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LAS MUJERES SE ENAMORAN POR EL OIDO Y LOS HOMBRES POR LOS OJOS


Posted: 14 Jul 2015 01:05 AM PDT

Las mujeres se enamoran por el oído y los hombres por los ojos

"Enamorarse es fácil, es un proceso psicológico que necesita tres etapas: admiración, deseo y necesidad de compartir. Lo difícil es mantenerlo."

Qué es el amor, tanto desde un punto de vista científico como psicológico descriptivo:

Gracias a la abundante bibliografía que existe sobre el tema, sabemos que el impulso sexual se produce en una parte del cerebro que es el cortex cingulado anterior y que en el momento del enamoramiento, cuando esta atracción se hace selectiva, actúa la dopamina, un neurotransmisor que se activa igualmente por efecto de algunas drogas como la cocaína, la heroína o el alcohol, de ahí que a menudo se diga que el enamorado está “como drogado”.

El enamoramiento pasa por tres procesos psicológicos:

Del mismo modo sabemos, desde un punto de vista psicológico, que el enamoramiento tiene tres síntomas fundamentales: primero admiración, luego un deseo hacia la persona amada, que no deja de estar en nuestros pensamientos y por último la necesidad de compartir. Sin embargo y a pesar de todos estos avances científicos que nos ayudan a la compresión del fenómeno, el amor sigue siendo la asignatura pendiente de las sociedades occidentales. Para el catedrático en Psiquiatría y director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas, el prestigioso doctor Enrique Rojas, “las rupturas de pareja son en este momento la primera epidemia mundial por delante del sida, las drogas o las depresiones, es una epidemia de proporciones descomunales en medio mundo”.

¡Qué facil es enamorarse y qué laborioso es mantenerse enamorado!

“El amor es un trabajo, obliga a una entrega constante. Dice un texto de un poeta español del siglo XI, Ibn Hazm de Córdoba, ‘corazón que no quiera sufrir dolores, pase la vida libre de amores’. El amor es lo que mueve el mundo lo que pasa es que la palabra amor está falsificada, a cualquier cosa se le llama amor. Hay un abuso de esta palabra”, explica el psiquiatra Enrique Rojas, que añade:

 “Qué fácil es enamorarse y qué laborioso mantenerse enamorado”.


Para el psiquiatra hay mucha falta de formación en torno a la afectividad. “A partir de mayo del 68 ha habido un cambio muy importante en el mundo que es la revolución sexual. Esto significa que muchas veces, antes de que haya una relación afectiva las parejas mantienen sexo, por lo que tenemos una sociedad donde las personas son utilizadas como si fueran cosas. Por otro lado se produce la confusión de que a la relación sexual se le llama amor”, explica. Según Enrique Rojas, para que el amor lo sea de verdad debe tener cuatro ingredientes, debe ser físico o sexual, psicológico, espiritual y biográfico, es decir, hay dos historias que se cruzan.

En efecto, según datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes a 2012 – los últimos de los que se dispone – se produjeron en España 110.764 separaciones, nulidades y divorcios y eso que la crisis ha llevado a muchas parejas a posponer la ruptura debido a los costes que conlleva. Teniendo en cuenta que en 2012 contrajeron matrimonio 168.834 parejas, tenemos una proporción aproximada de tres rupturas por cada cuatro matrimonios.


El hombre se enamora por la vista y las mujeres por el oído

Pese a que pueda parecer un tópico, desde el punto de vista psicológico existen notables diferencias entre el amor desde el punto de vista del hombre y de la mujer. “En occidente el hombre se enamora por la vista y la mujer por el oído”, afirma Enrique Rojas. Según su opinión, las mujeres saben mucho más de psicología y de sentimientos que el hombre y salvo en casos excepcionales de hombres intelectuales o muy espirituales, el hombre se comporta de un modo primario en las relaciones, mientras que la mujer es mucho más secundaria. “La mujer sabe lo que es enamorarse y buscar la belleza interior, mientras que el hombre se queda a menudo en la exterior”, asegura.


