayoría se referirán al juego y la diversión al aire libre. Sin embargo, muchos de los niños de hoy no tendrán esos recuerdos, o al menos no podrán darle forma a tantas memorias de ese tipo. En la actualidad solo el 21% de los niños sale a jugar todos los días al aire libre, aunque al 71% de sus padres sí se les permitía. 

¿Por qué es tan importante que los niños jueguen al aire libre con sus coetáneos?


Existe un sinfín de buenas razones para que los niños pasen tiempo jugando al aire libre, preferentemente con sus coetáneos.

1. Aprenden a tomar decisiones, resolver problemas, autocontrolarse y seguir las reglas. El juego al aire libre, sin la supervisión de los adultos, es un excelente maestro para que los niños vayan aprendiendo a resolver los problemas que se presentan. De hecho, si quieren ser aceptados por el resto del grupo, también se verán obligados a controlar algunos de sus comportamientos y a seguir las reglas pactadas.

A medida que los niños negocian con sus coetáneos van aprendiendo a controlarse, tomar decisiones y resolver sus propios problemas. Se trata de habilidades fundamentales que les enseñan que ellos tienen el control de sus vidas, una sensación de empoderamiento que les protege de la ansiedad y la depresión, trastornos muy difundidos que suelen ser el resultado de la sensación de falta de control sobre la vida.

2. Aprenden a manejar sus emociones, incluyendo la ira y el miedo. En el juego al aire libre, sin la supervisión de los padres, a menudo los niños se meten en situaciones complicadas, tanto desde el punto de vista físico como social. Si quieren salir airosos, deben aprender a controlar sus emociones. Por ejemplo, es probable que la primera vez que un niño tenga que subirse a un árbol sienta miedo, pero muy pronto lo dominará, sobre todo si está delante de sus amigos. 

De esta forma ese niño aprenderá a regular sus emociones y a tomar el mando. Aprenderá que hay situaciones que dan miedo pero que ese temor se puede vencer sin necesidad de sentirse ansioso o abrumado porque en realidad no hay ningún peligro. Este “entrenamiento emocional” natural le permitirá ir creando un arsenal de herramientas psicológicas que le serán muy útiles en su vida futura.

3. Aprenden a ser más creativos. Cuando los niños juegan fuera de casa se sienten más libres, por eso suelen apostar por juegos no estructurados que estimulan su fantasía, creatividad e inteligencia. Imaginar castillos en el aire, criaturas mágicas o convertir la rama de un árbol en una espada estimula las conexiones neurales y potencia el desarrollo del cerebro, sobre todo del hemisferio derecho. 

Por otra parte, los juegos al aire libre les permiten explorar el mundo que les rodea y hacer nuevos descubrimientos sorprendentes. Las cosas que encuentran a su paso estimulan constantemente su fantasía ya que no son juguetes diseñados para un fin preciso, sino que pueden tener mil usos diferentes en función de cuánto dejen volar su imaginación. Por eso, los niños que pasan más tiempo en la naturaleza suelen fijarse más en los detalles y aprenden muy pronto a apreciar los pequeños placeres de la vida. 

4. Aprenden a ser independientes y responsables. Cuando los niños están lejos de sus padres y estos no pueden fungir como mediadores ni resolver los problemas en su lugar, deben aprender a encontrar soluciones por sí solos. Esto significa que deberán valorar diferentes alternativas, probar distintas soluciones y quizá equivocarse, hasta que encuentren la respuesta que necesitan.

De esta manera los niños aprenden a ser autónomos e independientes, van tomando las riendas de su vida y desarrollan una mayor responsabilidad pues poco a poco van comprendiendo que sus decisiones tienen consecuencias, y que estas dependen casi exclusivamente de ellos. Así se formará un adulto consciente y seguro de sí.

5. Aprenden a apasionarse y a desarrollar intereses propios. En la escuela los niños no suelen elegir las actividades en las que se involucran, deben seguir a la letra el plan de estudios. Además, en muchas ocasiones se esfuerzan solo por alcanzar una buena calificación, un trofeo o una alabanza, pero no porque les interese realmente la actividad.

Al contrario, el juego libre es una oportunidad única para que los niños exploren sus intereses, sin ningún tipo de presión social. En este caso, los niños pueden abandonar la actividad cuando se aburran, porque el objetivo final no es alcanzar un resultado sino disfrutar de lo que hace. De esta forma los niños aprenden a apasionarse por lo que hacen, buscan sus pasiones y comprenden que más allá de los resultados, lo importante es disfrutar del proceso. Así escapan de las garras del "conclusionismo".

