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Mente ansiosa: ¿Cómo piensa un ansioso?


La mente ansiosa sigue sus propios derroteros, como si tuviera vida propia. Quieres dejar de preocuparte pero no puedes. Quieres dejar de experimentar esa aprehensión pero te resulta imposible. Como resultado, la ansiedad termina sumergiéndote en una espiral marcada por los temores irracionales, las expectativas infundadas y las generalizaciones erróneas.

Para salir de ese círculo vicioso, es imprescindible comprender cómo piensa un ansioso, saber cuáles son las cartas mentales con las que juega la ansiedad para vencerla en su propio campo. Y esa "batalla" debe comenzar con la convicción de que la ansiedad no elimina los problemas del mañana, pero absorbe tu energía de hoy.

La terrible trampa de la atención selectiva 


Para entender el funcionamiento de la mente ansiosa, puedes imaginar que existen unas “gafas de la ansiedad”. Cuando te pones esas lentes, no puedes evitar ver el mundo a través de esos cristales, lo cual significa que percibes y procesas los estímulos del ambiente de manera distorsionada. Esas distorsiones dan pie a generalizaciones y reacciones emocionales que acrecientan aún más la ansiedad. 

En práctica, la mente ansiosa se centra de manera automática en los estímulos que considera amenazantes. El problema es que pone en marcha un mecanismo de atención selectiva según el cual, solo se enfoca en la parte más negativa de lo que sucede, obviando todo aquello que pueda ser positivo, reafirmante o reconfortante. 

La interpretación amenazante de la realidad 


Dado que la persona ansiosa ve el mundo a través de esas "gafas de la ansiedad", termina haciendo una valoración exagerada de las amenazas. La mente ansiosa interpretará un sonido en medio de la noche como un asesino que se acerca o el mal humor de la pareja como un signo inequívoco de que se avecina una ruptura. 

La ansiedad altera el procesamiento de los estímulos hasta llevarlos a cuotas de amenaza irracionales. Incluso los eventos ambiguos o inocuos son interpretados como posibles amenazas que incrementan el nivel de alerta. Para la persona ansiosa, ningún lugar es seguro porque su mente está buscando peligros constantemente. Obviamente, vivir en ese estado de zozobra pasa una enorme factura a nivel físico y emocional.

La profunda intolerancia a la incertidumbre 


Uno de sus principales problemas de llevar las "gafas de la ansiedad" es que no verás las señales de seguridad que son incompatibles con tus preocupaciones y la interpretación amenazante que ya has elaborado. En práctica, la mente ansiosa desecha cualquier señal que implique una disonancia cognitiva con su forma de interpretar lo que sucede. Por tanto, no verá que aunque su pareja está de mal humor, sigue teniendo detalles cariñosos, su mente solo girará en torno a la amenaza de separación. 

En el fondo, la persona ansiosa tiene grandes dificultades para lidiar con la incertidumbre y las informaciones aparentemente contradictorias. Cuando alguien sufre ansiedad, siente que no tiene ningún asidero del cual agarrarse, que no hay nada que la ate a tierra firme. Esa sensación de inestabilidad la impulsa a buscar frenéticamente la seguridad, y aunque pueda parecer contradictorio, la encuentra en el pensamiento de que el mundo es un lugar amenazante. De esta forma elimina la disonancia cognitiva pues subyuga sus percepciones a sus sensaciones y pensamientos.

Las generalizaciones erróneas 


La mente ansiosa suele sacar conclusiones precipitadas, actúa de manera impulsiva sin darse cuenta de que los lentes a través de los cuales ve el mundo están distorsionados. Como resultado, es habitual que llegue a generalizaciones erróneas que aumenten aún más el nivel de ansiedad. 

