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Las pirámides ¿tecnología de gigantes?

CIENCIAEXPLORANDO ENIGMAS

Las pirámides ¿tecnología de gigantes?
Pirámide de Egipto (Photo credit should read MOHAMED EL-SHAHED/AFP/Getty Images)
“En aquellos tiempos existían gigantes sobre la Tierra, también después, cuando los hijos de los dioses se juntaron con las hijas de los hombres y de ellas nacieron sus hijos. Ellos son los héroes de la antigüedad, los hombres famosos” Génesis 6:4
Enclavado en las afueras de la ciudad de Baalbeck, en el actual Líbano, un bloque de más de 1.000 toneladas de peso parece esperar a través de los siglos la llegada de aquellos constructores encargados de transportar tan descomunal peso hacia el seno de la urbe.
En vez de eso, la “Piedra del Sur” recibe cada año la visita de cientos de turistas que posan junto a este coloso semi enterrado, cuya existencia forma parte de un enigma mucho más profundo y generalizado. ¿Qué seres o técnicas de ingeniería podrían mover bloques tan pesados como los que actualmente forman Baalbeck, Machu Picchu o las pirámides de Egipto?

Trasladar y encajar: dos grandes problemas

Así como en la bíblica ciudad de Baalbeck, ocupada por los antiguos romanos, muchos templos, monumentos y ciudades antiguas fueron erigidos utilizando rocas y bloques gigantescos, cuyo peso hace replantear a los estudiosos si el conocimiento acerca de las técnicas de traslado usadas por los antiguos es completo y correcto; más aún, cuando en muchos casos los pueblos constructores no conocían la rueda, la polea, ni las herramientas de hierro.
Exceptuando algunos grabados que ilustran el uso de las primeras grúas eficientes para trasladar obeliscos en el antiguo imperio romano, nada escribieron aquellos pueblos acerca de las técnicas que emplearon para la manipulación de estas gigantescas moles.
Inclusive en el caso de los romanos, las técnicas de traslado permitían mover aquellos pesos solo unos pocos metros al día, tal como lo atestiguan las inscripciones en el Obelisco de Teodosio, en Constantinopla: “La piedra tardó 32 días para alzarse en el lugar”.
Pero no solo Baalbeck representa un prodigio de la arquitectura. Machu Picchu, Puma Punku o Tiahuanaco son solo algunos ejemplos de cómo, al otro lado del océano, también existieron pueblos con templos y fortificaciones cuya técnica de construcción aún representan un misterio de la ingeniería. No solo la perfecta forma de encajar las piedras en las paredes permanece semi velada, sino que el traslado de bloques de cientos de toneladas tampoco es fácil de explicar.

¿Un carpintero resuelve el misterio?

Wallace T. Wallington, un carpintero retirado de EE.UU., cree tener la llave al enigma de las grandes construcciones. “Este es primer arco tipo Stonehenge”, cuenta mientras muestra un pequeño trilito realizado con sus propios medios.
Wallington decidió levantar una réplica entera del famoso círculo de piedra druida en el patio trasero de su casa, en Michigan. Con la ayuda de vigas de madera, cuerdas y pequeñas piedras, quiere demostrar que los antiguos monumentos como Stonehenge, los moai de la Isla de Pascua o inclusive las pirámides de Egipto, podían ser erigidos sin el uso de poleas, ruedas o tecnologías extraterrestres de levitación, como muchos proponen.
Con solo la ayuda de vigas de madera, cuerdas y algunas piedras pequeñas, Wallington dedica su tiempo libre a mover bloques de varias toneladas con lo que él llama “tecnología perdida”.
“He comprobado que, para mover grandes pesos, sólo se necesitan sencillas herramientas de madera y la gravedad”, afirma el carpintero. “No se requiere nada rígido. No se necesita levantar el peso para moverlo de un lugar a otro”.
Sin embargo, Wallington probablemente ignora que los trabajos antiguos a menudo debían haberse realizado en forma mucho más rápida de lo que sus métodos lo permiten, aún contando con la presencia de miles de obreros. Tal es el caso de la gran pirámide de Giza, cuya estructura se compone 2,3 millones de rocas, con pesos que van de 2 a las 40 toneladas.