6. Aprenden a hacer amigos y a llevarse bien con los demás. El juego social es una forma natural de hacer amigos y aprender a relacionarse con los demás de una manera justa. De hecho, como el juego es una actividad voluntaria y los niños pueden abandonarlos en cualquier momento si se sienten incómodos, muy pronto los pequeños comprenden que para divertirse necesitan a sus compañeros de juego y tratan de limar las asperezas que puedan surgir para seguir jugando.

Por eso el juego, sin la supervisión de los adultos, les permite a los niños entrenar sus habilidades sociales, desarrollar la sensibilidad y la empatía. Los pequeños aprenden muy pronto a detectar las emociones de los demás y a responder en consecuencia, modulando sus actitudes y comportamientos. De esta forma se estimula su inteligencia social, que es fundamental para tener éxito en la vida e incluso para evitar el acoso escolar.

7. Aprenden a ser felices. El juego no es solo una actividad desarrolladora sino que es una fuente de felicidad, satisfacción y bienestar. La mayoría de los niños se sienten felices jugando al aire libre con sus amigos. Cuando corren, juegan y están en contacto directo con la naturaleza sus sentidos se estimulan, lo cual genera sensaciones muy placenteras.

Por otra parte, este tipo de juegos les ayuda a liberar energía y, a la larga, genera una agradable sensación de tranquilidad. De hecho, un estudio llevado a cabo en la Universidad de Cornell desveló que los niños que vivían en grandes ciudades y no solían estar en contacto con la naturaleza tenían niveles más elevados de estrés y ansiedad, en comparación con los pequeños que vivían en entornos rurales y salían a jugar a menudo, quienes también eran más resilientes ante la adversidad.

Por tanto, no les robemos a los pequeños estas increíbles experiencias, que son también una valiosa oportunidad para crecer. No olvidemos que los niños deben jugar, salir a la calle y ensuciarse, esa libertad les convertirá en adultos más seguros y felices.

Fuentes:
Berland, E. et. Al. (2016) Why dirt is good? RSPB.
Wells, N. M. & Evans, E. W. (2003) Nearby Nature: A Buffer of Life Stress Among Rural Children. Environment and Behavior; 35(3): 311-330.
Rincón de la Psicología ~ 12:04

RECETA - SANGRIA CASERA


Sangría ~ La mejor que vas a probar


Sangría casera {by Paula, Con las Zarpas en la Masa}
Hoy voy a proponeros que prepareis sangría casera. Pero el post lo voy a escribir de oidas, bueno de oidas y de vista, porque personalmente ví como no quedó ni una gota de esta sangría.
Hace muchos años que mi amiga Angie me habló de las bondades de su sangría, aclamada allí donde va. Y a mi cuando alguien me dice que un plato suyo es muy bueno y que triunfa, yo me quedo con la copla y guardo la información para rescatarla en el momento más idóneo.
Sangría casera {by Paula, Con las Zarpas en la Masa}
Y os decía antes que hablo de oidas y vista porque como algún lector veterano ya sabe, yo no bebo alcohol, así que no caté el licor del que hoy vengo a contaros sus bondandes. Pero lo cierto es que me pareció perfecto para preparar en una barbacoa con reunión familiar incluida, en la que iba a haber el público adecuado para saber valorarla,  y no me equivoqué!
La verdad es que es muy fácil de preparar y además podemos hacerlo con antelación, sólo necesitamos tener hueco en la nevera y preparar luego unos buenos tormos de hielo con el que dar todavía más frío a la bebida.
Vamos a por la receta!
Sangría casera {by Paula, Con las Zarpas en la Masa}
SANGRÍA
Ingredientes:
– 1 botella de vino (en mi caso Monte Ducay)
– 2 litros de naranjada
– 3 melocotones pequeños
– 1 naranja
– 1 limón
– 6-8 cucharadas de azúcar
– hielo
Preparación:
Lavamos bien lavados el limón y la naranja.
En una jarra grande vertemos el vino y añadimos los melocotones pelados y troceados.
Con un pelapatatas sacamos la cáscara de la naranja y el limón y lo añadimos. Pelamos la naranja y añadimos los gajos. El limón lo troceamos con piel y lo añadimos.
Agregamos el azúcar, mezclamos bien y a continuación la naranjada.
Refrigeramos. 15 minutos antes de consumir añadimos bien de hielo para que esté muy, muy fría.
A disfrutar!!!

