EL FACTOR SUERTE
Quería compartir con vosotros un artículo que me ha comentado este fin de semana una amiga psicóloga de un colega suyo por el que siente gran admiración, Richard Wiseman. El artículo empieza preguntando ¿POR QUÉ HAY PERSONAS QUE PARECEN TENER TODA LA BUENA SUERTE?. El artículo argumenta que en gran medida lo que muchas veces se llama "la suerte" en el fondo es el producto de haber generado circunstancias que faciltan la suerte.
¿Por qué hay personas que tienen toda la buena suerte mientras que a otras nunca les llega lo que se merecen? Wiseman se puso a analizar la suerte, 10 años atrás. ¿Por qué hay personas que siempre están en el lugar y en el momento correctos, mientras que otras padecen la mala suerte en forma sistemática? Wiseman publicó avisos en periódicos nacionales para que las personas que se sintieran sistemáticamente afortunadas o desafortunadas se pusieran en contacto con el.
Cientos de mujeres y hombres extraordinarios se presentaron como voluntarios para la investigación y durante varios años Wiseman los entrevistó. Hizo un seguimiento de sus vidas e hizo que fueran parte de diferentes experimentos. Los resultados revelan que a pesar de que estas personas casi no tienen idea de cuáles son las causas de su suerte, sus pensamientos y comportamientos son responsables de gran parte de su buena o mala suerte. Las personas afortunadas se enfrentan a las oportunidades en forma sistemática, mientras que las desafortunadas no.
Wiseman llevó a cabo un experimento sencillo para descubrir si esto se debía a diferencias en su capacidad para descubrir tales oportunidades. Entregó un periódico a personas con buena y con mala suerte, y a cada una de ellas les pidió que lo miraran y que le dijeran cuántas fotografías aparecían en el mismo. Sin advertirles, entre las hojas del periódico, puso un mensaje grande que decía “diga al experimentador que leyó este mensaje y ganará USD 50”.
El mensaje ocupaba media página y estaba escrito en una tipografía de más de cinco centímetros de alto. Estaba a la vista de todos, pero las personas con mala suerte tenían la tendencia a pasarlo por alto mientras que aquellas con buena suerte sí lo veían.
Las personas con mala suerte también suelen estar más tensas que las afortunadas, y esta ansiedad obstruye su capacidad para identificar lo inesperado.
Consecuentemente, se pierden oportunidades porque están muy concentrados en buscar otra cosa. Van a fiestas con la intención de encontrar la pareja perfecta, y se pierden oportunidades de hacer buenos amigos. Ojean los diarios con la determinación de encontrar ciertos tipos de clasificados de empleos y se pierden otros tipos de empleos.
Consecuentemente, se pierden oportunidades porque están muy concentrados en buscar otra cosa. Van a fiestas con la intención de encontrar la pareja perfecta, y se pierden oportunidades de hacer buenos amigos. Ojean los diarios con la determinación de encontrar ciertos tipos de clasificados de empleos y se pierden otros tipos de empleos.
Las personas afortunadas son más relajadas y abiertas, y por ese motivo ven lo que está disponible y no sólo lo que están buscando. En última instancia, la investigación reveló que las personas afortunadas generan buena suerte a través de cuatro principios.
1) Son habilidosas para crear e identificar oportunidades fortuitas,
2) toman decisiones afortunadas siguiendo su intuición,
3) generan profecías auto-cumplidas a través de expectativas positivas,
4) adoptan una actitud más elástica que transforma la mala suerte en buena fortuna.
Hacia el final del trabajo Wiseman se preguntaba si estos principios se podrían utilizar para generar buena suerte. Le pidió a un grupo de voluntarios que pasara un mes haciendo ejercicios diseñados para ayudarlos a pensar y comportarse como personas afortunadas. ¡Los resultados fueron espectaculares! Estos ejercicios los ayudaron a identificar oportunidades fortuitas, seguir su intuición, esperar ser afortunados y ser más fuertes ante la mala suerte. Un mes después, los voluntarios volvieron y contaron lo que les había pasado. Los resultados fueron espectaculares: el 80 por ciento de las personas era entonces más feliz, estaba más satisfecha con su vida y, quizá, lo más importante, eran personas con buena suerte.
Las personas con buena suerte fueron aún más afortunadas y aquellas con mala suerte se convirtieron en afortunadas. Por último, descubrí el escurridizo “factor suerte”.
- 1) Escuche a su intuición – suele estar en lo correcto.
- 2) Esté abierto a nuevas experiencias y a romper su rutina habitual.
- 3) Pase algunos momentos de cada día recordando las cosas que le salieron bien.
- 4) Véase como una persona afortunada antes de tener una reunión o hacer una llamada importante.
CRÉETE QUE ERES UNA PERSONA CON SUERTE, LÁNZATE A POR LAS OPORTUNIDADES Y..... PASAR UN FIN DE SEMANA DE BUENA SUERTE ;-)