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Los terribles daños que causan los "padres helicóptero" al volar sobre sus hijos incesantemente


  • Enviado el : 23 June 2016
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  • Por: Maxi
Los terribles daños que causan los "padres helicóptero" al volar sobre sus hijos incesantemente
Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que a los niños no se les prestaba demasiada atención. Si los adultos hablaban debían guardar silencio, si tenían una rabieta eran ignorados hasta que se les pasara y si estaban aburridos se les daba vía libre para que se entretuvieran como consideraran más oportuno. De hecho, el escritor inglés D.H. Lawrence creía que lo mejor para el bienestar de los niños era no hacerles demasiado caso. Tenía tres reglas para educarlos: “dejarlos en paz, dejarlos en paz y dejarlos en paz”.
Sin embargo, poco queda de aquel modelo de educación, hoy hemos caído de lleno en un estilo de crianza que implica convertir a nuestros hijos en el centro de nuestra atención, dándoles todo lo que desean cuando lo desean, sin dilaciones. No hemos sabido encontrar un equilibrado punto medio. Esta alarmante tendencia a la hiperpaternidad se puso de manifiesto primero en Estados Unidos, donde se estima que 1 de cada 10 estudiantes ha sido educado de esa forma.

¿Quiénes son los “padres helicóptero”?

Este término surgió en el año 1969, cuando Haim Ginnott escribió en su libro Between Parent & Teenager: “mi madre sobrevolaba sobre mí como si fuera un helicóptero”. Más tarde, en los años 2000, se retomó para hacer referencia a un fenómeno que se estaba extendiendo entre las familias de clase media de los países más desarrollados.
Los padres helicóptero son aquellos que se preocupan excesivamente por sus hijos, hasta el punto que su relación llega a ser tóxica. Este nuevo modelo de crianza implica que los progenitores asumen un rol hiperprotector, quieren resolver todos los problemas por sus hijos, y desean tomar todas las decisiones, incluso las más intrascendentes. En práctica, es como si estos padres siempre estuvieran sobrevolando a sus hijos, listos para emprender una operación de rescate cuando noten el más mínimo signo de "peligro".
Obviamente, esta relación padre-hijo sobrepasa los límites de lo que se considera psicológicamente saludable. De hecho, estos padres no conocen límites, ni de edad ni de estatus social: pueden llegar a recriminar a los profesores por las malas notas de sus hijos, aunque estos ya estén en la universidad, o incluso pueden acompañarles a la entrevista de trabajo y se enfadan si el entrevistador no les permite entrar durante la prueba.
Su objetivo en la vida es lograr que su hijo sea brillante y que logre todo lo que desea, pero sin que tenga que esforzarse. ¡Eso ya lo hacen ellos! Estos padres organizan la agenda de sus hijos, se encargan de eliminar cualquier problema de su camino y siempre están pendientes de sus resultados.

Algunos de los detalles que desvelan a un padre helicóptero son:

  • Hablan siempre en plural, diciendo cosas como "¡cuántos deberes nos han puesto hoy!", aunque en realidad los deberes son para el niño. No se dan cuenta que de esta manera absorben la identidad del niño.
  • Híper estimulan a sus hijos, llenándoles la agenda de actividades extraescolares, con el objetivo de que estén "bien preparados para la vida". Sin embargo, no se percatan de que así solo logran robarle su infancia.
  • Encierran a sus hijos bajo una campana de cristal, de forma que se convierten en su voz, impidiéndoles que resuelvan sus problemas con los demás. De esta manera, los hijos jamás llegan a desarrollar las habilidades de resolución de conflictos que necesitan para mantener buenas relaciones interpersonales.
  • Brindan una gratificación instantánea, complacen en todo a sus hijos, aunque tengan que hacer enormes sacrificios. Están siempre disponibles para entretener a sus hijos, de manera que estos terminan creyendo que son el centro del universo.