Para entender cómo piensa un ansioso, podemos imaginar que en su mundo todos los peligros, reales e imaginarios, están sobredimensionados. La persona ansiosa tiene pocos términos medios. Si un amigo le cuenta que lo ha mordido un perro, pensará que todos los perros son peligrosos. Si en el pasado su pareja le abandonó, pensará que nadie es de fiar. La mente ansiosa generaliza los acontecimientos puntuales convirtiéndolos en una amenaza latente, por lo que no es extraño que la persona viva en un estado de alarma y expectación constante.

La preocupación desmedida por el futuro 


Como resultado de esas generalizaciones erróneas, la preocupación se convierte en uno de los principales síntomas de la ansiedad. En un escenario ideal, la preocupación nos ayudaría a resolver el problema ya que nos conduciría a prepararnos para los posibles contratiempos y planificar los pasos a seguir. Sin embargo, en la mente ansiosa, la preocupación es totalmente contraproducente ya que no conduce a ninguna parte sino que mantiene a la persona dando vueltas sobre los mismos pensamientos automáticos recurrentes. 

Lo peor de todo es que normalmente esa preocupación por el futuro tiene un carácter vago y difuso. La mente ansiosa anticipa que algo malo va a ocurrir pero no sabe qué ni cuándo. Sabe que debe protegerse pero no sabe cómo hacerlo ya que no conoce a ciencia cierta el peligro. La persona ansiosa se preocupa por su desempeño, cuando debe dar un discurso, y recrea todo lo que puede ir mal, pero no se esfuerza mucho por prepararse para que todo vaya bien. Eso desencadena un estado permanente de agitación mental que suele provocar un gran desgaste psicológico. 

La sensación de no ser capaz 


Como colofón, la mente ansiosa cierra el círculo vicioso haciéndole creer a la persona de que no será capaz de enfrentar los problemas o adversidades. La persona ansiosa tiene una baja autoeficacia, lo cual significa que no confía en sus capacidades y potencialidades para hacerle frente al desafío. Si esa persona se ve a sí misma como débil e incapaz, se preocupará más por los resultados negativos que por elaborar una estrategia que le permita salir del agujero donde se encuentra. 

Cuanto mayores sean las dudas sobre su nivel de competencia, más aumentará la preocupación, lo cual a menudo suele dar paso a una indefensión aprendida. La persona ansiosa que debe enfrentarse a un examen, por ejemplo, se preocupará por la posibilidad de no aprobarlo. Al final terminará pensando que no puede pasarlo y, como resultado, no estudiará lo suficiente. Así la mente ansiosa termina creando una profecía que se autocumple y ratifica una visión catastrofista del mundo. 

El resultado son los comportamientos defensivos y evitativos 


La persona ansiosa suele tener un locus de control externo, cree que el problema está “allá afuera”. Por tanto, recurrirá a diferentes mecanismos de defensa para desplazar el verdadero problema fuera de sí. A través de esas estrategias autodefensivas ignora la causa del problema, que siempre atribuye a los otros: unos padres ansiosos, un trabajo muy estresante o una sociedad que gira demasiado rápido. Cualquier excusa es válida para no asumir la responsabilidad y poner en marcha nuevas estrategias que le ayuden a combatir la ansiedad

De hecho, las personas ansiosas suelen ser auténticas maestras de la evasión. Los comportamientos evitativos son una estrategia clásica para lidiar con la ansiedad, de manera que la persona pospone el problema al que debe enfrentarse o recurre a la distracción para no pensar en una solución. Obviamente, la procrastinación, a la larga, empeora el problema y genera aún más ansiedad. 

Hay solución 

La buena noticia es que comprender cómo piensa un ansioso implica desenmascar la ansiedad y, por tanto, se trata del primer paso para eliminarla. Este libro para superar la ansiedad te servirá de guía, paso a paso.

Los gestos que haces con las manos revelan tu inteligencia


Hay pequeños gestos que revelan mucho más de nosotros de lo que estaríamos dispuestos a contar. Las manos, en especial, son las que más nos delatan. No solo revelan nuestro nerviosismo sino también nuestras incongruencias y, recientemente se ha descubierto que incluso pueden ser un indicador de nuestro nivel de inteligencia o, para ser más específicos, reflejan nuestro nivel de procesamiento cognitivo. 

