Hijo del gran emperador «PACHACUTEC», Túpac Yupanqui ha permanecido olvidado teniendo en cuenta las grandes conquistas y expediciones que realizó.
Túpac Inka Yupanqui (aprox.1440-1493) fue el décimo soberano incaico, se cree que entre los 15 y 20 años comienza un co-reinado con su padre Pachacutec, durante el reinado de su padre ya se perfilaba como un gran guerrero, siendo luego el Inca que mayores logros tuvo a nivel conquistas, y gracias a él se tiene el actual territorio Peruano.
Luego de la muerte de su padre se hace cargo absoluto del poder, dedicando la mayor parte de su vida a la expansión, conquistas y exploración, realizó también importantes mejoras administrativas que fortificaron la organización del Tahuantinsuyo (Imperio con base en Cusco) el cual fue un vastísimo territorio con más de 3.000.000 km2.
Pachacutec inicialmente había elegido como sucesor a su hijo Amaru Inca Yupanqui, pero debido a su temperamento, dócil, bondadoso y pacifico fue descartado, optando por su hijo Túpac Inka Yupanqui. Su esposa principal fue su hermana Mama Ocllo, teniendo pocos hijos con ella, pero dejo numerosos descendientes con sus concubinas y esposas secundarias
Fueron varias las medidas importantes que tomó, realizó el primer censo general, creó impuestos, avanzo con la construcción de múltiples caminos hizo distribución de los trabajos, construyó nuevos palacios, se ocupó de la organización de las cárceles, difundió el culto al Sol, y fue el fundador de Quito entre algunas de las principales tareas que desarrolló.
El Tahuantinsuyo que es el territorio dominado por los Incas, es una palabra compuesta de origen quechua, Tawa: cuatro y Suyo: Estado, indicándonos la palabra Tahuantinsuyo que se divide el territorio en cuatro «suyos» o estados teniendo como eje geográfico a Cusco.
Tahuantinsuyo
Dichos territorios comprendían al noroeste Chinchaysuyo hasta el río Ancashmayo en Pasto (Colombia), al noreste Antisuyo ocupando los valles subtropicales en la selva baja amazónica, al sudoeste Contisuyo en la costa peruana hasta el río Maule (Chile), y al sudeste Collasuyo situado en el actual territorio boliviano hasta Tucumán (Argentina).
Todo este gran territorio «pertenecían» al Sol, al Inca y al Estado, las tierras se distribuían entre los habitantes para trabajarlas, los hombres recibían un tupu (equivalente a 2700 m2) cuando nacían, y las mujeres medio tupu, estas tierras no se podían vender ni dejar en herencia ya que eran del Estado, cuando una persona moría se la asignaba a un nuevo habitante.
La división social estaba encabezada por el poder absolutista del Inca, en escala descendente seguía la nobleza quienes fueron llamados por los españoles «los orejones», debido a los pesados objetos ornamentales que colgaban en los lóbulos de las orejas deformándolas y diferenciándose del resto. La gente común o vulgar le seguía en la escala social denominados runas o mitimaes quienes eran la masa mayoritaria del imperio, y en el fondo de la escala estaban los Yanaconas o Yanakunas que eran los sirvientes de las casas provenientes de los territorios conquistados.
Debido a la diversidad cultural por los extranjeros incorporados a la sociedad, se implementó como idioma social el Runa Simi o Quechua, se estableció una organización social con principios morales de obediencia y persecución del delito. Los principios del Tahuantinsuyo eran los siguientes: Ama Sua (no robes), Ama Llulla (no mientas), Ama Kella (no seas vago o perezoso)
Con respecto a su educación en el gobierno de Túpac Inca Yupanqui existían dos formas, la que tenía la nobleza formal y rigurosa y la del pueblo informal recibida en sus casas. Los varones de la nobleza disponían de la educación en la Casa del Saber (Yachayhuasi) funcionaba en un palacio en Cusco, impartida por los sabios (amautas) con una duración de cuatro años, donde aprendían Matemáticas, Religión, Lengua, Historia Inca y las estrategias militares.
Por otro lado las jóvenes recibían educación (Acllahuasi) En La Casa de las Escogidas, capacitándose en el arte textil, religión, artes culinarias, cortesanas.
