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8 preguntas que debes plantearte antes de romper con tu pareja

Pareja


Ante decisiones tan importantes como esta, merece la pena seguir estrategias para elegir bien.

8 preguntas que debes plantearte antes de romper con tu pareja
Imagen: Lian Chang
Arturo TorresArturo TorresPsicólogo



Si algo caracteriza el mundo de las relaciones amorosas es su carácter irracional y pasional. Cuando nos enamoramos, ganamos una forma más de ilusionarnos y de experimentar la vida intensamente, pero también perdemos cierta capacidad de tomar decisiones racionalmente. Esto se debe en parte a un cambio en el funcionamiento de nuestro cerebro cuando el enamoramiento nos invade , algo que ha hecho que el amor pueda ser entendido como algo parecido a una droga.
Por supuesto, esta "pérdida" de raciocinio no tiene por qué ser un drama. En muchos casos, al empatizar con la otra persona pasamos a disponer de una segunda opinión muy valiosa que nos ayuda a mantener los pies en el suelo. Sin embargo, muchas veces los problemas llegan cuando hay que tomar una decisión racional sobre el futuro de la propia relación de pareja
En los casos en los que nos planteamos terminar con nuestros noviazgos o matrimonios estamos solos, y por mucho que lo que vayamos a hacer afecte a la persona por la que sentimos muchas cosas (y muy complicadas) las opiniones que de verdad importan son las nuestras. ¿Cómo tomar una decisión bien fundamentada sobre el tema?

Preguntas a plantearse antes de terminar una relación

No existe una solución universal válida para todas las personas: cada persona es un mundo y las circunstancias que vivimos son únicas. 
Sin embargo, estas preguntas para saber si deberíais romper te pueden ser de mucha ayuda para reflexionar acerca de lo que sientes.

1. ¿Llegué a esa persona buscando un modelo de "pareja ideal"?

Esta pregunta es útil para saber si más que estar con una persona de carne y hueso, hemos iniciado una relación con un supuesto prototipo de la pareja que habíamos estado buscando, es decir, alguien que aparentemente se amolda a las ideas preconcebidas de cómo debía ser ese novio, novia, marido, etc. A veces, las expectativas demasiado rígidas (que no altas) son más un problema que una ayuda en nuestras vidas afectivas.

2. ¿Aprendo de esa persona?

Una de las razones de ser de una relación de pareja es sentirnos estimulados emocional, intelectual e incluso existencialmente por la otra persona. Por eso, antes de romper es bueno preguntarse si se ha llegado a un estancamiento definitivo o si nos da la sensación de que aún es posible seguir creciendo juntos.

3. ¿Me planteo romper por algo que me choca y no entiendo?

A veces, las dudas de si cortar o no surgen cuando súbitamente ocurre algo que pone en duda todo lo que creíamos saber de la otra persona (una infidelidad, por ejemplo). Merece la pena recordar que no hay leyes naturales que digan "cuando pasa esto, se debe romper". Lo que importa es tu percepción de esos hechos, y por eso es importante que si crees que no entiendes algo, des la oportunidad para que se aclare algo más.

4. Me están esclavidando?

Esta pregunta está relacionada con la anterior. Hay veces que en vez de tomar decisiones libremente, reaccionamos a ideas que uno mismo se autoimpone acerca de su propia identidad, sin ninguna razón aparente más allá de tener un autoconcepto muy delimitado y estable. Aunque parezca mentira, a veces se dan situaciones que vistas desde fuera parecen absurdas pero que quien las vive en primera persona se toma muy en serio.
Por ejemplo, quizás en el pasado nos prometimos que la pareja debía llevarse bien con nuestras amistades, a causa de una visión extremadamente romántica de las cosas que llegó a transformarse en un dogma de vida.

5. ¿Estoy en una relación tóxica?

Es importante tomar una perspectiva distante y preguntarse si estamos en una relación tóxica, es decir, una en la que al menos uno de los miembros de la relación comete algún tipo de abuso contra la otra o encuentra placer en hacerla sentirse mal.

6. ¿Me encuentro en una situación de relativa calma?

A la hora de plantearse si romper o no con la relación, es necesario asegurarse que no se está pasando por un pico de estrés. Las fases agudas de ansiedad no solo hace que perdamos la perspectiva de las cosas, incluso influyen marcadamente en nuestra capacidad de memorizar hechos que nos ocurren, de manera que podemos deformar tanto los hechos pasados que creamos falsos recuerdos.

7. ¿Me pueden las presiones de los demás?

En algunos casos, es posible que la presión de otras personas nos empuje a tener problemas con nuestra pareja. Por ejemplo, la negativa de un padre o una madre a aceptar a la pareja por motivos religiosos, por racismo, etc. En estos casos hay que tener claro que sí existe un problema, pero este no está en la relación amorosa sino en la relación con esas personas que presionan desde fuera.

8. ¿Confío en mi propia capacidad de decisión?

A veces le damos muchas vueltas a algo simplemente porque partimos de la idea de que todo lo que opinemos es muy cuestionable y, posiblemente falso. En ocasiones, esto nos lleva a darle demasiada importancia a la opinión de los demás. Es imprescindible tener claro que nadie conoce mejor a una persona que ella misma, y por consiguiente el criterio más formado lo tiene uno, acerca de su propia vida.