MAPA DE VISITAS

10 LUGARES QUE PUEDES ADMIRAR EN TRANVIA

No hay forma más romántica de experimentar el estilo de vida de las grandes capitales del mundo, ver y admirar todos los lugares sin prisas, atascos, ni peligros,  que comprando una boleta para viajar en un encantador tranvía. Durante más de 200 años, algunos de los lugares más bellos del mundo pueden ser admirados a través de ellos. Te sorprendería conocer aquellas ciudades en las que puedes disfrutar de un paseo nostálgico mientras disfrutas de las vistas en estas clásicas máquinas. 

Estocolmo, Suecia
Disfrutar de la capital de Suecia, Estocolmo, la tierra de los angelicales niños rubios, las albóndigas, ABBA y las saunas, es una delicia. Esta ciudad fue construida sobre 14 islas, conectadas por la friolera de 57 puentes. En verano puedes disfrutar de 21 horas de luz solar (¡sólo 6 en invierno!), lo que te da un montón de tiempo para tomar un tranvía y recorrer esta obra de arte gótica convertida en ciudad.
2. Melbourne, Australia
Melbourne es, sin duda, la ciudad más sofisticada y relajada del hemisferio sur. Sus líneas de tranvía han estado funcionando desde la edad de oro del tranvía, y aquí se pued
3. Nueva Orleans, EE.UU
El tour St. Charles muestra las maravillas de los tranvías, y la forma en que realmente pueden ayudar a la ciudad a mostrar sus glorias. Montarte en uno de ellos y pensar en toda la historia asociada a Nueva Orleans acelerará tu corazón, y te hará sentir totalmente orgulloso de estar en una ciudad que ha renacido después de su  terrible calamidad pasada.
4. Hong Kong
Hong Kong es una ciudad sorprendente, una potencia oriental tanto en la cultura como en los negocios.  En Hong Kong también cuentan con la novedad  británica del tranvía de dos pisos, que llegó a este país sin perder la comodidad y el confort.
 es montar en maravillosos modelos antiguos y muy elegantes.  Melbourne tiene un estilo tanto contemporáneo como victoriano, por lo que sus tranvías tienen lo mejor de ambos mundos.
5. Estambul, Turquía
La antigua capital del Romano de Oriente (Imperio bizantino) Constantinopla, o como el victorioso imperio turco comenzó a pronunciarlo, Estambul, es otro claro ejemplo de las identidades mixtas que se pueden presenciar en muchas de las grandes ciudades del mundo. Subir y bajar del tranvía te harán apreciar sus diferentes ambientes: clásico, islámico, medieval y moderno.
6. Amsterdam, Holanda
La capital de Holanda, Ámsterdam, es la ciudad arquetípica del norte de Europa continental. En ella puedes experimentar la fenomenal arquitectura, los sinuosos canales y los atractivos lugares modernos. Los tranvías aquí son muy eficientes y modernos, por lo que son grandes aliados a la hora de conocer la ciudad sin el estrés de tomar una bicicleta en un lugar extraño.  
7. Praga, República Checa
Con un sistema de tranvía establecido durante la edad de oro del tranvía, la Praga medieval se ve mejor si montas en uno de estos carritos característicos de color rojo y blanco. Praga actualmente es una de las ciudades favoritas del mundo, y qué mejor que sentarse y disfrutar del colorido espectáculo de sus callecitas desde la tremenda comodidad de tu asiento en el tranvía.

8. Budapest, Hungría
Budapest es otra gran ciudad capital en donde podrás experimentar lo mejor del estilo de vida de Europa del Este desde la ventana del carro. Es un eufemismo decir que este maravilloso lugar es conocido como uno de las ciudades más impresionantes de todo el mundo.
9. San Francisco, EE.UU
Además de ser una ciudad ejemplar y maravillosa, los teleféricos de San Francisco también son muy útiles  ¿Cómo podrían los visitantes disfrutar de todos los lugares que esta ciudad tiene para ofrecer sin estos súper tranvías? Olvídate del tráfico, de caminar de arriba y abajo, y de de esas notorias colinas, y viaja en tranvía por una de las ciudades más atractivas de América. 
10. Lisboa, Portugal
Lisboa es otra ciudad demasiado formidable para los caminantes. Pero es aquí, en la antigua vía del tranvía, donde se rescatan todos los pasos de los caminante que circularon por estas hermosas y pintorescas calles antiguas. Si vas a Lisboa no puedes dejar de montarte en esta reliquia vintage que hará de tu estadia una experiencia placentera.

MUSICA - Joan Manuel Serrat y Pasión Vega , LUCÍA.