Embodied Cognition: Pensar con el cuerpo 


En el ámbito de la Psicología está ganando cada vez más terreno la teoría del “embodied cognition”, que podría traducirse como “pensar con el cuerpo”. Esta nueva corriente argumenta que el pensamiento no ocurre en un espacio abstracto, limitado a nuestra mente, sino que se expresa en el cuerpo. Es decir, el trabajo cognitivo del cerebro tiene un reflejo directo en nuestro cuerpo. 

Desde esta perspectiva, nuestros gestos constituyen una especie de canal a través del cual expresamos nuestros pensamientos, aunque no siempre seamos conscientes de ello. Los movimientos que hacemos con las manos mientras hablamos constituyen una especie de segundo idioma, y ​​añaden información extra que no se encuentra en nuestras palabras, poniendo al descubierto el proceso de pensamiento que se encuentra detrás. 

El movimiento de las manos revela el proceso de pensamiento 

Susan Goldin-Meadow, profesora de Psicología en la Universidad de Chicago, ha dedicado años al estudio de los gestos que realizamos mientras aprendemos y resolvemos problemas. Está convencida de que “cambiamos de opinión moviendo las manos”. 

En sus investigaciones ha encontrado una pista fascinante sobre cómo los gestos que hacemos con las manos revelan nuestra inteligencia. Se trata de “desajustes” entre la expresión verbal y los gestos físicos. Por ejemplo, una persona puede decir que una pelota más pesada cae más rápido que una ligera, pero hace un gesto que indica que ambos caen a la misma velocidad, lo cual es correcto. Esa discrepancia revela que el pensamiento está trabajando a máxima capacidad y que la persona se encuentra en un estado de transición, pasando de un nivel de comprensión a otro superior. 

A menudo los pensamientos que expresan nuestras manos son ideas más nuevas y avanzadas sobre el problema que estamos intentando solucionar. Nuestra mente consciente aún no ha asimilado esas nociones a través del lenguaje, porque se trata de un proceso mucho más complejo, pero ya las ha captado y las expresa a través de los gestos. 

Por tanto, esos gestos con las manos que implican una “contradicción” con nuestro discurso verbal en realidad son muestras de nuestra inteligencia en plena acción, del trabajo cognitivo que estamos desarrollando en el fondo para resolver el problema. 

Mover las manos también nos hace más listos porque acelera el aprendizaje 


La teoría del “embodied cognition” es un camino de dos sentidos. Significa que el pensamiento no solo se refleja a través del cuerpo sino que los movimientos de las manos también aceleran el aprendizaje, llevando el conocimiento incipiente a la conciencia y contribuyendo a la comprensión de los nuevos conceptos. 

Un estudio realizado en la Universidad de Rochester descubrió que los estudiantes que gesticulaban mientras aprendían álgebra tenían casi tres veces más probabilidades de comprender lo que habían aprendido que sus compañeros que no gesticulaban. 

En un segundo experimento, estos psicólogos constataron que los estudiantes universitarios que gesticulaban mientras contaban una historia corta después podían recordar mejor y más detalles, lo cual sugiere que los gestos nos ayudan a recuperar la información de la memoria. 

Por tanto, los gestos que hacemos con las manos son una especie de “código secreto”. De hecho, es probable que en algún momento hayas usado de manera automática las manos para dibujar números en el aire y sacar una cuenta. 

Eso se debe a que esos movimientos nos ayudan a recopilar información e integrarla. Se ha comprobado que los gestos con las manos facilitan la representación mental, sobre todo cuando tenemos que solucionar problemas complejos, ayudándonos a llevar a la práctica algunas ideas abstractas. 

Por si fuera poco, psicólogos de la Universidad de Columbia comprobaron que los gestos con las manos también nos ayudan a mejorar nuestro discurso. Cuando gesticulamos hablamos de manera más fluida, cometemos menos errores y nos mostramos menos vacilantes. 