Las conquistas de Túpac Yupanqui fueron diversas, por el este agregó mas territorios dirigiéndose a Chinchaysuyo, yendo al norte logró conquistar a los Chachapoyas, huambos y guayacondos, se enfrentó también al imperio chimú, logrando derrotar su capital (Chan Chan) con la estrategia de desviar el río Moche principal fuente de agua ya que este pueblo estaba en el medio de un desierto, logrando su rendición.
Regresó a Cusco con un importante botín y múltiples artesanos y orfebres que enriquecieron la enseñanza del pueblo en estas artes, un par de años después continuó con su misión expansiva hacia el norte, retornó nuevamente a Cusco y cuatro años después emprendió nuevas conquistas en el Golfo de Guayaquil, derrotando a los Puná y a los Paches en el norte. Al sur se dirigió al valle Cañete al señorio del Huarco que estaban aliados con los chinchas, no le resultó tarea fácil fue de hecho su peor campaña ya que le tomó cinco años.
La faceta más interesante de Túpac Inca Yupanqui es la teoría que tiene muchas posibilidades de ser real y es el hecho de haber llegado a Polinesia, según diversos cronistas españoles (Pedro Sarmiento de Gamboa, Martin de Murua, Miguel Cabello Valba).
¿Un muro Inca en la Isla de Pascua?
Según narra Arturo Bullard, viajero y aventurero, durante su travesía a la Isla de Pascua, se encontró con algo que prácticamente no debería estar allí: Un muro de piedra con claras características Incas. Como el dice: ¿Qué rayos hace este muro Inca en la isla de Pascua?
Grata fue mi sorpresa al encontrar un muro inca, muy similar los que observamos en el Cuzco, al lado de él, un moai derribado. Andaba solo, no había nadie alrededor a quien preguntar sobre el origen de este muro de piedra.
Muro construido con la misma técnica que utilizaron los incas, al lado un Moai caído. Crédito:
Arturo Bullard
Al regresar a Hanga Roa, único pueblo de la isla, me puse averiguar. Fue una sorpresa encontrarme con varias historias, misterios y leyendas acerca del «Muro Inca de Ahu Vinapu».
Hay muchos indicios que este muro fue construido con la misma técnica que utilizaron los incas. Salvo el material, que es de roca volcánica, todo lo demás calza casi a la perfección con la técnica utilizada por los pobladores del Tahuantinsuyo. El muro tiene la misma inclinación (de 3 a 5 grados), posee el mismo corte y tipo de almohadilla de encaje entre piedras. Además tiene una orientación astronómica que apunta hacia el continente sudamericano.
El historiador Antonio del Busto defiende, a capa y espada, que el inca Túpac Yupanqui tomo conocimiento de la existencia de unas islas lejanas y decidió partir a su conquista. Preparó un gran número de balsas a vela y, junto a mas de 20,000 guerreros, partió a las islas conocidas, en ese tiempo, como Ninachumbi y Auachumbi. Del Busto sostiene que estas dos islas podrían ser Mangareva e Isla de Pascua. La mayor prueba en la que el historiador se avala es que, en Mangareva, existe una leyenda sobre un rey llamado TUPA, quien llego a sus costas en unas balsas de vela llevando oro, cerámica y textilería.
A eso le agrega que en Isla de Pascua se utilizaron algunas palabras quechuas. La corona de piedra rojiza que llevan muchos de los moais de la isla se le llama «puka», en quechua «puka» significa color rojo. Además los pascuenses cultivaban camote al que llamaban «kumara», mismo nombre con el que los quechua hablantes de la parte norte de Perú y Ecuador llamaban a este tubérculo.
La Expedición de Tupac Yupanqui a la Oceanía
Según José Antonio del Busto Duthurburu, autor de «
Tupac Yupanqui Descubridor de Oceanía» [
Fuente], existen dos posibles puntos de culminación para tan importante viaje; la primera posibilidad está en América, en las islas Galápagos y las Islas de las Perlas; y, la segunda en Oceanía, en la Isla de Mangareva y la Isla de Pascua. Siendo la segunda posibilidad la que presenta las mas sorprendentes pruebas, no pudiendo asegurarse con certeza el suceso, pero tampoco negarse la posibilidad de que halla sucedido, dejando un camino abierto para su posterior investigación.