El caso de las pirámides: una piedra cada 2 minutos

En el caso de las grandes pirámides de Egipto, el misterio del traslado se profundiza aún más por el breve tiempo en el que se supone fueron construidas. Según el físico suizo Nassim Haramein, es imposible que el pueblo egipcio, en el inicio de su civilización, haya sido responsable de tan colosal hazaña.
“Es matemática simple”, dice Haramein. “Tomas el número de piedras y te dicen que, de acuerdo a cómo funcionaba el Egipto dinástico, las pirámides tuvieron que ser construidas en 20 años; y luego calculas con qué rapidez se tenían que poner las piedras. Si trabajaban los siete días de la semana, 10 horas al día y 365 días al año, tenían que poner una piedra cada 2 minutos”.
Además, el físico hace notar otras rarezas en la teoría de la construcción, como la ausencia de los supuestos troncos sobre los que se hacían rodar las piedras y la enorme distancia a la que se halla la cantera del emplazamiento. “Quizás no lo notaron, pero estas pirámides están en medio de un desierto. Necesitas muchos troncos para mover 2.300.000 piedras. ¿De dónde vino la madera?”.
Así como Haramein, muchos escritores piensan que, basados en evidencia concreta, las tres grandes pirámides debieron construirse unos cinco milenios antes del nacimiento de la civilización egipcia.
En efecto, parece inexplicable que todas las pirámides realizadas después de las tres grandes sean de una calidad tan pobre que al día de hoy apenas se diferencian de un montículo de escombros. ¿Intentaban acaso los egipcios copiar sin mucho resultado aquellos imponentes edificios dejados por una civilización desconocida?
Según el investigador Anthony West, es evidente por los patrones de erosión, que tanto la esfinge como las grandes pirámides fueron creadas hace unos 10.500 años, antes de que el gran diluvio hacia el final de la última era glaciar azotara el planeta entero.
Entonces ¿quién pudo haber realizado estas magníficas obras de ingeniería si no fueron los antiguos egipcios? De acuerdo con Haramein, todas las grandes pirámides alrededor del planeta fueron construidas por una civilización global de seres de gran altura, cuya evidencia se encuentra esparcida por todo el globo, como Egipto, Perú, México y China.
Haramein destaca que en muchos cráneos encontrados en Sudamérica y México, el volumen interior excedía al doble del volumen del cráneo humano normal. “Otra cosa interesante”, agrega Haramein a la polémica, “es que el agujero en la parte de abajo del cráneo (…) te dice cuán grandes eran estas personas”. “Estas personas tenían que tener entre 3,6 y 4,5 metros de altura”.

LA MENTE - OSHO

Camino al Despertar


Posted: 18 Jan 2016 12:23 PM PST


La mente es como el polvo que se va acumulando en la ropa de un viajero. 

Y has estado viajando y viajando durante millones de vidas, sin bañarte ni una sola vez. 

Naturalmente, se ha acumulado mucho polvo. Eso no tiene nada de malo, es natural que ocurra.
 
Capas y más capas de polvo, y tú crees que esas capas son tu personalidad. 

Te has llegado a identificar tanto con ellas, has vivido tanto tiempo con esas capas de polvo, que las confundes con tu piel. 

Te has identificado con ellas.

La mente es el pasado, la memoria, el polvo. 

A todos les cae encima... si viajas, recogerás polvo. Pero no hay necesidad de identificarse con él, no hay necesidad de unificarse con él, porque si te haces uno con él vas a tener problemas, porque tú no eres el polvo, eres conciencia.

Este polvo se puede tratar de dos maneras. 

La manera «religiosa» corriente consiste en lavar la ropa y frotarse bien el cuerpo. 

Pero estos métodos no sirven de gran ayuda. Por mucho que laves la ropa, la ropa se ha ensuciado tanto que ya no tiene remedio. No puedes limpiarla; al contrario: todo lo que hagas solo conseguirá ensuciarla más.
La gente religiosa te proporciona jabones y detergentes, instrucciones para lavar la suciedad, pero estos productos dejan sus propias manchas. Por eso, una persona inmoral puede volverse moral, pero seguirá estando sucia. Ahora lo está de un modo moral, pero sigue sucia. A veces, la situación es aún peor que antes.
Un hombre moral tiene toda la inmoralidad dentro de la mente, y le ha añadido cosas nuevas: las actitudes moralistas, puritanas, egoístas. 