Los hombres se enamoran más deprisa que las mujeres

En efecto, aunque hombres y mujeres son igual de apasionados, se ha descubierto que los hombres se enamoran más deprisa que las mujeres, ya que presentan una mayor actividad en una pequeña región cerebral asociada con la integración de estímulos visuales. “Este comportamiento tiene una función evolutiva ya que los hombres hace millones de años tenían que mirar bien a la mujer para ver si sería una buena candidata para darle un hijo saludable”, asegura Carolina Bayo, coordinadora del taller ‘La química del amor’, que se imparte en la Casa de la Ciencia de Sevilla. 

“En el caso de las mujeres – continúa – estas poseen una mayor actividad en una de las tres áreas diferentes asociadas con la memoria y la rememoración porque durante millones de años, la mujer tenía que recordar el comportamiento del hombre y no le bastaba con mirarle para saber si era buen padre o marido”.

Tal y como explica Eduardo Punset en el libro ‘El viaje al amor’, enamorarse depende en gran medida “de nuestras experiencias y de aprendizajes pasados”. Tanto es así que muchos psicólogos ven en ese deseo de ser amado un retorno a la infancia. El neurólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ranulfo Romo, considera que sin memoria no hay concepción del mundo, ni tampoco del amor. “Ante un estímulo externo, la parte primordial del cerebro activa una sensación de bienestar. Para que esta sensación se transforme en un sentimiento de amor o una emoción de felicidad hace falta que el pensamiento se ponga a hurgar en la memoria”. Cuando la mente no encuentra nada en la memoria que pueda compararse al estímulo externo, “entonces nace el amor que fusiona a la pareja”.

Mientras más mayores en pareja, más felices

Según afirma Elkhonon Goldberg, catedrático en neurología de la Universidad de Nueva York, el nivel de felicidad en la pareja aumenta con una edad avanzada. Los mayores de 65 años son más felices – escribe Eduardo Punset – por dos razones: por un lado su archivo de datos y recuerdos es más amplio y por otro, se ha dado una mayor sofisticación en sus experiencias amorosas, que son gradualmente más ricas y complejas. 

Según afirma el psiquiatra Enrique Rojas, el amor en la adolescencia está en el baile hormonal. Son amores pasajeros, transitorios y muy diferentes de los amores sólidos. Para enamorarse realmente hay que tener un proyecto de vida, “enamorarse es decirle a la persona amada que no entiendes la vida sin ella, que es parte fundamental de tu proyecto”.


Para mantener vivo el amor, es físicamente imprescindible, verse....

El amor es un sentimiento de atracción que se produce ante una persona y que produce un cambio positivo en la conducta que da lugar a un enamoramiento. Para Enrique Rojas el amor verdadero, que nace de un enamoramiento firme, apasionante y sosegado, “lleno de vida y con capacidad de ser racionalizado, es el que busca el bien en el otro”. Es relativamente fácil enamorarse pero mucho más difícil mantener viva su llama.

El romanticismo parece no concebir otro amor que el eterno y sin embargo, la ciencia nos dice que la frecuencia de los estímulos a nivel celular definen la intensidad de de una emoción. Las señales eléctricas que utilizan las células nerviosas para comunicarse son muy parecidas, al margen de la fuerza o duración del estímulo exterior que las provoca. La intensidad no depende por tanto del deseo generado por el estímulo exterior, sino de la frecuencia con que se produce. De ahí la necesidad de ver, oír y sentir al ser amado para mantener vivo el amor.

A nivel psicológico, además, hay que tener en cuenta otras circunstancias, aunque el primer gran error es equivocarse en las expectativas. “Para enamorarse hay que mantener unas expectativas bajas, no esperar tanto del amor como del esfuerzo personal. Eso es madurez”, afirma Enrique Rojas.

