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Marina Isla de Valdecañas

La llamada Marbella extremeña pende de un hilo, a la espera de que el CSIC haga público el informe que insta a su demolición o no. Mientras, hay partes en estado de semiabandono

Foto: Vista aérea de la isla de Valdecañas, en el pantano del mismo nombre.
Vista aérea de la isla de Valdecañas, en el pantano del mismo nombre.
El último paraíso de los vips patrios podría tener sus días contados. Después de años de batalla iniciada en 2005 entre los ecologistas y la Junta de Extremadura -que en este caso hace causa común con la promotora-, Marina Isla de Valdecañas podría convertirse en pasto de las excavadoras si se cumplen las peores previsiones. La exclusiva isla privada (con una extensión de 133 hectáreas y rodeada por el pantano de Valdecañas) que en su día comercializaron Beltrán Gómez-Acebo Jaime López-Ibor está pendiente del dictamen del CSIC, que se publicará en junio.
El informe ambiental elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas tiene que valorar las consecuencias de la construcción del macrocomplejo en un paraje protegido. El dictamen se espera con impaciencia, después de la sentencia del Tribunal Supremo que declaró ilegal Marina Isla de Valdecañas, la llamada Marbella extremeña, situada entre los términos municipales de El Gordo y Berrocalejo, en Cáceres, en el corazón del pantano del que toma el nombre.

Aznar, Gómez-Acebo, Carlos Baute...

Sus moradores son en su mayoría familias conocidas, con apellidos como Aznar, Gómez-Acebo (arriba, una imagen del Instagram de Andrea Pascual, la esposa de Beltrán Gómez-Acebo, en la isla), López-Ibor, Vega-Penichet​, aunque también los hay de la farándula, como el cantante Carlos Baute. Hay otros propietarios con apellidos menos conocidos pero puestos privilegiados en consejos de administración, bufetes, empresas y entidades como el Banco Santander, Banca Rothschild, Telefónica, Bank of América o CreditSuisse.
A priori y dada la cercanía con la capital, era el mejor lugar para desconectar el fin de semana y un privilegiado lugar de descanso en vacaciones. Casi despoblado entre semana, salvo por los huéspedes que se alojan en el hotel de la cadena Vincci, el complejo cobra vida durante los fines de semana. El campo de golf que acoge el recinto al que se accede desde el hotel es ahora el principal reclamo. El resto del complejo está deteriorado y presenta una situación de semiabandono. La playa artificial, rellena en otros tiempos con agua de mar, está seca y los accesos a la zona y los monstruosos esqueletos de hormigón que adornan uno de sus márgenes ofrecen al visitante un aspecto desolador.
Chalets abandonados de la Isla de Valdecañas.
Chalets abandonados de la Isla de Valdecañas.
Todo pende de un hilo y quienes forman parte del complejo lo saben. Incluso el floreciente negocio del hotel 4 estrellas y su intención de ampliar el complejo con la construcción de un spa está parado.Quienes viven el día a día de la urbanización no lo ocultan: “Todo el jaleo de denuncias y el riesgo de demolición se ha notado mucho últimamente. El ambiente ha decaído bastante y la gente está a la espera de ver qué ocurre finalmente”, comenta una persona del hotel.