Consecuencias: Padres extenuados, hijos incompetentes

Para los padres, ese deseo de ser perfectos en todo momento y tener que lidiar con los problemas de sus hijos, puede llegar a ser extremadamente agotador. De hecho, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington desveló que las madres que asumían un estilo de crianza hiperprotector estaban más expuestas a la depresión y el estrés, lo cual se debe a que cargan sobre sus hombros un peso demasiado grande.
Por otra parte, esa tendencia a la hiperpaternidad solo consigue que los hijos sean inseguros, miedosos, incapaces de tolerar la frustración, de tomar decisiones por sí solos y de asumir responsabilidades. De hecho, el principal problema es que como estos hijos sobreprotegidos nunca han tenido que poner a prueba sus capacidades, no han desarrollado la confianza necesaria en sí mismos.
Un caso extremo, contado por la escritora Eva Millet en su libro sobre la hiperpaternidad, narra la historia de una estudiante universitaria que se quedó encerrada en el ascensor de un centro educativo en Barcelona y, en vez apretar el botón de alarma, llamó a su madre a Estados Unidos, la cual le avisó a la sede central en Chicago, los cuales a su vez dieron parte a la sede en Barcelona para que fueran a rescatar a la chica. Simplemente no era capaz de resolver el problema por sí sola, y probablemente ni se le ocurrió. ¿Para qué? Si siempre ha tenido a una madre que los resuelve por ella.
Otra investigación, realizada también en la Universidad de Washington, analizó a 297 estudiantes de instituto cuyos progenitores podían catalogarse como "padres helicóptero" y descubrió que estos adolescentes y jóvenes puntuaban más alto en las escalas de depresión y ansiedad. Según estos psicólogos, el origen de estos trastornos emocionales se haya en la "Teoría de la Autodeterminación" según la cual, para que una persona sea feliz y se sienta realizada, debe satisfacer tres necesidades: sentirse autónoma, competente y conectada con otras personas.
Obviamente, la hiperpaternidad no satisface ninguna de estas tres necesidades, al contrario, las limita. De esta forma, aunque los padres pueden tener las mejores intenciones del mundo, en realidad terminan lastrando el desarrollo emocional, intelectual y social de sus hijos.

¿Por qué se desarrolla este tipo de hiperpaternidad?

  • Percibir al hijo como una posesión valiosa. El hecho de que las parejas tengan hijos a edades cada vez más tardías, a menudo después de haberse sometido a varios tratamientos de fertilidad, hace que esos niños sean considerados como una posesión muy valiosa que hay que cuidar a todo precio. Así, los niños terminan siendo colocados en un altar, metafóricamente hablando.
  • Presión social por el cuidado de los niños. Hace algunos años los padres intentaban compensar la falta de atención con los regalos. Este fenómeno ha provocado una gran campaña a nivel social para evitar a esos “padres emocionalmente distantes”, por lo que ahora hemos caído en el extremo opuesto: padres excesivamente presentes que se desviven por sus hijos.
  • Incertidumbre generada por la crisis económica. La crisis económica ha generado una gran preocupación por el futuro, generando sentimientos de precariedad y provisionalidad, los cuales han disparado el miedo de los padres a que sus hijos se equivoquen y que no sean capaces de lograr por sí solos todo lo que la sociedad les demanda. Por eso, intentan acompañarles durante el mayor tiempo posible en el proceso de maduración.
  • Aumento de la competencia social. En los últimos años la sociedad ha tomado un cariz extremadamente competitivo, les exige cada vez más a las personas que se insertan en el mercado laboral: más conocimientos, más habilidades, mejores resultados… El temor de los padres a que sus hijos fracasen y no puedan cumplir con esas exigencias les hace querer llevar su mochila y asumir sus problemas. Por eso también llenan sus agendas desde pequeños con decenas de actividades extraescolares que, supuestamente, les prepararán para la vida.