Toda la inmoralidad sigue estando dentro, porque no puedes controlar la mente desde la superficie; no hay manera de hacerlo. Simplemente, las cosas no funcionan así. Solo existe una clase de control, que es la percepción desde el centro.

La mente es como el polvo acumulado durante millones de viajes. La auténtica actitud religiosa, la actitud espiritual, consiste simplemente en tirar la ropa. 

No te molestes en lavarla, porque no se puede lavar. Simplemente despréndete de ella como se desprende una serpiente de su piel vieja, y no mires hacia atrás.

Osho 

RECETA - Merluza al ajillo estilo dieta Mediterránea


Esta merluza al ajillo estilo dieta mediterránea es un plato riquísimo, muy fácil de hacer y estupendo para seguir un...más
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    Ingredientes

    1. 1merluza mediana de un kilo y medio.
    2. 4 dientesajo
    3. perejil, sal y una guindillita
    4. Aceite de Oliva
    5. 4tomates Raf que estén rojitos
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      Pasos

      1. La merluza se tiene que cortar en lomos. Dos por persona, unos 200g por ración. Se parten los ajitos muy picadito. Lo mismo hacemos con el perejil.
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        • Se echa un chorrito de aceite de oliva en la sartén. Se añade un ajito y la guindillita (al gusto) y antes de que empiecen a dorar se ponen los lomos de la merluza con la piel sobre la plancha a fuego, un poquito fuerte para que se dore la piel.
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          • Enseguida, bajamos el fuego y tapamos con una tapadera. Lo dejamos dos minutos que vaya soltando su jugo y, añadimos el resto de ajitos y el perejil y añadimos la sal. Damos la vuelta a los lomos y volvemos a tapar y dejamos hasta que se haga la merluza, no mas de cinco minutos para que no se seque. Los ajitos quedaran blanditos y le dan un aroma muy rico.
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            • Preparamos tomate Raf a trocitos, le añadimos un chorreón de aceite, sal y vinagre (según el gusto) y lo servimos junto a los lomos de merluza.
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              • El resultado es exquisito y muy saludable!!

              No aceleres tu tiempo

              FRASES DE JORGE BUCAY

              La teoría de la discriminación alfabética: ¿Cómo tu apellido determina el éxito que tendrás en la vida?


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              A los padres les suele resultar muy difícil encontrar un nombre para su bebé. Sin duda, es una decisión importante ya que será el nombre que lleve durante toda su vida. Y ese nombre tendrá consecuencias. De hecho, existen numerosos estudios que demuestran que el nombre ejerce un poderoso efecto a nivel inconsciente en las personas con las que nos relacionamos. Sin embargo, el apellido también es importante, ¡y mucho!

              Curiosamente, se conoce que muchas parejas comparten la primera letra de su apellido, una cifra tan grande que no se debe simplemente al azar. E incluso es posible que los apellidos influyan en nuestra decisión de voto. En este sentido, una investigación realizada para la campaña electoral del año 2000 en Estados Unidos desveló que las personas cuyo apellido comenzaba con la letra “B” eran más propensas a votar a Bush y aquellas cuyo apellido empezaba con “G” preferían a Gore.

              La sorprendente teoría de la discriminación alfabética


              En el año 2006 un economista estadounidense analizó los apellidos de las personas que habían realizado investigaciones en el área económica de las diferentes universidades del país y descubrió que aquellos cuyo apellido comenzaba con las primeras letras del alfabeto no solo formaban parte de departamentos más prestigiosos sino que estaban más representados en la Sociedad Económica y habían ganado más Premios Nobel.

              Este investigador postuló que existe una “discriminación alfabética”, que probablemente es el resultado del hábito de colocar los nombres por orden alfabético, lo cual significa que aquellos cuyos apellidos comienzan con las primeras letras del alfabeto, suelen tener prioridad, o al menos parten con una ligera ventaja.

              De hecho, ¿sabías que 12 de los 20 primeros ministros del Reino Unido tenían apellidos que comenzaban con las primeras cinco letras del abecedario? Sin duda, es un número demasiado alto como para deberse a la simple casualidad.

              Hace poco otro psicólogo se preguntó si ese mismo efecto se podría aplicar fuera del ámbito económico. Después de todo, las listas alfabéticas también se aplican en los exámenes escolares o las entrevistas de trabajo, por ejemplo. ¿Esa pequeña diferencia obra del destino podría tener un efecto importante en sus vidas?