50.000 euros

Situada en una isla en medio del pantano de Valdecañas, su mejor valor fue estar a tan solo 164 kilómetros de Madrid. “Dos hoteles, 300 villas, apartamentos, un campo de golf, un complejo deportivo con espacio para 76 atraques, zona de piscinas y playa artificial” eran algunos de los reclamos para atraer a los compradores allá por 2005, cuando comenzó a construirse.
El precio no era baladí. Los inversores tuvieron que desembolsar 550.000 euros de media para hacerse con un pedacito de paraíso a poco más de una hora de coche desde Madrid. Entre los compradores no faltaron apellidos ilustres, atraídos también por los ilustres vendedores. Beltrán Gómez-Acebo, hijo de doña Pilar de Borbón y sobrino del Rey emérito don Juan Carlos, y Jaime López-Ibor Alcocer, nieto del prestigioso psiquiatra Juan José López-Ibor y sobrino del empresario Alberto Alcocer​, se encargaron de comercializar entre las familias de postín el complejo a través de la sociedad Vertical Real State.
Todo ello, ajenos a la denuncia puesta en marcha por Ecologistas en Acción por construir el megacomplejo en la Isla de Valdecañas, considerada como espacio protegido. La base legal que sustanciaba la denuncia era clara. El suelo sobre el que José María Gea (constructor en los 90 del complejo onubense de Islantilla), a través de su empresa Marina Isla Valdecañas SL, edificó estaba integrado en la Red Natura 2000, lo que legalmente impedía su urbanización.
Beltrán Gómez-Acebo, en el funeral de don Juan de Borbón. (Gtres)
Beltrán Gómez-Acebo, en el funeral de don Juan de Borbón. (Gtres)
Fue la Junta de Extremadura, con Juan Carlos Rodríguez Ibarra en el Gobierno, quien aprobó la elitista urbanización quitándole el título de Zona de Especial Protección. El Tribunal Superior de Justicia extremeño resolvió, tras seis años del inicio de la construcción, dando la razón a los ecologistas. El 24 de marzo de 2011, días después de darse a conocer la sentencia y en un intento por dar carta de naturaleza al complejo, la Junta de Extremadura modificó el artículo 11 de la Ley del Suelo de Extremadura para permitir urbanizar en espacios protegidos, incluso de forma retroactiva. Con ello, la Junta de Extremadura ponía un parche paralizando momentáneamente el proceso mientras recurría la decisión del derribo al Supremo. Sin embargo, cuatro años después, el Tribunal Supremo ratificó la primera sentencia y obligó a su demolición.

Concurso de acreedores

El asunto no era menor, en juego estaban los 34 millones de euros que supondrían para la Junta derruir el complejo y devolverlo a su estado inicial. Por ello y a petición de esta, se instó al tribunal extremeño a pedir una evaluación pericial independiente antes de la ejecución del derribo. El TSJ de Extremadura aceptó la petición y encargó a la Estación Biológica de Doñana un informe ambiental que será clave para determinar cuál será el futuro del refugio de lujo. Se trata de averiguar qué es mejor ahora para el ecosistema de la zona: dejar el complejo tal cual, o derribarlo haciendo cumplir la ley y convertirlo en una enorme escombrera que pudiera perjudicar más aún el actual hábitat protegido.
Mientras se espera la decisión judicial, las empresas Marina Isla de Valdecañas SL y la Atalaya de Valdecañas han entrado en concurso de acreedores. Y en las páginas especializadas en venta de inmuebles se acumulan uno tras otro los inmuebles en régimen de venta y alquiler en la Isla de Valdecañas. Los precios desde luego no son lo que era hace años.
Vista actual de Valdecañas.
Vista actual de Valdecañas.
Se pueden encontrar chalets de 300 metros cuadrados con cocina equipada, jardín y piscina privada y garaje por 400.000 €. El anuncio obvia, eso sí, que la venta obliga al vendedor a incluir una cláusula en el contrato que en su momento consiguió uno de los compradores que se sintió estafado. Esta liga la validez de la compraventa a lo que ocurra finalmente con la batalla judicial en curso. Hoy por hoy la Marbella extremeña es una incógnita. En junio y tras el informe de CSIC se sabrá si la Isla de Valdecañas sigue siendo un paraíso habitable o no.

RECETA - San jacobos de berenjenas con queso


Plato
2 porciones
35 min
25 min
Fácil
529 Kcal
  • San jacobos de berenjenas con queso, Foto 2
  • San jacobos de berenjenas con queso
  • San jacobos de berenjenas con queso, Foto 2
  • San jacobos de berenjenas con queso
















Hoy he cenado algo que hacia mucho tiempo no comia. Me ha recordado a mi infancia, cuando veraneaba con mis tias en Benicassim. Cuando veniamos de la playa, siempre nos preparaban a mi hermana y a mi, estos san jacobos tan especiales.
Por ellas, hoy les rindo este pequeño homenaje.


Ingredientes

- 1 berenjena
- 2 lonchas de jamón york
- 2 lonchas de queso para fundir
- 1 huevo
- 3 cdas de Crujiente Pan Cracker Santa Rita ( o pan rallado)
- harina
- aceite de oliva

Preparación


PASO 1

Lavamos la berenjena y la cortamos en lonchas de un dedo de grosor aproximádamente.