Mangareva es la isla principal de las denominadas Islas Gambier, ubicadas en la Polinesia Francesa, en Oceanía. Según José Antonio del Busto Duthurburu, la isla de Mangareva sería Auachumbi, la primera isla visitada según las cronistas y confirmada geográficamente por la dirección de las corrientes en la zona. Es en esta isla, donde se tiene información respecto a una leyenda que cuenta la llegada de un gran señor llamado Tupa, de piel rojiza, quien arribó en grandes balsas, desconocidas para los lugareños, acompañado de todo un ejército. En la mencionada isla, existe una danza conmemorativa de tan importante suceso, él cual marcó culturalmente a los pobladores de la zona. Asumiendo que el Tupa de la leyenda fuera el inca Tupac Yupanqui, tanto la cerámica, orfebrería, y vestimenta fina de los incas debió sorprender a los pobladores naturales de la isla. Un punto que resalta del Busto, es la diferencia de aproximadamente 100 a 150 años, según la cronología estimada en Mangareva; pero dice que no esto no refuta la similitud por completo por que la cronología Mangareva, transmitida oralmente, no es precisa por la posibilidad de la omisión de reyes indeseables y el hecho que los hombres podían ser padres apenas ingresando a la edad fértil.
La Isla de Pascua es considerada territorio especial insertada en Chile, ubicada en Oceanía, su nombre tradicional es Rapa Nui, que significa Isla Grande. Esta sería la segunda isla visitada por Tupac Yupanqui, Ninachumbi, existiendo en ella una contrucción que trae el recuerdo las grandes construcciones Incas en el Cusco. En Vinapú existe una construcción, cuya fachada hecha en piedra, se asemeja mucho a la fortaleza de Sacsahuamán y a Ollantaytambo, siendo diferentes las piedras empleadas en el Tahuantinsuyo y en la Isla de Pascua, pero muy similares en el trabajo y presentación de las mismas. Del Busto deja habierta la posibilidad de que se tratase de un monumento conmemorativo del paso de Tupac Yupanqui por esta isla. Así mismo, tambien es esta isla, existe una leyenda narrada sobre una nación donde reina un príncipe, llamado «Hijo del Astro Rey» – los Incas se autodenominaban como «Hijos del Sol» – que se conserva hasta nuestros tiempos; en ella se habla de una princesa llamada Uho, que se casa con una tortuga – cabe señalar que las balsas llevan un compartimento “que asemeja a una tortuga” – y es llevada al reino del “Hijo del Astro Rey”.
En su libro Tupac Yupanqui Descubridor de Oceanía, José Antonio del Busto Duthurburu, redacta treinta conclusiones, como resultado de su investigación al respecto, que lo llevan a dicernir sobre cual de las dos rutas posibles debió seguir Tupac Yupanqui en su osada travesía, siendo la de Oceanía la elegida.
Entre las hipótesis que se formularon, creen que dichas islas son Mangareva (Polinesia) y Rapa Nui (Isla de Pascua), una de las pruebas es la leyenda que existe en Mangareva sobre un rey Tupa que llegó del este en balsa, y en Rapa Nui hay un centro ceremonial construido de forma muy similar a la arquitectura Inca.
En la isla de Mangareva actualmente es la única que tiene balsas de vela con características similares a las del Lago Titicaca en Bolivia y costas Peruanas.
La evidencia de la colosal expedición narrada por los antiguos cronistas
Los cronistas españoles de la conquista, Pedro Sarmiento de Gamboa, Martín de Murúa y Miguel Cabello Valboa, recogieron un relato sobre que, el Inca Túpac Yupanqui, estando en la costa norte (En las islas Puná) habría tenido conocimiento de unas islas lejanas, decidiendo ir en pos de ellas.
Alistó una gran flota de balsas, y zarpó con 20 mil hombres, llegando a unas islas llamadas Ninachumbi y Auachumbi; algunos historiadores dicen que estas islas serían verdaderas y estarían ubicadas en la Polinesia.
