Ahora que los tomates ya empiezan a tener buen sabor de verdad, no me canso de añadirlos a todas las comidas, no solo en ensaladas. En platos templados y fríos combina muy bien con la carne cocinada de ave, y un toque de queso sabroso como el emmental dejar bien jugoso el relleno de estos crêpes. Si os gustan más finos podéis ajustar el espesor de la masa añadiendo más leche o un poco de agua, y cocinándolos en una capa mucho más ligera a la hora de añadirla a la sartén.
Ingredientes para 4-5 crêpes
- Para la masa: 10 g de mantequilla sin sal, 80 g de harina de repostería, 1 pizca de sal, un poco de tomillo o romero, 2 huevos L, 120 ml de leche, mantequilla o aceite para engrasar.
- Para el relleno:sobras de pollo asado troceado, 2 tomates ligeramente maduros, queso emmetal rallado, orégano, pimienta negra, aceite de oliva virgen extra, sal.
Cómo hacer crêpes de pollo asado, tomate y queso emmental
Derretir la mantequilla y dejar enfriar un poco. Disponer la harina en u recipiente mediano, añadir la pizca de sal y el tomillo o romero y mezclar con unas varillas. Formar un hueco y añadir los huevos ligeramente batidos, la leche y la mantequilla. Mezclar todo bien hasta tener una masa líquida sin grumos.
Tapar con plástico film y dejar reposar unos 20 minutos en la nevera. Engrasar una buena sartén o plancha antiadherente con mantequilla o aceite y calentar. Añadir cucharones de masa, girando la sartén para extenderla bien y dejar los crêpes finos, o del grosor que más guste. Cocinar un par de minutos por cada lado a fuego medio. Retirar a un plato y repetir con el resto de masa.
Para formar los crêpes, repartir en la mitad de cada unidad unas rodajas finas de tomate, carne de pollo asado desmenuzado y queso emmental rallado. Salpimentar y añadir orégano y un poco de aceite de oliva virgen extra. Cerrar por la mitad y calentar un poco para que el queso se derrita ligeramente.
Tiempo de elaboración | 50 minutos
Dificultad | Fácil
Dificultad | Fácil
Degustación
Los crêpes de pollo asado, tomate y queso emmental son perfectos para un almuerzo perezoso en casa de fin de semana, o para una cena sin complicaciones. Lo bueno es que apenas tenemos que cocinar nada, podemos reaprovechar sobras de otras comidas y la masa de los crêpes se puede dejar lista con antelación en la nevera. Si sobran, lo mejor es guardarlos bien envueltos en plástico film y darles un golpe de calor justo antes de servir. Aunque a mí me gusta que se resequen un poco, lo confieso, era el capricho que compartía con mi hermano siendo niños con las sobras de crêpes que preparaba mi padre.