El reputado psiquiatra nos ofrece cuatro consejos o ingredientes para evitar errores en la vida en pareja:

Evitar las discusiones innecesarias. No sacar la lista de agravios del pasado. La felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria o lo que es lo mismo, la vida no funciona sin una buena dosis de olvido. Aprender a perdonar. El perdón es un gran acto de amor. Tener un crecimiento recíproco de la pareja. 

CARTA DE ALBERT EINSTEIN A SU HIJA

albert einstein carta a su hija Esta Carta Titulada El Amor de Albert Einstein a Su Hija Te Va Hacer Pensar
A finales de los años 80, Lieserl, la hija del célebre genio, donó 1.400 cartas escritas por Einstein a la Universidad Hebrea, con la orden de no hacer público su contenido hasta dos décadas después de su muerte.
Acá una de ellas… a Lieserl Einstein.
“Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo.
Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación.
Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR.
dios y el mal einstein Esta Carta Titulada El Amor de Albert Einstein a Su Hija Te Va Hacer Pensar
Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.
El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor.
Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.
Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites.
Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sintiente que en él habita, el amor es la única y la última respuesta.
Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada.
Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida.
Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta!”.
Tu padre: Albert Einstein”.
ALBERT EINSTEIN Biografia

QUIEN TE ENFADA TE CONTROLA


Hay situaciones que nos enfadan, simple y llanamente. Hay momentos en que no logramos dominar esa sensación de ira que va creciendo rápidamente en nuestro interior hasta estallar. También hay personas que ejercen ese mismo efecto. Puede tratarse de personas extremadamente perfeccionistas, demasiado críticas o gente que no se comprometen. De una forma u otra, lo cierto es que sus comportamientos y actitudes terminan haciendo mella en tu equilibrio psicológico, te desestabilizan y generan ira.

Sin embargo, en realidad esa persona no es la culpable de que estés enfadado. No te has enfadado por su culpa, has sido tú quien le has dado el permiso para hacerlo, has permitido que su comportamiento tenga una resonancia en tu interior, has permitido que te desestabilice. Después de todo, debemos recordar que solo puede hacernos daño aquello que realmente nos importa. 

Por eso, cada vez que dejamos que una persona desate nuestra ira, es como si dijéramos “lo que piensas sobre mí, es más importante que lo que yo mismo pienso”. De esta manera, cedes el control y le das poder al otro, pierdes la batalla antes de empezar.

Tus emociones son solo tuyas


Carl Rogers afirmó “Reconocer que ‘yo soy el que elige’ y que ‘yo soy el que determina el valor que una experiencia tiene para mí’, enriquece pero también atemoriza”. Y es que cuando nos enfadamos, tenemos la tendencia a apuntar el dedo hacia los demás. 

Poner el foco fuera de nosotros es más fácil porque así nos liberamos de cualquier responsabilidad y evitamos tener que trabajar para controlar ese enfado. Es más fácil culpar a otro por nuestra ira que buscar las causas en nuestro interior. Después de todo, nos han enseñado a pensar que el enfado es una respuesta ante determinadas condiciones del medio. 

Sin embargo, esta es tan solo una pequeña parte de la verdad. Lo cierto es que nuestras emociones y sentimientos son nuestra responsabilidad porque, si bien no podemos elegir cómo sentirnos ante determinadas circunstancias, podemos elegir cómo reaccionar ante ello, tenemos la capacidad de modular nuestras reacciones y mantener el control.

Por eso, cada vez que dejamos que alguien nos enfade, estamos cediendo el control, estamos dándole una importancia que probablemente no tiene y, sobre todo, dejamos que nos arrebate algo muy preciado: nuestra estabilidad emocional.

Aceptar que las emociones son nuestras y que podemos elegir cómo reaccionar puede atemorizar porque implica asumir una responsabilidad enorme, pero, a la vez, abre un mundo de nuevas posibilidades porque nos invita a conocernos mejor, a bucear dentro de nosotros para comprender por qué reaccionamos de determinada manera.

¿Cómo mantener la calma?


