MAPA DE VISITAS

Estas asombrosas olas congeladas avanzan lentamente en la costa de EEUU

safe_image

Por Bárbara Samaniego
La isla, ubicada a unos 50 km al sur de Cape Cod, en Massachusetts, es uno de los lugares favoritos de Jonathan Nimerfroh, un fotógrafo y surfista amante del océano.
Según Nimerfroh, la temperatura más alta de ese día había sido de -7º, que si bien no es tan extrema para los parámetros de esa zona, fue lo suficientemente helada como para formar hielo cerca de la orilla (aunque sin llegar a formar piezas sólidas de hielo). El resultado es precioso a la vista, y el fotógrafo no perdió el tiempo. Puedes revisar estas fotos y más en su Instagram o en su página web.
frozen-ice-slush-waves-nantucket-jonathan-nimerfroh-2

frozen-ice-slush-waves-nantucket-jonathan-nimerfroh-5


Echa un vistazo a las primeras olas con la consistencia de un granizado
frozen-ice-slush-waves-nantucket-jonathan-nimerfroh-3

Esta última es mi favorita; los colores son simplemente impactantes!
:

¿Por qué nos cuesta tanto decir “te quiero” si es gratis?



Los mensajes en Twitter, los whatsapps, los comentarios de Facebook, las fotos de Instagram… todo, absolutamente todo, está lleno de corazones y de unas inicialesTQ vergonzosas. Sin embargo, cuando lo que ilumina nuestra cara ya no es el móvil y son los ojos de otra persona… ahí ya no. Cuidado. Estación de realidad en curva.
Hemos aprendido - de a saber dónde - que los “te quiero” solo se dicen cuando te estás muriendo de amor o cuando estás amando locamenti como si fueras una de Las Grecas. ¿Por qué no podemos decir “te quiero” con más facilidad y menos dramatismo? ¿Por qué tenemos que estar perdidamente enamorados para poder decirnos “te quiero”? ¿Por qué tenemos la sensación de tener que guardárnoslo hasta que la “cosa vaya a más”? Y lo más importante:

¿Por qué no podemos decir “te quiero” cuando queremos?



Podemos aguantarnos un “te quiero” en la punta de la lengua miles de años. Está comprobado. Bueno, no. Pero ya os lo podéis imaginar. ¿Cuántos te quieros os hubiese apetecido decir en un momento concreto pero los dejasteis en el banquillo esperando otra oportunidad? ¿Cuántos seguirán esperando? ¿Cuántos se habrán cansado de esperar? ¿Cuántos se habrán muerto del asco?
Maxresdefault

Normalmente esta autocensura absurda no es tanto por nosotros mismos sino por la persona que tenemos enfrente. ¿Por qué nos callamos hasta asegurarnos de que la otra persona aceptará el “te quiero” sin asustarse, llevarse las manos a la cabeza o salir corriendo? El mundo se asusta (nos asustamos) cuando oímos “te quiero” y nos planteamos cosas. Movidas. Que si realmente la persona que lo dice nos quiere, si nos ama, si nos visualiza desnudos, si lo llevará pensando mucho tiempo, si quizás no lo ha pensado bien antes de decirlo, si esa amiga que nos lo dice será lesbiana y quiere tema o si ese chico se sacaría el corazón para dártelo y cómo puede ser posible si sólo nos conocemos siete meses, si… qué sé yo. Somos idiotas. Bastante.
Te quiero. No es más que eso. Te quiero ahora, te quiero por lo que acabamos de hacer, de vivir. Te quiero por sacarme de casa un deprimente domingo lluvioso, por traerme café sin preguntar, por hacerme viajar sin levantarme de la silla. Te quiero por eso o por nada. Qué más da. Te quiero ahora pero luego no sé. Te quiero por cosas que poco tienen que ver con Julia Roberts o las cajas de bombones de licor de San Valentín. ¿Es posible?
Embarazados

Me gustaría decirle “te quiero” a tantas personas y por tantas cosas… y no estoy enamorada. Solo las quiero. Que poco no es.

Este contexto de postureo, imposiciones, de tópicos, de esquemas, de protocolos no me deja decir “te quiero” a quien yo quiero y cuando yo quiero sin que haya una letra pequeña que nos diga que detrás hay algo más. Quiero más te quieros que se queden en el aire, que caduquen, que sean presente y no futuro. Pero sobre todo, quiero practicar con el ejemplo. No pensar tanto. ¿Qué más da si no es el momento o la persona? ¿Qué más da si mañana me arrepiento?
20 Anos No Importan

Vivimos tensos por el qué dirán y no por el qué diremos y así nos va.

Los te quiero no son una amenaza ni tampoco un trauma. No quiero que me correspondas ni siquiera me hace falta que respondas. Te quiero pero no me estoy muriendo de amor, tranquilo. Te quiero pero no necesito conocer a tus padres, relájate. Te quiero pero no echaría un polvo contigo ni harta de rebujito, lo siento.
Os quiero. Así. A lo loco.

RECUERDA


TU PODER PERSONAL

Este no es un cuento cualquiera.

Escúchalo con tu corazón, con tu interior abierto.
Escúchalo más allá de tu mente.
Deja que el cuento (que están diseñados para ello) hable con tu Ser.
Ponte cómoda, o cómodo. Relájate.
Escúchalo y, mientras lo haces… atiende lo que sucede en ti… y escúchate a ti mismo/a.
Respira hondo,… y disfrútalo.
¿Te has dado cuenta?
Algo en ti conoce el deseo de salir, de vivir más intensamente, de atreverte a ser tú, a sentir tu propia fuerza, tu valentía, tu decisión, tu criterio….
Mira el vídeo, “Sal al bosque”, por ti, no renuncies a ti ni a tu vid

RECETA - Pizza vegetariana de tomate

Esta receta todavía no tiene nota. ¡Sé la primera! ¡Pon la tuya!
Pizza vegetariana de tomate
Plato principal
Vegetariano
Origen de la receta:  Alemana
Tipo de cocción:  horno
 
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
 
Ingredientes (Para 2 personas) :


Preparación: 

Prepara las láminas para la masa de manera que queden planas sin olvidarte de usar harina para que no se pegue a la base en la que vayas a cocinar.

Con la batidora, prepara una pasta de aceitunas negras con aceite de oliva y cubre la masa uniformemente.

Después, coloca los tomates en rodajas por encima de la masa y rocía de nuevo con el aceite de oliva y el ajo en polvo.

Cuando el horno esté precalentado a 180ºC, mete la pizza durante 25 minutos y ¡listo!

QUÉ ES SER FELIZ?


Posted: 24 Apr 2016 02:56 PM PDT



REINVENTANDO LA FELICIDAD


La felicidad no es ausencia de luchas, dificultades y dolor, tampoco es perfección, dichas y gozos interminables, ni mucho menos la fortuna de poseer poder mundano y grandes fortunas materiales.
La felicidad es aprender a mantener la serenidad, la esperanza e ilusión, en medio de las vicisitudes y arideces de la vida, felicidad es saber disfrutar y agradecer las cosas sencillas de la vida; la felicidad es una elección, una decisión, y depende definitivamente de la actitud mental que se tenga frente a la vida y sus vicisitudes. ¡SOLO TÚ DECIDES!