La solución: Educar con mucho amor y una buena dosis de sentido común

En cada etapa del desarrollo, las personas deben luchar sus propias batallas. Los padres no pueden proteger a sus hijos por siempre ya que, tarde o temprano, estos tendrán que enfrentarse a sus propios miedos y cometer sus propios errores.
La tarea de los padres es guiar a los hijos y ayudarles a lidiar con los problemas, no solucionarlos en su lugar. Si asumimos todo el peso sobre nuestros hombros no estaremos criando a personas preparadas para la vida sino a verdaderos discapacitados emocionales. Hay veces en las que simplemente debemos cortar la rama y dejar que los hijos vuelen con sus propias alas.
Si sospechas que tú también eres uno de esos padres helicóptero o estás a punto de convertirte en uno de ellos, pon en práctica estos tres consejos:
  1. Sé como un submarino, no asumas el rol del helicóptero. En vez de sobrevolar la cabeza de tus hijos y estar siempre presente, es más conveniente que te conviertas en un submarino; es decir, que te mantengas fuera de su radar pero siempre atento por si realmente necesita tu ayuda.
  2. Practica la sana desatención. De vez en cuando, no pasa nada porque no puedas prestarle la atención que quisieras a tus hijos. Tú también tienes una vida fuera de la familia, no eres solo un padre o una madre. Y no caigas en el error de sobrecargar su agenda de actividades, déjales tiempo libre para que ellos mismos aprendan a gestionar las horas muertas.
  3. Deja que cometa sus propios errores. Solo así aprenderá. Los errores son pasos fundamentales del aprendizaje y, si son bien usados, fortalecen características como la perseverancia, la autonomía y la autoconfianza. Solo si nos caemos y somos capaces de levantarnos, confiaremos en nosotros. Ayúdale a levantarse, pero no evites siempre que caiga.
Fuentes:
Schiffrin, H. H. et. Al. (2013) Helping or Hovering? The Effects of Helicopter Parenting on College Students’ Well-Being. Journal of Child and 

CONSTRUCCIONES QUE NO PUEDES PERDERTE

Resulta increíble pensar en los muchos edificios de orígen romano y bizantino que todavía permanecen en uso hoy en día. Estas construcciones son un claro testimonio de la destreza de la ingeniería ,y somos muy afortunados por tenerlos como patrimonio común. Aquí te mostramos 15 de los edificios más antiguos del mundo que actualmente podemos seguir disfrutando:

 
 
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1. La Iglesia de la Natividad, Belén, Cisjordania, Israel - 565 d. C.
Esta iglesia es históricamente significativa, ya que aún mantiene varios servicios eclesiásticos  y, según se dice, está emplazada en el lugar donde nació de Jesús de Nazaret.
2. Monasterio de Santa Catalina, Península del Sinaí, Egipto - 565 d. C. 
Este monasterio ha sido un lugar de culto desde el siglo sexto. Según la tradición cristiana, este fue el mismo lugar en donde Moisés vió la zarza ardiente.
3. Santa Sofía, Estambul, Turquía 537 d. C. 
Santa Sofía es considerada como uno de los mejores ejemplos de la arquitectura bizantina en el mundo. Desde su construcción y a lo largo de los siglos, ha sido catedral, mezquita y museo.
 
4. Basílica de Santa Sabina, Roma, Italia - 432 d. C.
Esta basílica se ha mantenido sin cambios desde que fue construída hace aproximadamente 16 siglos. Es la basílica romana más antigua que existe en la ciudad de Roma.

5. Basílica de Constantino, Trier, Alemania - alrededor del año 300 d. C. 
Esta es la estancia más grande de la antigüedad en el mundo moderno. Se usa como iglesia cristiana.
6. Torre de Hércules, A Coruña, España - alrededor del año 150 d. C. 
Casi 1.900 años después de su construcción, este magnífico faro todavía está en uso. Es el faro más antiguo del mundo y guía a los barcos a lo largo de la costa atlántica de España para evitar naufragios.
7. Castillo de Sant'Angelo, Roma, Italia - 139 d. C. 
Este edificio ha sido mausoleo, castillo, fortaleza, prisión y museo durante su vida útil. Una vez fue el edificio más alto de Roma.
 
8. El Panteón, Roma, Italia - 118-128 d. C. 
El Panteón fue construído originalmente para rendir culto a los dioses romanos, pero en el sigo sexto se convirtió en una iglesia. Desde entonces se ha utilizado para este fin.
9. El Coliseo, Roma, Italia - 70-80 d. C. 