CRISIS DE VALORES


NO ES MALO EQUIVOCARSE


No es malo equivocarse
En mi opinión, equivocarse no es malo. Equivocarse es, solamente, una de las posibilidades cuando se toma una decisión. O cuando no se toma.
Conviene leer lo que viene a continuación como un concepto general y no aplicándolo a un caso concreto en el que se esté pensando –que además siempre es el peor-. Conviene salirse de las situaciones de nuestra vida en las que una equivocación ha provocado un resultado desagradable. Ya veremos más adelante qué se puede hacer para evitar que eso vuelva a suceder.
Cuando tenemos que tomar una decisión, y para hacerlo lo mejor posible, deberíamos contar con una serie de requisitos que, por lo general, no se cumplen.
Deberíamos disponer de una mente privilegiada, de una sensibilidad especial, de dotes para adivinar el futuro, de un Máster en Psicología, de un doctorado en Relaciones Públicas, de los conocimientos que han acumulado todos nuestros predecesores de todas las culturas de los últimos veinte siglos, de un tacto infalible, de una preparación especial que no hemos recibido, de la Sabiduría Divina, de la calma de un Yogui, de la asesoría personal y directa de un Maestro, del don divino de la Infalibilidad, de la capacidad de abstraernos del asunto para que no nos afecte emocionalmente, de otra educación distinta de la que hemos tenido en la que primasen los Conocimientos de la Vida, de ecuanimidad… y aún juntado todas estas premisas aún quedaría la posibilidad de equivocarse  con la decisión.
Estadísticamente, los asuntos a resolver tienen una posibilidad de ser bien resueltos y millones de posibilidades de resolverlos mal. No sé si esto consuela, pero es la realidad.
Esto lo he escrito ya varias veces: No estamos preparados para la vida y para resolver los asuntos que se nos van presentando en la vida, pero nos exigimos como si fuésemos expertos.
Es posible que el enfado que surge cuando nos equivocamos sea un enfado de nuestro ego, que se siente molesto porque su aspiración es la perfección y no entra entre sus posibilidades la equivocación.
El Ser Humano, en cambio, debería reconocer sin problemas que la equivocación forma parte de la vida, que es una de las posibilidades con fuerza, que no siempre depende de uno el tener la solución adecuada.
Al margen de que es posible que nunca lleguemos a saber si la solución que aparentaba no ser una equivocación con el tiempo demuestre que sí lo era, o la que aparentaba ser la errónea demuestre que era la adecuada aunque entonces no lo pareciera.
Esto de ser Humano es lo que tiene: nunca se llega a conocer todo de todo. Sólo tenemos una vida y sin marcha atrás.
Por encima y por delante de la rabia o rabieta que se produce cuando uno se equivoca debe estar la preservación de uno mismo y el respeto hacia la propia dignidad. Uno debe ponerse a salvo de esas explosiones descontroladas momentáneas y uno debe evitar el autodesprecio, el enfado incontrolado contra uno mismo, los arrebatos de mal carácter…
Todo lo que sucede debido a una equivocación es temporal. Nada es indefinido ni tenemos que permitir que se convierta en continuo.
La comprensión y la aceptación que llevan al perdón deben estar alerta para presentarse inmediatamente. Tienen prioridad. Hay que comprender que uno es Humano, lo que quiere decir que tiene el derecho congénito a equivocarse; uno no es perfecto y no es Dios: es uno mismo y es Humano. Y así hay que aceptarlo, porque oponerse a ello o negarlo es inútil y es absurdo.
Es interesante salirse del propio conflicto para verlo desde fuera, preferiblemente de un modo desapasionado, para poder valorarlo en su justa medida y no hacer un drama trágico de cada equivocación.
Conviene respetarse, no agredirse, no despreciarse, no enemistarse consigo mismo.
Y conviene también ponerse a salvo de sí mismo y de los propios ataques, de la enajenación y el despropósito, del desprecio y el castigo.
Porque es en esos momentos precisamente cuando uno ha de demostrarse amor y quién es.
“Me he equivocado… puse mi mejor intención y supuse que era lo correcto, pero parece que me he equivocado… ¡qué se le va a hacer!... lo haré mejor en la próxima ocasión. Aún sigo aprendiendo”. Esta es la actitud correcta: acogerse en el corazón con el corazón. Estar en esos momentos más cerca de Uno Mismo. Ofrecerse un regazo y cobijo.
Es el momento de admitir y acoger sin condiciones a ese Ser desvalido y pequeño que uno es, a ese eterno aprendiz, a esa persona cargada de buena voluntad que no siempre acierta en sus decisiones.
Es el momento de demostrarse el Amor Propio. Amor a Uno Mismo.
Te dejo con tus reflexiones…
(Si te ha gustado, ayúdame a difundirlo compartiéndolo. Gracias)