ESCOCIA DESDE EL AIRE


Monologo de leo Harlem en el Club de la Comedia


Quiero despertar al gigante dormido


mujer abriendo las cortinas
En muchos momentos de nuestra vida sentimos que no somos del todo felices. Ese gigante que un tiempo atrás residía en nosotros ahora se encuentra dormido. Hoy es el momento de despertarlo, de despertar al gigante dormido.
La vida no es fácil y eso es algo que debemos tener siempre muy en cuenta, porque siempre le brindamos mucha importancia a las cosas negativas que nos suceden. Debemos incluirlas como algo normal en nuestra vida, tan normal como las experiencias positivas vividas.
Todo lo negativo nos ayuda en nuestro aprendizaje. Nos ayuda a ser mejores personas, a superarnos cada día, a aprender cosas nuevas. Sin lo negativo nunca encontraríamos la puerta hacia lo positivo.

Aprendiendo a ser un poco más felices

La felicidad es algo que todo el mundo busca, aunque en ocasiones ya la tienespero no eres consciente de ello. Valorar lo que tienes a tu alrededor será un paso muy importante para empezar a ser feliz.
mujer con pompas de jabón
¿Pero qué hacemos con todos esos momentos que nos angustian? ¿Qué podemos hacer cuando nos hacen sentir que somos muy pequeños? Es fácil decirlo, tan solo debemos despertar a nuestro gigante dormido.
Para hacerlo, debemos seguir unas pautas que nos ayudarán a ser un poco más felices y a despertar ese yo interior que teníamos dormido y carente de autoestima. Hoy es el día de despertarlo, ¡vamos!

Habla todo lo que necesites, ¡exprésate!

En ocasiones, guardamos cosas para nosotros mismos, para no involucrar a otros con la falsa creencia de que podemos molestarlos o preocuparlos sin querer.Hablar de algo que te preocupe te aliviará, expresarte incluso puede hacer que aclares tus ideas.
¿Por qué mantienes a tu gigante dormido? ¡Despierta ya! No estás preocupando a nadie, deja de fingir que todo está bien. Si tienes necesidad de contar lo que te ocurre ¡hazlo! Habrá mucha gente encantada de escucharte sin juzgar.

Administra bien tus recuerdos

Como bien mencionamos, en nuestra vida le damos mucha importancia a todas aquellas experiencias negativas que hemos vivido. Realmente, cuando giras la vista hacia tu pasado ¿qué recuerdas? ¿Qué recuerdos albergas más en tu mente?
pareja dándose un abrazo
Piensa en todos esos recuerdos, analízalos y aprende de ellos. Te darás cuenta de lo mucho que has cambiado y en vez de ahogarte en ellos, aprovéchalos para darte el impulso necesario para seguir adelante sean cuales sean las dificultades.

Es el momento de redescubrirte

Es en los peores momentos donde aprendemos a conocernos mejor, donde nos damos cuenta de quiénes somos realmente. Adopta la mejor postura ante este hecho y fíjate en cómo eres. ¿Qué te gusta? ¿Qué no te gusta? ¿Qué estás haciendo mal?
Si has pensado en algún momento en cambiar o te has preguntado cómo eres, es en estos momentos donde debes analizarte. Eso sí, analízate con ojos de verdad y no cierres los ojos ante lo que no te gusta. Porque si no te gusta, ¡cambia!

No puedes controlarlo todo

Esto es algo que debes tener en cuenta, no puedes controlarlo todo, es más, apenas puedes controlar cosas. Por eso, debes empezar a aceptar las cosas. ¿Duelen? Claro que sí, pero fíjate en lo que puedes aprender de todo aquello que te ha ido mal, de todo aquello que te ha dolido.
Las experiencias negativas suceden, pero hay algo muy bueno en ellas: el poder de aprender y seguir adelante. El único bloqueo existe tan solo en tu mente. Acepta que las cosas suceden, acepta tus derrotas, acepta tus fracasos. El gigante dormido que hay en ti despertará y se levantará con más fuerza aún si cabe.
manos protegiendo al sol
Creemos que debemos siempre mostrarnos fuertes, valientes, cuando no somos capaces de ver que los más grandes también han sido en su momento los más débiles. Reconocer los errores, reconocer que hay un gigante en ti, pero que no lo ves, será imprescindible para empezar a despertar.
Despierta a todo lo que eres capaz de lograr, despierta a las oportunidades, despierta a quién eres de verdad. Tú eres gigante, aunque en ocasiones puedas sentirte muy pequeño. Es algo normal, algo humano. Lo importante es saber levantarte, aun cuando has tropezado mil veces; confiar en ti, aunque la autoestimano esté de tu parte.
¿Estás preparado para despertar a tu gigante dormido? O… ¿ya lo has despertado?