Esta crónicas, dieron base al historiador José Antonio del Busto, para la formulación de una teoría sobre que esas dos islas serían Mangareva 23°8′3.13″S 134°58′25.25″ y Rapa Nui.
Del Busto, dice haber descubierto muchas pruebas al respecto, entre ellas el hecho que en Mangareva existe una leyenda sobre un rey Tupa, que vino del este en balsas con velas, trayendo orfebrería, cerámica y textilería y del que hasta hoy existe una danza.
Un relato similar existe en las islas Marquesas. Según la tesis de Jean Hervé, la construcción del Ahu Vinapu es idéntica a la de la Chulpa de Sillustani, cerca del Lago Titicaca en los Andes, hasta las pequeñas piedras en el centro son iguales.
El historiador francés, Jean Hervé Daude, afirma que la técnica utilizada en el muro de Ahu Vinapu es la misma que se utilizó en las Chullpas de Sillustani, Puno. Crédito:
Arturo Bullard
Según la tesis de Jean Hervé Daude, el acompañamiento de Túpac Inca Yupanqui es la causa de los monumentos y los ritos religiosos del hombre-pájaro.
Dice también Hervé que el Ahu Vinapu, en Rapa Nui, está construido en forma similar a las construcciones incaicas del Cusco, y que el rey tupa en Rapa Nui habría tomado el nombre de Mahuna-te Ra’á, traducido como «hijo del sol»sobre la base de una leyenda rapa nui.
Túpac Yupanqui, retornó al Cuzco luego de dos años trayendo consigo gente negra, sillas de latón, pellejos y quijadas de caballos que fueron conservadas en la fortaleza de Sacsayhuamán.
Sarmiento reseña:
Andando Topa Inga Yupanqui conquistando la costa de Manta y la isla de la Puná y Túmbez, aportaron allí unos mercaderes que habían venido por la mar de hacia el poniente en balsas, navegando a la vela. De los cuales se informó de la tierra de donde venían, que eran unas islas, llamadas una Auachumbi y otra Niñachumbi, adonde había mucha gente y oro. Y como Topa Inga era de ánimos y pensamientos altos y no se contentaba con lo que en tierra había conquistado, determinó tentar la feliz ventura que le ayudaba por la mar… y… se determinó ir allá. Y para esto hizo una numerosísima cantidad de balsas, en que embarcó más de veinte mil soldados escogidos”. Y concluye la crónica: “Navegó Topa Inga y fue y descubrió las islas Auachumbi y Niñachumbi, y volvió de allá, de donde trajo gente negra y mucho oro y una silla de latón y un pellejo y quijadas de caballo…”
Kon-Tiki: Una moderna expedición, simulación de la exploración de Tupac Yupanqui
A pesar de estas y otras pistas de la presencia de los exploradores Incaicos en tan lejanas tierras, muchos dijeron que era imposible con la tecnología de esa época poder haber realizado semejante viaje, pero hubo un explorador Noruego Thor Heyerdahl (1914-2002) que se propuso la titánica tarea de realizar el mismo la exploración que hiciera el legendario rey Inca con la misma tecnología y embarcación de esa época.
La expedición la llamó Kon-tiki, antiguo nombre del dios solar Inca, él quería demostrar personalmente que dicha travesía era posible, aprovechando que las corrientes y viento son constantes en la línea del ecuador. Su aventura tuvo fecha 28 de Abril de 1947, con cinco integrantes más que lo acompañaron durante 101 días atravesando casi 7.000 km por el océano Pacifico, llegando el 7 de Agosto de 1947.
Toda la tripulación llegó sana y salva, con lo que demostró que Túpac Yupanqui sí pudo realizar dicha proeza en esa época, no es exagerada la comparación que hacen algunos historiadores con las conquistas realizada por Alejandro Magno, el gran líder Inca hizo dos campañas al norte (Chinchaysuyo), dos al oeste (Contisuyo), regresando con victorias para su pueblo, cruzo la línea del Ecuador dos veces y cuatro el Trópico de Capricornio, y no quedan dudas que fue un gran navegante.
Referencias:
Tupac Inca Yupanqui, el gran explorador Inca – Sergio Stéfano [
Fuente]
¿Que Rayos Hace un Muro Inca en Isla de Pascua? – Arturo Bullard [
Fuente]