Fuentes: 
Wagner, S. (2011) Abstract thinking in space and time: Using gesture to learn math. Cognition, Brain, Behavior; 15(4): 553-570. 
Wagner, S. et. Al. (2011) Gesturing makes memories that last. J Mem Lang; 63(4): 465–475. 
Goldin-Meadow, S. (2009) Gesturing Gives Children New Ideas About Math. Psychol Sci; 20(3): 267–272. 
Goldin-Meadow, S. (1999) The role of gesture in communication and thinking. Trends Cogn Sci; 3(11): 419-429. 
Rauscher, F. H. et. Al. (1996) Gesture, Speech, and Lexical Access: The Role of Lexical Movements in Speech Production. Psychological Science; 7(4): 226-231.

100 DÍAS DE SOLEDAD


LOS 5 MINUTOS QUE CAMBIARAN TU VIDA


“¿A quién no le apetece estar al lado de alguien que es bondadoso, leal, sincero, respetuoso, optimista y agradecido?”


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Posted: 04 Apr 2018 03:16 AM PDT
el convivenciario juan lucas onieva
Decía Mafalda que “la vida moderna es más moderna que vida”. Detrás de esta reflexión, nos encontramos a veces con una sociedad desorientada en la brújula de los valores y los principios éticos. El autor Juan Lucas Onieva nos ayuda a volver a encontrar el norte de lo verdaderamente importante en la vida y fomentar la convivencia entre personas, y ha publicado el libro “EL CONVIVENCIARIO. Cuentos con valor” para ofrecernos herramientas, sencillas y eficaces, para educar a los niños en valores y re-educarnos a los adultos.
En esta entrevista, realizada por Bibiana Ripol, nos recuerda que el mundo sería un lugar mucho mejor entre personas agradecidas, bondadosas y optimistas. Y eso es una decisión personal…

Todos hemos oído, en alguna ocasión, decir que los valores se están perdiendo, ¿es eso cierto?

La sociedad actual, con todos sus hábitos, formas de entretenimiento y valores va cambiando cada poco tiempo, lo cual afecta a cómo vivimos y cómo nos educamos. En muchos casos podemos ver cómo entre las personas se promueven ideas y pensamientos que fomentan actitudes y comportamientos que poco o nada nos ayudan a ser personas con principios morales o éticos, capaces de convivir con los demás de forma saludable y pacífica.
Por ello, la educación en valores es una labor importantísima que debe comenzar en el seno familiar y continuar en la escuela. En muchas ocasiones, la falta de tiempo o de medios dificultan a padres y docentes la adecuada enseñanza de valores en el seno de cada familia y en las aulas, por lo que es esencial disponer de recursos, como este libro, con el que ayudarse.

¿Cuál ha sido el camino que le ha llevado a escribir El Convivenciario?

Después del éxito de El diario de la convivencia en clase, que ya va por su segunda edición, con el objetivo de seguir fomentando y mejorando la convivencia en las aulas y los hogares, me propuse realizar otro libro pero con un formato diferente.
Seleccioné un total de 25 valores, y acompañé cada uno de ellos por otros tantos cuentos, ilustraciones y preguntas reflexivas. Desde hace tiempo, maestras y madres en mayor medida, me comentan de la necesidad de recursos o libros prácticos con los que trabajar los valores y las emociones, así que me propuse elaborar este libro durante los últimos dos años. En él han colaborado 23 ilustradoras e ilustradores de diferentes nacionalidades creando cada uno de ellos dibujos que aparecen en él, con estilos muy diferentes a la vez que divertidos.

¿Cree que la sociedad actual dificulta la transmisión de los valores?