PASO 2

Las ponemos en un recipiente con agua y sal ( que cubran ) para quitarles el amargor. Las dejamos 5 minutos y las escurrimos en papel de cocina.

PASO 3

Montamos nuestro san jacobo de la siguiente manera. De cada 2 lonchas de berenjena, le ponemos dentro 1 loncha de jamón york y otra de queso.

PASO 4

Cerramos y las pasamos en este orden por harina, huevo y por último por el Crujiente Pan Cracker Santa Rita.

PASO 5

Sal no le hemos echado porque ya llevaba el agua de remojo de las berenjenas.

PASO 6

En una sartén con 2 deditos de aceite de oliva, freiremos los san jacobos de berenjena, lo haremos a fuego medio, para que no se quede cruda.

PASO 7

Las escurrimos en papel de cocina para quitarles el aceite sobrante.Y listar para comer.

PASO 8

Os aseguro que el primer bocado que os llevéis a la boca, esta de muerte! mmmm.....que rico!































Información Nutricional


 (por 1 

porción):

529Kcal26%

Calorías

52.6g18%

Carbohidratos

23.1g35%

Grasa total

7.8g39%

Grasa sat.

24.8g50%

Proteínas

4.5g18%

Fibras

4g4%

Azúcar

* Porcentaje de valores diarios están basados ​​en una dieta de 2000 calorías* 1 porción = 240g
ProPoints: 14 (1 porción)
SmartPoints: 16 (1 porción)




Vídeo relacionado

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DEJA ATRÁS EL QUE DIRAN


La negatividad es contagiosa: Rodéate de personas que saquen lo mejor de ti


La negatividad es contagiosa: Rodéate de personas que saquen lo mejor de ti
Tanto las actitudes como los estados de ánimo resultan ser contagiosos, y más aún cuando permanecemos expuestos a ellos durante mucho tiempo. Gran parte de la responsabilidad depende de las neuronas espejo o cubelli, fundamentales para la empatía y para poder ponernos en el lugar de los demás. Esta habilidad es positiva, pero también tiene un impacto negativo, porque podemos propagar fácilmente la negatividad de quienes nos rodean.

La negatividad genera más negatividad

Aunque no siempre estamos dispuestos a admitirlo, un estudio realizado por la Universidad de Indiana ha revelado que las opiniones de los demás nos afectan e influyen en nuestro comportamiento. Estos psicólogos han encontrado que las opiniones negativas tienen un mayor impacto y generan un cambio de actitud en comparación con las opiniones positivas.
En el experimento, los participantes examinaron varios productos. Luego compartieron sus opiniones con los demás, tanto positivas como negativas. Los investigadores encontraron que las opiniones negativas influenciaron las actitudes de los participantes hacia los productos, haciéndolos sentir aún peor. Y lo peor es que aquellos que anteriormente tenían una actitud positiva eran los más susceptibles a la influencia de las opiniones negativas de los demás.
Además, cuando la gente tenía la oportunidad de interactuar cara a cara con aquellos que tenían estas opiniones negativas, era más probable que fortalecieran su actitud negativa y se apreciaba una polarización aún mayor. Este experimento lanza un mensaje claro: la negatividad genera más negatividad.

La tristeza se propaga como un virus

Los psicólogos de la Universidad de Harvard han analizado el vínculo entre los estados emocionales y los modelos relacionales. No tuvieron en cuenta las emociones espontáneas o compartidas que a menudo experimentamos cuando compartimos las mismas experiencias con otras personas, sino que se centró en el impacto de los cambios emocionales que afectan los estados afectivos de las personas más cercanas a nosotros.
Han descubierto así que existe un “patrón de propagación”, como para los virus, y que las fuentes de contagio son mayores en el caso de la tristeza que la felicidad. En otras palabras, cada amigo feliz aumenta nuestras posibilidades de ser felices en un 11%, pero solo necesitamos un amigo triste para duplicar nuestras posibilidades de ser infelices.
Estos psicólogos concluyen que las emociones negativas son como la gripe: cuantos más amigos tengas que padezcan gripe, mayores serán las probabilidades de infectarse, lo mismo se aplica a la tristeza y la desesperación.

