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Posted: 28 Dec 2017 04:27 AM PST
Varias investigaciones demostraron los beneficios de la actividad física para combatir el deterioro cognitivo asociado a la edad, pero ahora se supo que es preferible bailar. Cómo moverse al ritmo de la música combate el Alzheimer
El paso del tiempo es inevitable. Casi como las consecuencias físicas y mentales que acarrea en las personas. Lo que sí se puede es evitar un deterioro mayor al esperado de las aptitudes cognitivas.
Con ese objetivo como meta, científicos del German Center for Neurodegenerative Diseases y otras instituciones alemanas, emprendieron un trabajo que los llevó a demostrar que las personas mayores que hacen ejercicio físico habitualmente pueden revertir los signos del envejecimiento en el cerebro.
Y concluyeron que entre todos los tipos de ejercicio, el baile es el que posee el efecto beneficioso más profundo.
"El ejercicio tiene el efecto de frenar o incluso contrarrestar el deterioro relacionado con la edad en la capacidad mental y física. En este estudio, se muestra que dos tipos diferentes de ejercicio físico (el baile y el entrenamiento de resistencia) aumentan el área del cerebro que disminuye con la edad y a mejora en el equilibrio", explicó Kathrin Rehfeld, titular del trabajo.
El baile como una actividad que ejercita la capacidad mental. Ese es el objetivo de investigación de otro grupo de científicos investigadores pertenecientes a la Universidad Masaryk de Brno, en colaboración con un grupo de personas mayores que asisten a un centro de baile de la ciudad.
Pese a que aún falta tiempo y trabajo para arrojar los resultados, la experiencia ya habla por sí misma.
La pérdida del rendimiento mental, de la memoria y la demencia senil pueden ser casi un hecho al alcanzar cierta edad. El Instituto Centroeuropeo de Tecnología (CEITEC), adscrito a la Universidad Masaryk, realiza una investigación para demostrar los efectos positivos del movimiento corporal en la salud cerebral.
Personas mayores de alrededor de 70 años se reúnen varias veces a la semana para bailar al tempo de diversos ritmos, marcados por la instructora Pavlína Vaculíková, quien comenta a Televisión Checa.
“Practicamos bailes que son sencillos y ahora nos acercamos a ritmos africanos y griegos. Se nota que logran hacer los pasos cada vez mejor”.
El ejercicio no solo consiste en seguir la música, sino también en charlar mientras se baila y así entrenar la sincronización de ambas actividades sin perder la concentración en ninguna de ellas.
Parte de la investigación consiste en observar comparativamente la plasticidad cerebral antes y después del proyecto mediante resonancias magnéticas. La jefa de la investigación, Irena Rektorová, del centro CEITEC, agrega.
“La demencia lleva a la pérdida de la corteza cerebral. Por supuesto que el movimiento no puede detener el proceso neurodegenerativo del cerebro, pero sí pensamos que lo desacelera”.
Se trata de una pesquisa a largo plazo y que requiere de cientos de datos para ser del todo constatada. Sin embargo, son los mismos ancianos quienes por experiencia propia confirman que desde que han comenzado a bailar se sienten mucho más lúcidos.
Una de las bailarinas asiduas, Drahomíra Rutarová, comenta que asociar los nombres a las caras ya no es un problema cuando se topa con conocidos por Brno y que ya puede hacer mercado sin listas, pues su memoria está simplemente entrenada. De hecho, ya no le es necesario ir tanto al mercado, pues prefiere pasar más tiempo bailando.
Otro de los testimonios los da Jaroslav Majerčík, a quien ahora no se le pasan las fechas importantes.
“Tengo cada vez más nietos y soy capaz de acordarme de las fechas de sus cumpleaños. Hasta me acuerdo de la fecha de mi matrimonio que fue el 3 de marzo de 1979, lo cual aprecia principalmente mi esposa”.
Parece así que dentro de poco los científicos de Brno ya podrán afirmar que vivir es bailar y viceversa.
Fuente: INFOBAE
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