El interior del famoso Coliseo, construido para albergar espectáculos de gladiadores, sigue siendo en ocasiones utilizado para eventos culturales.
10. Arena de Nimes, Nîmes, Francia - 70 d. C. 
Este arena se utiliza para albergar conciertos de música pop y también ha sido sede de un festival anual de música desde 1997.
11. Estadio de Pula, Pula, Croacia - 68 d. C. 
Este lugar ha acogido a muchos músicos internacionales en los últimos años, como Pavarotti, Bocelli, Alanis Morissette, Elton John, Sting y Tom Jones. Dos competiciones de hockey sobre hielo también se disputaron aquí recientemente.
12. Arena de Verona, Verona, Italia - 30 d. C. 
Con capacidad para albergar a 15.000 personas, este lugar acoge a más de 500.000 amantes de la ópera cada año. Como dato curioso, en el año 2030 cumplirá 2.000 años de edad.
13. Teatro de Marcelo, Roma, Italia - 13 a. C. 
Este teatro fue construido inicialmente para albergar presentaciones dramáticas y musicales, sin embargo, más tarde fue utilizado como una fortaleza. El palacio fue construido sobre sus ruinas durante el siglo 16, y ahora está dividido en apartamentos, que están habitados en la actualidad.
 
14. Gran Stupa, Sanchi, India - 200 a. C. 
El gran Stupa es la estructura de piedra más antigua de la India. Es un lugar de culto y peregrinación para los budistas.
15. Templo Mahabodhi, Bodhgaya, India - 260 a. C. 
En la tradición budista, se dice que este templo simboliza el lugar donde Buda alcanzó la iluminación. Mientras que la estructura actual data del siglo 6, diferentes templos se levantaron en este sitio desde el año 260 antes de Cristo.
Fuente de Contenido: Gizmodo, Quora

Arqueólogos descubren en Turquía estatua de la diosa Cibeles de 2.100 años de antigüedad


Posted: 12 Sep 2016 07:11 AM PDT

Un grupo de arqueólogos lograron encontrar una escultura en mármol de Cibeles, diosa de la Madre Tierra, fue descubierta durante unas excavaciones en el mar Negro, en la localidad turca de Ordu. La obra tiene 110 centímetros y fue elaborada hace 2.10
0 años.
Arqueólogos descubren en Turquía estatua de la diosa Cibeles de 2.100 años de antigüedad
El hallazgo se produjo en la costa del mar Negro en la fortaleza de Kurul, que según el Gobierno turco, será un museo al aire libre. La efigie de Cibeles es el artefacto más importante de todos descubiertos este año en Turquía y además es la primera escultura de mármol de ‘origen turco’ descubierta en el país. En las excavaciones, realizadas bajo el control del profesor del Departamento Arqueológico de la Universidad de Gazi, Süleyman Yücel, participaron 25 arqueólogos.


Originalmente una diosa frigia, Cibeles (en griego antiguo Κυβέλη Kybélê, nombre al que a veces se da la etimología de «la del pelo» si se considera griego en lugar de frigio) era la diosa de la Madre Tierra que fue adorada en Anatolia desde el neolítico. Como la Gea o su equivalente minoica Rea, Cibeles era la personificación de la fértil tierra, una diosa de las cavernas y las montañas, murallas y fortalezas, de la Naturaleza y los animales (especialmente leones y abejas). [Fuente]

El alcalde de Ordu, Enver Yılmaz, destacó que este año las autoridades turcas asignaron casi 170.000 dólares para las excavaciones y el año pasado proporcionaron el doble de fondos, informa el periódico turco Hürriyet Daily News
This large statue of a seated woman portrays Cybele, the mother goddess found in Kurul Castle, Ordu. #ordu #turkeypic.twitter.com/jtnQj6rNS6
— City of Ordu (@cityofordu) 8 de septiembre de 2016

Los arqueólogos suponen que la estatua de la diosa se remonta al período de Mitrídates VI (rey del Ponto), entre los años 120 y 63 a.C. y que fue trasladada de la provincia occidental de Afyon a la fortaleza. La obra permanecerá en su lugar actual por un breve período de tiempo y luego será trasladada al museo de Ordu.