Si lo pensamos bien, reaccionar con enfado ante alguien es como poner en sus manos nuestra estabilidad emocional. Sin embargo, ¿le confiarías tu equilibrio psicológico a un desconocido que, por demás, es descortés y te resulta antipático? Desde el punto de vista racional, la respuesta es un rotundo "no". Sin embargo, desde el punto de vista emocional, es lo que hacemos cada vez que nos enfadamos. Por eso, es importante aprender a mantener la calma. Responder con tranquilidad empodera. Y mucho.
1. Descubre el origen del enfado. Normalmente la persona que tienes delante no es sino la llama que ha prendido la mecha. Puede ser que en realidad estés enfadado porque has tenido un mal día, porque algo no salió como esperabas o porque tenías demasiadas expectativas puestas en ese encuentro. De una forma u otra, la causa del enfado se encuentra dentro de ti, no tiene sentido buscarla fuera. Ese pequeño ejercicio de insight te permitirá cambiar el foco del exterior al interior, y ese simple cambio de perspectiva ya te permitirá retomar las riendas de la situación.

2. No lo tomes como algo personal. La mayoría de las veces nos enfadamos porque asumimos el comportamiento o la actitud de la otra persona como un ataque personal. Sin embargo, casi nunca es es así, se trata de una interpretación errónea. Básicamente, lo que sucede es que nuestro ego, que a menudo es desmesurado, nos hace pensar que determinadas situaciones son un ataque personal, porque nos hemos sobre identificado con la experiencia. Por eso, es importante aprender a valorar las situaciones asumiendo una distancia emocional, así podrás desarrollar una perspectiva más objetiva y racional. El mundo no complota en tu contra, es solo una percepción distorsionada de un ego enorme.

3. Cambia la forma de pensar. Para mantener la calma en las situaciones más complicadas, puedes pensar que la ira es una especie de regalo. Si una persona está intentando enfadarte, puedes permitírselo, o no. Si aceptas ese “regalo”, te enfadarás y la persona habrá ganado poder sobre ti. Al contrario, si no lo aceptas, si no le sigues el juego a los insultos y las provocaciones, no tendrá más alternativa que guardar para sí todos esos sentimientos tóxicos. Recuerda que hay personas que van por el mundo como si fueran camiones de basura emocional, pero está en tus manos aceptar que descarguen esos sentimientos tóxicos o pedirles que los coloquen en otro sitio, lejos de ti. 

En todo caso, ten siempre en mente una frase de Aristóteles: “Cualquiera puede enfadarse, es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”.

¡Que tengas una bonita semana!
Rincón de la Psicología ~ 9:00

Días para mirar al cielo: los fenómenos astronómicos más relevantes del verano


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Probablemente nunca lo hayas pensado así, pero el firmamento es un teatro de variedades que nunca cierra donde el cielo es un gran escenario y la Luna, las estrellas y los planetas son los artistas del espectáculo. La programación cambia constantemente: hay obras de un solo día, otras que se repiten varias veces al año, algunas que varían por estaciones, las que solo se producen una vez al mes y también existen diarias. Estas obras llevan el título de lluvias de estrellas, eclipses, constelaciones...
Para disfrutar de esta amplia programación la mejor época es sin duda el verano. Y no tanto porque la oferta de espectáculos sea mayor, sino porque las condiciones son mucho más propicias. El buen tiempo libera el cielo de nubes, la buena temperatura anima a salir a la calle y las vacaciones invitan a trasnochar.
Este año la temporada estival ha empezado fuerte con Venus y Júpiter casi rozándose al caer en Sol. El fenómeno ha tenido su punto álgido las noches del 30 de junio y 1 de julio, aunque todavía hay tiempo para disfrutarlo: desde entonces ambos planetas se han ido separando poco a poco hasta que se alejen definitivamente el 15 de julio. Después llegará una lluvia de estrellas, la Luna Azul del 31 de julio y ya en agosto las famosas Perseidas.
Si quieres tenerlo todo más claro, aquí tienes las fechas más importantes del verano.
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