También la hostilidad y el mal humor son contagiosos


Rápidamente percibimos el mal humor y la hostilidad, y tan pronto como lo hacemos, algo cambia en nuestro cerebro, cambia nuestra forma de percibir el mundo. Interpretamos las interacciones más groseramente, y esto nos hará asumir la misma actitud que terminará difundiéndose.
Esto fue demostrado por psicólogos de la Universidad de Florida que pidieron a un grupo de personas que asistieran a una reunión con un compañero asignado al azar. Descubrieron que aquellos que habían estado expuestos a actitudes groseras eran más propensos a ser groseros con su próxima pareja. Y lo interesante es que esta actitud podría durar toda una semana.
En un segundo momento, pidieron a los participantes que identificaran las palabras en una serie de letras confusas. Vieron de esta manera que aquellos que habían sido expuestos a una actitud grosera eran más propensos a encontrar palabras relacionadas con emociones negativas. Esto muestra que las interacciones que mantenemos actúan como un filtro, por lo que si estamos expuestos a interacciones negativas, tenderemos a analizar todo desde un punto de vista más negativo y eso es exactamente lo que veremos.

Rodéate de personas que sacan lo mejor de ti

Incluso si no lo queremos, los estados de ánimo de las personas que nos rodean pueden terminar teniendo un gran impacto en nuestras emociones y actitudes. Es por eso que es importante tener mucho cuidado al elegir a quién dejamos ingresar en nuestro círculo íntimo.
Estar constantemente expuestos al mal humor y la negatividad terminará presentando una factura para pagar, por lo que es crucial estar rodeado de personas que puedan sacar lo mejor de nosotros. Por supuesto, también tenemos que asegurarnos de convertirnos en personas con quienes los demás puedan percibir una energía positiva.
La buena noticia es que cuando somos conscientes del hecho de que existe un contagio emocional, podemos actuar como equilibradores de jugadores al alentar a los demás a centrarse en el lado más positivo de las cosas. Es cierto que las emociones positivas son mucho menos contagiosas, pero sigue siendo el mejor regalo que podemos hacerle a alguien cuando está pasando por un mal momento.

LA BUENA SUERTE

EL FACTOR SUERTE




Quería compartir con vosotros un artículo que me ha comentado este fin de semana una amiga psicóloga de un colega suyo por el que siente gran admiración, Richard Wiseman. El artículo empieza preguntando ¿POR QUÉ HAY PERSONAS QUE PARECEN TENER TODA LA BUENA SUERTE?. El artículo argumenta que en gran medida lo que muchas veces se llama "la suerte" en el fondo es el producto de haber generado circunstancias que faciltan la suerte. 
¿Por qué hay personas que tienen toda la buena suerte mientras que a otras nunca les llega lo que se merecen? Wiseman se puso a analizar la suerte,  10 años atrás. ¿Por qué hay personas que siempre están en el lugar y en el momento correctos, mientras que otras padecen la mala suerte en forma sistemática? Wiseman publicó avisos en periódicos nacionales para que las personas que se sintieran sistemáticamente afortunadas o desafortunadas se pusieran en contacto con el.
Cientos de mujeres y hombres extraordinarios se presentaron como voluntarios para la investigación y durante varios años Wiseman los entrevistó. Hizo un seguimiento de sus vidas e hizo que fueran parte de diferentes experimentos. Los resultados revelan que a pesar de que estas personas casi no tienen idea de cuáles son las causas de su suerte, sus pensamientos y comportamientos son responsables de gran parte de su buena o mala suerte. Las personas afortunadas se enfrentan a las oportunidades en forma sistemática, mientras que las desafortunadas no.
Wiseman llevó a cabo un experimento sencillo para descubrir si esto se debía a diferencias en su capacidad para descubrir tales oportunidades. Entregó un periódico a personas con buena y con mala suerte, y a cada una de ellas les pidió que lo miraran y que le dijeran cuántas fotografías aparecían en el mismo. Sin advertirles, entre las hojas del periódico, puso un mensaje grande que decía “diga al experimentador que leyó este mensaje y ganará USD 50”.
El mensaje ocupaba media página y estaba escrito en una tipografía de más de cinco centímetros de alto. Estaba a la vista de todos, pero las personas con mala suerte tenían la tendencia a pasarlo por alto mientras que aquellas con buena suerte sí lo veían.
Las personas con mala suerte también suelen estar más tensas que las afortunadas, y esta ansiedad obstruye su capacidad para identificar lo inesperado.
Consecuentemente, se pierden oportunidades porque están muy concentrados en buscar otra cosa. Van a fiestas con la intención de encontrar la pareja perfecta, y se pierden oportunidades de hacer buenos amigos. Ojean los diarios con la determinación de encontrar ciertos tipos de clasificados de empleos y se pierden otros tipos de empleos.
Las personas afortunadas son más relajadas y abiertas, y por ese motivo ven lo que está disponible y no sólo lo que están buscando. En última instancia, la investigación reveló que las personas afortunadas generan buena suerte a través de cuatro principios.