Vivimos en una sociedad en la que desde muchos hogares se fomenta que los jóvenes compitan con otros para lograr sus objetivos, o bien se les exige ser los mejores en algún deporte o disciplina, haciendo que se sientan superados por esta presión durante años, cuando en el día a día, ya de adultos, se obtienen mejores resultados cuando se ha aprendido a trabajar en equipo o se han desarrollado en estos jóvenes actitudes y comportamientos relacionados con la bondad, el ser agradecidos, el ayudar a otros, ser compasivos o saber escuchar.
Cada vez oigo más a menudo a estudiantes de secundaria y universidad utilizar la palabra “fracaso” cuando hacen referencia a sus temores e inquietudes. Y uno, que ya ha vivido algunos años más que ellos, les pregunto: ¿y qué de malo hay en equivocarse, en cometer errores, o en no cumplir las expectativas de los demás?
También es cierto que muchos padres y maestros están realizando un gran esfuerzo por inculcar en los niños y jóvenes principios a través de los cuales puedan regir sus vidas, en el presente y el futuro, de forma satisfactoria. Por todo ello, considero muy importante que las familias dediquen un tiempo para, todos juntos en casa, conversar sobre sus creencias y valores, y de cómo resolver situaciones cotidianas con la actitud adecuada. A pesar de los grandes y rápidos cambios tecnológicos, económicos y laborales que sufrimos desde hace pocas décadas, los seres humanos seguimos siendo eso, seres humanos, con los mismos temores, sueños y aspiraciones, y sobre todo con el tremendo deseo y necesidad de ser comprendidos, aceptados y amados por los demás.

El libro está dirigido a los jóvenes ¿Es fundamental transmitir los valores a una edad temprana?

Los valores, las creencias y los comportamientos son aprendidos por nuestros niños y niñas desde una edad muy temprana y debemos seguir persistiendo en dicha enseñanza y aprendizaje durante la adolescencia. Esta adquisición de principios y valores no solo nos ayudan a saber lo que está bien o mal, sino a evaluar las diferentes opciones que tenemos en nuestro día a día, reconociendo así las ventajas y desventajas de nuestro comportamiento al convivir con otras personas.
Por ello, es esencial que desde muy jovencitos ir ayudando a nuestros hijos y estudiantes a analizar cuáles son sus valores, cómo los pueden poner en práctica a diario. Aunque, el hecho de que los hijos conozcan y respeten en casa los valores de su familia no garantiza que los vayan a copiar o hacer suyos de adultos, pero pueden servirles como base para conformar su propia conducta.

¿Por qué sugiere leer los cuentos en compañía de los padres o de los maestros?

La lectura de un libro o un cuento puede ser una experiencia muy relajante y placentera en soledad, pero con la recomendación que hago en el libro de hacerlo en compañía es porque creo que para desarrollar valores es esencial compartirlos con los demás, expresándolos en conversaciones. Y de qué mejor manera que comenzando con un cuento, respondiendo a preguntas que nos hagan pensar sobre nosotros o nuestras actitudes, o bien realizando algunas de las actividades prácticas y lúdicas que se proponen con cada valor.

Aunque el libro ordena los valores por orden alfabético ¿se puede afirmar que el primer valor «Agradecido» es uno de los más importantes?

Para mí, la bondad es uno de los valores más destacados, seguidos por el de ser agradecidos. Agradecerle a los demás lo que hacen por ti es un acto de humildad, de respeto, con el que haces saber a la otra persona que valoras su trabajo o aportación. No me refiero a decir simplemente «gracias». Se trata de mirarle a los ojos y decirle además por qué le estás tan agradecido.
Solemos vivir muy estresados, corriendo de un lugar a otro, y nos estamos desacostumbrando a pararnos un momento para simplemente dar las gracias a quienes nos rodean, con la calma y la sinceridad necesarias. Cuando vivía en Puerto Rico me llamó mucho la atención que las personas no solo te dieran las gracias, sino que acompañaban esta palabra por la frase «que tenga un buen día». Ser agradecidos además de ser un valor muy importante, logramos motivar a los demás para que mejoren en su día a día.

Explicar cada valor a través de un cuento ¿es una forma de atraer la atención hacia el mensaje que contienen?