              Las 15.000 personas que participaron en el experimento simplemente debían indicar su género, edad y apellido, explicando además cuán exitosas habían sido en diferentes esferas de su vida. Los resultados desvelaron que las personas cuyos apellidos comenzaban con las primeras letras del alfabeto tendían a verse como más exitosas. Este efecto era aún más evidente cuando se trataba de sus carreras profesionales y el éxito laboral.

              Además, en el experimento se apreció un detalle importante: el “efecto del apellido” era aún más fuerte a medida que pasaban los años, lo cual indica que no es el simple resultado de las experiencias infantiles sino de un fenómeno cuyos efectos se incrementan a medida que pasa el tiempo.

              Por eso, los psicólogos concluyeron que la exposición constante a la discriminación alfabética termina marcando pequeñas diferencias a lo largo de la vida que, a la postre, pueden terminar teniendo un efecto decisivo.

              Mejor con "A" que con "Z"


              En realidad, solo podemos perfilar hipótesis que intenten explicar este efecto. Pero es probable que además del hecho de que los apellidos con las primeras letras del alfabeto pueden conferirles cierta ventaja a estas personas, también puede influir las asociaciones arbitrarias que solemos hacer.

              Por ejemplo, hemos asociado los “primeros” con los “mejores” y los “últimos” con los “peores”. Esa forma de pensamiento puede hacernos creer que, de alguna manera, las primeras letras del alfabeto son más positivas que las últimas. 

              Obviamente, todo esto ocurre a nivel inconsciente. De hecho, un curioso estudio realizado en la Universidad de California desveló que cuando las iniciales de nuestro nombre y apellidos forman una palabra positiva, la esperanza de vida de las personas aumenta en tres años. Para llegar a estas conclusiones se analizaron los certificados de defunción de California en un periodo de 26 años, una muestra de tamaño considerable.

              Por tanto, es probable que los símbolos y los significados compartidos tengan más peso en nuestras vidas de lo que estaríamos dispuestos a reconocer o aceptar.


              Fuentes:
              Einav, L. & Yariv, L. (2006) What’s in a surname? The effects of surname initials on academic success. Journal of Economic Perspectives; 20(1): 175–188.
              Pelham, B. W.; Mirenberg, M. C., & Jones, J. K. (2002) Why Susie sells seashells by the seashore: Implicit egotism and major life decisions. Journal of Personality and Social Psychology; 82: 469–487.
              Christenfeld, N.; Phillips, D. P. & Glynn, L. M. (1999) What’s in a name: Mortality and the power of symbols. Journal of Psychosomatic Research; 47(3): 241–254.
              Rincón de la Psicología ~ 10:00

              Antonio de Ulloa: ¿descubridor del platino?