1) Son habilidosas para crear e identificar oportunidades fortuitas, 
2) toman decisiones afortunadas  siguiendo su intuición, 
3) generan profecías auto-cumplidas a través de expectativas positivas, 
4) adoptan una actitud más elástica que transforma la mala suerte en buena fortuna.
Hacia el final del trabajo Wiseman se preguntaba si estos principios se podrían utilizar para generar buena suerte. Le pidió a un grupo de voluntarios que pasara un mes haciendo ejercicios diseñados para ayudarlos a pensar y comportarse como personas afortunadas. ¡Los resultados fueron espectaculares! Estos ejercicios los ayudaron a identificar oportunidades fortuitas, seguir su intuición, esperar ser afortunados y ser más fuertes ante la mala suerte. Un mes después, los voluntarios volvieron y contaron lo que les había pasado. Los resultados fueron espectaculares: el 80 por ciento de las personas era entonces más feliz, estaba más satisfecha con su vida y, quizá, lo más importante, eran personas con buena suerte.
Las personas con buena suerte fueron aún más afortunadas y aquellas con mala suerte se convirtieron en afortunadas. Por último, descubrí el escurridizo “factor suerte”.
  • 1)    Escuche a su intuición – suele estar en lo correcto.
  • 2)    Esté abierto a nuevas experiencias y a romper su rutina habitual.
  • 3)    Pase algunos momentos de cada día recordando las cosas que le salieron bien.
  • 4)    Véase como una persona afortunada antes de tener una reunión o hacer una llamada importante.
CRÉETE QUE ERES UNA PERSONA CON SUERTE, LÁNZATE A POR LAS OPORTUNIDADES Y..... PASAR UN FIN DE SEMANA DE BUENA SUERTE ;-)

MUSICA - LA DISCO DE ORO 70 80s-VOL. 6 - EN VIVO


Los 8 tipos de pensamientos negativos que alimentas sin darte cuenta

Rincón de la Psicología

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Posted: 19 Apr 2018 04:05 AM PDT

Existen muchos tipos de pensamientos negativos que pueden hacerte daño. Generalmente se trata de ideas automáticas, algunas de las cuales no son más que creencias introyectadas; es decir, creencias que te transmitieron tus padres u otros adultos significativos durante tus primeros años de vida y que sigues arrastrando contigo. Otros pensamientos negativos son el fruto de una visión distorsionada de los acontecimientos o simplemente de expectativas incumplidas. 

Albert Ellis, creador de la terapia racional emotiva conductual, estaba firmemente convencido de que lo que nos afecta no son las cosas que nos suceden, sino la interpretación que les damos. Esas interpretaciones adoptan la forma de pensamientos negativos que nos generan malestar y, lo que es aún peor, nos impiden encontrar una solución satisfactoria para nuestros problemas ya que a menudo solo sirven para alimentar un círculo vicioso de negatividad. El primer paso para salir de ese bucle es conocer todos los tipos de pensamientos negativos que pueden rondar tu mente.

¿Eres víctima de estos tipos de pensamientos negativos? 

Existen tantos tipos de pensamientos negativos como personas, pero se pueden resumir en 8 grandes categorías, fáciles de detectar por las actitudes que generan.