Los cuentos, breves y sencillos, están dotados de un aroma de diversión a la vez que pueden servirnos para aprender sobre situaciones muy concretas en las que ciertos personajes se encuentran con problemas, y que tratan de superar de la mejor manera posible. Como apasionado de los álbumes ilustrados y los relatos breves, he tratado de aunar ambas ideas en este libro, creando un total de veinticinco pequeñas historias acompañadas cada una de ellas por una ilustración.

El Convivenciario no se limita únicamente a explicar 25 cuentos, sino que cada historia nos propone unos ejercicios.

Con este libro pretendo no solo que los niños y adultos disfruten con la lectura de los cuentos y las sugerentes ilustraciones, sino que también reflexionen sobre lo que nos ofrecen.
La comunicación en la familia es muy importante al igual que en el aula, de manera que para facilitarla decidí acompañar cada valor y cuento por una serie de preguntas y actividades con las que reflexionar y preguntarse: “cómo puedo ser más” asertivo, optimista o leal. Con dichas cuestiones o ejercicios que propongo, a veces relacionados con el cuento y otras con la vida del lector, pretendo que saquemos un poco de tiempo para compartir ideas, pensamientos y emociones con los demás. De esta manera podremos aprender no solo de nosotros mismos sino también de quienes nos rodean, conociendo, por ejemplo, cómo desarrollan en su día a día ciertos valores, o cómo los aprendieron.

¿Afectan las redes sociales a la transmisión de los valores?

El uso que hacemos de las redes sociales está influyendo de manera significativa en la forma en que nos comunicamos. Gracias a ellas, por ejemplo, podemos contactar de forma inmediata con cualquier familiar o amigo por audio o vídeo, sin importar en qué lugar del mundo se encuentre.
Lo preocupante es cuando las redes sociales se utilizan de forma inadecuada, mermando o entorpeciendo la relación con nuestras amistades e incluso entre los miembros de una familia. Estos casos se producen cuando, por ejemplo, pasamos más tiempo delante de una pantalla que conversando cara a cara con tu amigo o madre. O al permitir que sean las aplicaciones de la tableta o móvil el vehículo de comunicación principal con nuestra familia. Y si llegasen a afectar a las relaciones con nuestros familiares y amigos, es muy probable que influya en la concepción que tenemos de los demás, de nuestros valores y de la vida.

¿Comparte mi sensación de que a los adultos no nos iría mal leer el libro?

Totalmente. Este libro no solo pretende ser un recurso educativo con el que fomentar valores en los niños y jóvenes, sino también en los adultos que comparten con ellos ese tiempo de lectura y reflexión. No solo durante la infancia aprendemos valores, sino que durante toda nuestra vida podemos seguir mejorando en muchos de ellos, o adquiriendo otros nuevos. Por ello, dominar o poseer gran cantidad de valores nos ayudan a sentirnos bien con nosotros mismos, además a ayudar a quienes nos rodean a estar a gusto a nuestro lado, y a que los demás quieran compartir y disfrutar de su vida con nosotros.
¿A quién no le apetece estar al lado de alguien que es bondadoso, leal, sincero, respetuoso, optimista y agradecido? Pues ese es el objetivo de este libro, el de ayudarnos a cultivar en nosotros estos y otros muchos valores de forma lúdica y reflexiva.

Neurólogos afirman que esta canción baja la ansiedad y el estrés en un 65%. Escúchala y deja tu opinión



Posted: 04 Apr 2018 11:40 AM PDT

La música nos ha acompañado a través del tiempo como una de las mejores terapias que podemos recibir, se liga a nosotros de manera especial; de primera porque somos los humanos quienes la descubrimos y la comenzamos a implementar diariamente en nuestra vida.



Además, siempre terminamos encontrando alivio en ella de alguna u otra forma, pues esta logra despertar nuestros sentidos.


  Cuando logramos desarrollar y establecer nuestro lenguaje hablado, los seres humanos utilizamos todos los recursos que tuviésemos a nuestro alcance para lograr comunicarnos con los demás que estaban a nuestro alrededor. 