              Lo conocemos como el más caro de los metales preciosos, tal vez debido a que las tarjetas de crédito de platino y los discos de platino superan en prestigio a sus equivalentes de oro. Lo cierto es que el precio de mercado del platino no necesariamente es siempre mayor que el del oro, al que de hecho supera en abundancia en la corteza terrestre. Pero su uso en joyería lo ha convertido en material de lujo, y ello a pesar de que el significado de su nombre original es humilde: platina, o “pequeña plata”.
              Quien así lo nombró fue el militar y explorador español Antonio de Ulloa, a quien algunas fuentes acreditan como descubridor del platino, ya que lo dio a conocer en Europa; por el contrario, otros atribuyen este mérito a los científicos británicos que lo trajeron al viejo continente y estudiaron sus propiedades. El tercer centenario del nacimiento de Ulloa es una ocasión propicia para recordar su figura y revisitar la controversia que envuelve la autoría del hallazgo del más exclusivo de los metales preciosos.
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              Retrato de Antonio de Ulloa. Autor: Andrés Cortés y Aguilar
              Antonio de Ulloa y de la Torre-Giralt (12 de enero de 1716 – 5 de julio de 1795) fue el segundo hijo de una familia influyente y acomodada de Sevilla. Su carrera en la marina le llevó desde joven a cruzar el Atlántico: a los 19 años se unió, en compañía de Jorge Juan y Santacilia, a la Misión Geodésica Francesa destinada a medir un arco de meridiano en la América ecuatorial con el fin de determinar la forma de la Tierra. Fue entonces cuando Ulloa tuvo conocimiento de una impureza metálica en el oro americano, a la que denominóplatina. Según explica a OpenMind el químico e historiador Luis Fermín Capitán Vallvey, catedrático de la Universidad de Granada (España), “la platina se conoce en el Virreinato deNueva Granada como acompañante del oro en la región de Chocó [actual Colombia] desde 1690; razón por la cual recoge Ulloa la escueta noticia de su existencia al pasar por Popayán, en cuya Casa de la Moneda la platina es un problema recurrente”.
              Ulloa emprendería el regreso a España en 1745. Tres años después publicó junto con Jorge Juan su Relación Histórica, en la que describía por primera vez la platina como una piedra de las minas de lavadero “de tanta resistencia, que no es fácil romperla, ni desmenuzarla con la fuerza del golpe sobre el yunque de acero”, y que “ni la calcinación la vence”. Algunas fuentes sugieren que Ulloa llevó a España alguna muestra del metal; sin embargo, según Leslie B. Hunt, coautor del libro A History of Platinum and its Allied Metals (Johnson Matthey, 1982), “no hay pruebas reales de esto”.
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              Pepita de platino nativo, de la mina de Kondyor (Rusia). Crédito: Heinrich Pniok
              Mientras tanto, el platino ya era objeto de estudio en Inglaterra. En 1741 el británicoCharles Wood encontró en Jamaica unas muestras del metal, traídas de contrabando desde Cartagena de Indias. Wood realizó ciertos experimentos y envió el material al médicoWilliam Brownrigg, quien continuó estudiando el nuevo metal en Gran Bretaña para después presentar sus resultados a William Watson, miembro de la Royal Society. Este, a su vez, introdujo la platina al estamento científico británico, como quedó reflejado en la revistaPhilosophical Transactions entre 1749 y 1750.
              Cabe destacar que Watson se refería al metal por el nombre acuñado por Ulloa, “platina”, y que en su presentación a la Royal Society escribía: “Esta sustancia no se menciona en ningún autor que yo haya encontrado, excepto por nuestro valioso hermano Don Antonio d’Ulloa”. En una carta posterior, Brownrigg le agradecía a Watson que hubiera añadido esta mención. De hecho, Watson y Ulloa llegaron a conocerse: durante su viaje de regreso desde América, el español fue detenido en alta mar por la marina británica y encarcelado en Londres, donde posteriormente fue liberado con el reconocimiento de la Royal Society; no antes de que todos sus documentos fueran concienzudamente examinados.
              El origen americano del platino otorgaría a España una posición inicial de privilegio en su comercio internacional. Pero a pesar de aquel monopolio y de la innegable relevancia de Ulloa en la historia del platino, otra cuestión es que el español merezca el crédito del descubrimiento. El metal ya era conocido por las culturas precolombinas, y en Europa existía una mención a esta tenaz impureza fechada en 1557, en los escritos del italianoGiulio Cesare ScaligeroPero sobre todo, para algunos expertos la paternidad de un elemento debe recaer en los científicos que lo aíslan y estudian. Un ejemplo es el wolframioo tungsteno, que se considera una aportación española gracias al trabajo de los hermanos Elhúyar, pese a que la existencia del elemento había sido sugerida, y su nombre acuñado, por otros autores.
              En el caso del platino, Ulloa no investigó sus propiedades. Según Capitán Vallvey, el explorador “no tiene en ese momento conocimientos químicos ni medios”; su papel consistió en “dar a conocer en Europa la existencia de la platina”, pero no debe confundirse “la difusión de la existencia de un nuevo material con el descubrimiento de un nuevo metal”. El químico e historiador juzga que “el descubrimiento de la platina como un nuevo metal y posteriormente como un conjunto de metales (los seis elementos del grupo del platino) hay que reservarlo a Wood y Brownrigg”. No obstante, aclara que “esto no significa en modo alguno quitar importancia al papel de Ulloa, sino no atribuirle lo que no le corresponde”; para Capitán Vallvey, Ulloa perdurará en la memoria como “ejemplo de hombre ilustrado, aunque no fuera él quien descubrió el platino”.
              Javier Yanes para Ventana al Conocimiento
              @yanes68