1. Estado de emergencia permanente

Cada vez que ocurre algo, lo asumes como una emergencia total. Esa reacción se debe a que tu amígdala se activa y solo puedes ver la señal de alarma. En tu cerebro se produce un secuestro emocional en toda regla, desatando una reacción de pánico. Al asumir la realidad como si fuera una crisis, reaccionas de manera desproporcionada. Este tipo de pensamiento catastrófico te lleva a exagerar los peligros y desestimar tus recursos para hacerle frente a los problemas, una actitud que puede llegar a ser muy peligrosa ya que desencadena un estado de indefensión aprendida

2. El autosaboteador

Ante la más mínima dificultad, te saboteas automáticamente. Te tomas todo lo que ocurre como algo personal y te culpas por cosas sobre las cuales no tienes ningún control. Tus pensamientos negativos te impiden pensar con lógica, de manera que te castigas y criticas incesantemente. Como resultado, cada vez que se presenta un problema, pierdes autoestima y autoconfianza. Este tipo de pensamiento hace que te conviertas en tu peor enemigo ya que te pondrás la zancadilla constantemente.

3. El extremista 

Cuando ocurre algo, solo puedes ver los extremos. Este tipo de pensamiento negativo, también llamado dicotómico, te hace ver el mundo en blanco y negro, todo o nada, sin términos medios. Al olvidarte de la gama de grises y colores intermedios, te resultará difícil encontrar una buena solución y sentirás mucha ansiedad ya que asumes que cualquier decisión es un camino sin retorno. 

4. El etiquetador 

Cualquier cosa que ocurra, la etiquetas en términos negativos porque solo puedes ver las consecuencias dramáticas de la situación. El problema es que al colocar esas etiquetas, no logras ver las posibilidades que puede encerrar una situación, de manera que cierras caminos hacia su solución. Además, este tipo de pensamiento negativo puede hacer que te autoetiquetes y termines desarrollando una imagen muy limitada de ti y de tus potencialidades.

5. Visión de túnel 

Cuando tienes un problema, tu visión inmediatamente se reduce, como cuando entras en un túnel. Solo logras ver las cosas negativas, los problemas, errores y carencias. No logras apreciar ningún detalle positivo, posibilidad o fortaleza, de forma que caes en una espiral descendente de negatividad. Este tipo de pensamiento negativo tiene su base en el fenómeno que se conoce como atención selectiva. En práctica, es como si te pusieras unas anteojeras y unas gafas de sol, de manera que solo ves una parte muy limitada de la realidad, perdiéndote precisamente la parte más importante para hallar una solución. 

6. El generalizador 

Cuando tienes un problema, tu mente divaga y comienza a establecer conexiones sueltas entre el presente y los sucesos del pasado. Esas conexiones te llevan a realizar generalizaciones erróneas y negativas, generalmente reconocibles porque aparecen palabras como “nunca”, “siempre” o “todos”. Este tipo de generalización a menudo conduce a lo que se conoce como “error del adivino”, que consiste en sacar conclusiones apresuradas sobre algo que aún no ha pasado, pensando que los resultados o consecuencias serán desastrosos. Obviamente, con cada afirmación de ese tipo pierdes un poco de autoestima y fuerza, condenándote a un ciclo de negatividad. 

7. El impostor 

Debido a que tienes una tendencia a compararte, constantemente magnificas los aspectos positivos que notas en todos los demás, pero minimizas tus propias fortalezas y talentos. Este tipo de pensamiento negativo te hace sentir como si fueras un impostor y no merecieras lo que tienes. Tienes miedo a que los demás descubran que no eres tan listo, capaz, amable o brillante, cuando en realidad lo que sucede es que tienes un problema de autoestima. De hecho, es probable que a menudo seas víctima de lo que se conoce como “lectura de la mente”, un fenómeno según el cual presupones lo que están pensando los demás. 

8. El superhéroe 

Tu capa siempre está extendida, te esfuerzas para no defraudar a nadie. Te enorgulleces de hacer todo, cueste lo que cueste. Tu vida se rige por el “debo” y “debería” hasta el punto que te olvidas por completo de lo que tú quieres realmente. El problema es que cada vez que te das cuenta de que no puedes salvar el mundo, tu autoestima cae en picado y experimentas una desilusión extrema. De hecho, se trata de uno de los tipos de pensamientos negativos más dañinos porque piensas en términos de “deberes” y “obligaciones”, permitiendo que tu vida, decisiones y estado de ánimo dependan por completo de los demás.
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