Un grupo de científicos ha bajado por tres semanas un equipo a unos 11 kilómetros de profundidad en el Pacífico para grabar el sonido del ambiente. Los resultados han sido sorprendientes.
“Se podría imaginar que el lugar más profundo del océano era uno de los más tranquilos del planeta”, afirmó Robert Dziak, el científico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
“Sin embargo, se oye un ruido casi constante proveniente de fuentes tanto naturales como artificiales”, dijo el investigador, citado en el portal de la Universidad Estatal de Oregón.
El campo acústico en el abismo de Challenger de la fosa de las Marianas es dominado por el sonido de terremotos, tanto cercanos como lejanos, distintos gemidos de ballenas, tormentas que pasan por encima y el ruido de las hélices de naves.