Educa a tus hijos con sueños, no con miedos


En la medida de nuestras posibilidades, debemos arropar a nuestros hijos en todas las acciones que emprendan y crear un apego saludable para que el día de mañana sean adultos fuertes y sanos

Educar a nuestros hijos en sueños no significa evitar que tengan los pies en el suelo para ver la vida con objetividad y responsabilidad.
Educar en sueños es infundir ilusiones, es dar estrategias para que se sientan libres y capaces de crear sus propios horizontes.
Toda crianza donde esté presente el miedo supone, en primer lugar, crear improntas donde la inseguridad, la incertidumbre y el temor van a poner grilletes en el corazón y en los pies de ese niño.
El miedo daña, el miedo hiere y nunca será pedagógico.
Si bien es cierto que ninguno de nosotros somos hábiles estrategas en materia de pedagogía o psicología infantil, lo que sí sabemos es que cada niño tiene una necesidad, y que no hay mejor respuesta que aquella que se ofrece desde el corazón, siendo cercano, siendo un guía excepcional que desea invertir en felicidad, nunca en miedo.
Hoy en nuestro espacio te proponemos ahondar en este interesante tema: el valor de educar en “sueños”.

Cuida a tus hijos, son un material muy frágil: están hechos de sueños

El cerebro de un niño es una entidad deseosa de aprender, experimentar, percibir, sentir y soñar. Su neuroplasticidad es sencillamente increíble, y lo seguirá siendo de forma poderosa hasta los 4 o los 5 años.
Todo lo que suceda durante esta primera infancia tendrá, sin duda, una huella perdurable en sus cerebros. Por ello, es vital que a lo largo de este tiempo cuidemos el vínculo, que fomentemos un apego saludable y excepcional donde el niño se sienta amado y seguro.
Es posible que el enunciado te haya llamado la atención: ¿Están los niños hechos de un “material frágil”? En cierto modo sí, por las siguientes razones.
  • El impacto de las primeras experiencias en la vida de un niño pueden determinar su posterior desarrollo.
  • Una criatura que no es atendida cuando llora, por ejemplo, crecerá con un estrés importante.
  • Un bebé que no es acariciado, abrazado y que no siente la piel de su madre, el afecto de su padre o de cualquier otro progenitor que cumpla ese papel, no establecerá tantas conexiones neuronales como ese otro bebé que goza de una atención constante y enriquecedora.
Los niños son más frágiles de lo que pensamos, porque interpretan el mundo de acuerdo a los estímulos que reciben. Por ello, hemos de ser extremadamente cuidadosos y sabios.
madre-bebé hijos

El refuerzo positivo, la ilusión y los sueños

Educar a nuestros hijos requiere tiempo, paciencia y muchas ilusiones por nuestra parte. Ahora bien, algo que suele ocurrir muy a menudo es que nos surgen dudas.
¿Seré una buena madre? ¿Seré un buen padre para mi hijo?
No te obsesiones con esas preguntas. A veces, el progenitor que se guía por su propio instinto es siempre el más acertado.
Porque su intención se guía por el amor, y cuando hay cariño existe una conexión íntima con el niño que nadie más puede comprender.
  • temores. Lo primero que va a necesitar un niño que ya se abre al mundo, que empieza a caminar, a hablar y a interactuar con su entorno es la seguridad de unas manos que lo atiendan y de una voz que lo guíe dándole ánimos para que explore, descubra, juegue y se divierta.
  • La vida de un niño debe estar unida al juego. Es un modo de transformar su realidad y de ir entendiéndola. Propicia estos instantes y compártelos con él.
  • Haz que sueñe a través de los juguetes, de los libros, de correr en la calle, de ensuciarse las manos con el barro, la tierra y las flores.
  • Cuantas más experiencias y más conversaciones, más sueños. Si ponemos vetos, si llenamos su vida de silencios y de “ahora no que molestas”, “ahora no que no tengo tiempo”, “ahora no, que siempre me vienes con tonterías”
Finalmente ese niño crecerá con miedo y con la sensación de no ser importante.
No debemos hacerlo. El mejor regalo que puedes hacerle a tu hijo se llama “tiempo”.
Madre con su bebé

Intuye y afronta los miedos que pueda tener tu hijo

Hay que tenerlo en cuenta. El mundo de los niños es muy complejo, y aunque cuidemos cada aspecto y cada detalle, como padres nos es imposible llegar a todos los ámbitos de su vida.
  • Cuando empiezan a ir al colegio pueden sufrir acoso, pueden desarrollar ciertos miedos, ciertas ansiedades… Es importante estar atentos.
  • No dudes en establecer un instante de complicidad con tus hijos cada día para hablar sobre cómo ha ido el día.
  • Ante de dormir, por ejemplo, podemos establecer una charla distendida, sin sondear ni hacer de jueces, pero sí sabiendo intuir y dándoles comodidad para que hablen.
No importa que tengan 4 o 14 años. Siempre necesitarán tu ayuda. Hay que estar ahí para ellos.