Enseñar a pensar es enseñar a ser libre

Enseñar a pensar es enseñar a ser libre


Albert Einstein, con su habitual sentido del humor y socarronería, decía que “no entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela”. Atendiendo a esta acertada frase, parece lógico creer que enseñar a pensar para comprender cómo funciona nuestro mundo es una idea sensata.
Ahora me gustaría lanzar una pregunta al aire: ¿Enseñar a pensar realmente nos enseña a ser más libres? No parece que esta cuestión tenga una respuesta sencilla, o tal vez sí. Quizá es tan obvia, que por simple no somos capaces de aceptarla. O puede ser que sea un tema excepcionalmente complejo. Veamos algunos detalles importantes.

Enseñar a pensar

El profesor Abilio de Gregorio, licenciado en Ciencias de la Educación y diplomado en Orientación Familiar, afirma que la reflexión ha de ser un acto disciplinado. En ella deben entrar en juego el pensamiento y la intención de querer pensar.
Profesora con niños en la clase
Para de Gregorio, en todo proceso educacional es básica la voluntad reflexiva, tanto de los educadores como de los propios pupilos. Es decir, que no hay trasvase de conocimientos y pedagogía útil si a las materias no se les añade una base de pensamiento e interpretación propia.Quiere esto decir que cuando traspasamos nuestras enseñanzas, costumbres, tradiciones y educación a nuestros hijos, hemos de envolverlo todo en un manto de pensamiento propio para que el educando interprete la información, y la haga suya desde su propio prisma de entendimiento y conocimiento.

Qué es la libertad

Una vez establecemos la importancia de enseñar a pensar, debemos confirmar si esta acción realmente es óbice para hacernos más libres. Por ello se antoja necesario saber qué es con exactitud la libertad.
El término libertad encuentra dos acepciones primordialmente aceptadas. Por un lado sería el derecho o facultad de las personas para elegir de manera responsable su forma propia de actuar en un entorno, medio o sociedad.
En este sentido, caben entendimientos como la libertad de culto, la libertad de conciencia, la libertad de opinión, la libertad de pensamiento, etc. Es decir, es todo aquello en que los seres humanos podemos elegir siempre a través de nuestra facultad y nuestro derecho.
Otra definición interesante para el término libertad sería la condición o estado de una persona que es libre, pues no está sometida a la voluntad de otros, está encarcelada o bajo un régimen que le constriñe por obligaciones, deberes, disciplinas, etc.

¿Enseñar a pensar nos hace más libres?

Ahora llega el momento de contestar a la atrevida pregunta que lanzaba al comienzo del párrafo. ¿Enseñar a pensar nos hace más libres? La respuesta es obviamente que sí. Razonemos el porqué.
Si entendemos la libertad como el derecho o facultad de una persona para elegir libremente su modo de actuación en un entorno determinado, es evidente que un individuo que piensa o “sabe pensar” tendrá inclinación por actuar libremente. Así, tendrá más capacidad que otra persona que lo haga sin reflexión o siguiendo unos patrones establecidos por su sistema de creencias heredado y asimilado, por su falta de conocimiento o por motivos similares.
Padre y niño encima de libros
Entiendo que enseñar a pensar es una parte importante de la educación de cualquier persona. No sirve solo con saber que algo sucede, es incluso más importante conocer el porqué, el cómo, el cuándo, etc. Todo ello solo es posible a través de la enseñanza del pensamiento, para que cada individuo pueda desarrollar su propio raciocinio, interpretación y modelo de comprensión.
Así pues, a la hora de tomar una decisión, siempre se sentirá más libre aquella persona que, ejerciendo el pensamiento, pueda estudiar un mayor número de las variantes que se le presentan en el momento de elegir.
Por otro lado, un individuo que se mueve por instinto, por las enseñanzas de la sociedad, por unaeducación limitada a mostrar qué sucede o por el simple hecho de que es lo que hay que hacer porque lo hacen todos, no tendrá tanta libertad real a la hora de elegir, pues sus opciones se reducen por su falta de capacidad.
Resulta evidente que enseñar a pensar es enseñar al individuo a ser más libre. Ahora bien, ¿este hecho es algo que nos hace más plenos, felices o inteligentes? Eso ya es otro cantar que daría para uno o más artículos, pues no siempre parece que el hecho de tener libertad nos haga mejores.