 Con ello pudimos darnos cuenta de que es posible expresarse y hacerse entender mediante una secuencia de sonidos.

  La comunicación comenzó con el sonido de una piedra con otra y después una piedra con un palo, además descubrimos que según el objeto que utilices y la fuerza que implementes en el movimiento, el sonido se genera con variaciones. 


 Así fue posible la creación de diversos sonidos y ritmos, estos dependerían también de la ocasión.
  
  Después, con el pasar del tiempo logramos desarrollar un poco más nuestras cuerdas vocales y aprendimos que era posible mezclar los sonidos que salían de nuestro cuerpo: gritos, gemidos, gestos, aullidos, etcétera, en conjunto con los sonidos que habíamos descubierto para comunicarnos se implementaron las primeras canciones.


  La música genera efectos diferentes en las personas, algunos comienzan a sentir melancolía, otros felicidad, alegría, enojo, incluso hay quienes derraman lágrimas de dolor o llegan al grado de la euforia, esto último podemos verlo cuando las personas asisten a los conciertos de sus artistas favoritas en vivo, la adrenalina que sienten los hacen perderse en dicho momento.
  Expertos aseguran que la música transmite a las personas una mezcla de sensaciones y sentimientos, su objetivo principal es el relajarnos o sacar todo lo que llevamos dentro para sentir una clase de alivio hasta sentirnos en paz.


  Actualmente la música se considera una clase de terapia, incluso se dice que esta tiene propiedades medicinales ¿tú qué opinas?

  Psicólogos y psiquiatras utilizan la música para que sus pacientes logren expresar su verdadero estado emocional. 

 En colegios, los profesores optan en algunas ocasiones poner música a sus alumnos mientras estos trabajan, como un estímulo o relajante, incluso con el fin de lograr la integración del educando o mejorar la interacción con sus compañeros.

  La música influye en nosotros de manera excepcional, logra cambiar nuestro estado de ánimo en un par de minutos, puede ser para bien o para mal según la situación que estemos enfrentando en el momento. 


 Algunas nos dejan con una paz interior increíble y otras veces nos llenamos de energía positiva.

  A continuación te presentaremos una canción que se considera la mejor de la historia para sentir una paz interior increíble y sentirte totalmente relajada, su nombre es “Weightless” y expertos en el tema aseguran que esta logra reducir el cansancio físico hasta un 35% y tu mente queda en paz.  


 Ahora siéntate o recuéstate en un lugar cómodo y piérdete con esta melodía:


RECETA - Merluza en salsa verde (receta de Pedro Subijana)

La Taza de Loza


Posted: 05 Apr 2018 12:00 AM PDT

No pude elegir nada que no fuese tan vasco como una merluza, un pescado que según el chef Pedro Subijana es tan poco cocinado y en general poco apreciado fuera de España y, uno de los platos estrella en cualquier casa o restaurante vasco. Creo que es de los pocos pescados que me gusta junto al lenguado, reconozco que soy poco "pescadera", debe ser mi sangre argentina y que cuando tengo que escoger siempre o casi siempre prefiera otra cosa; aunque claro que está permanentemente en nuestro menú por razones obvias, por dieta, por sano, sin grasa y sobre todo muy versátil para prepararlo de mil maneras, a esto le pasa como por ejemplo, a la carne de pollo que se hace de mil maneras y siempre está tan rico, del precio prefiero no hablar ni comparar, ¿para qué? si ya sabemos de sobra lo que pagamos por una buena merluza.
merluza-con-mejillones-y-gambas



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Este mes la propuesta del blog Cooking the Chef (os dejo aquí todos los platos que participan con las recetas de Pedro Subijana) ha sido de un chef muy querido por la audiencia en general ya que ha participado en miles de programas de televisión y no es exageración y por ser además una columna importantísima de la nueva cocina vasca y muy conocido por su restaurante Akelarre con tres estrellas Michelin. Os dejo el vídeo completo para que veáis qué maravilla hace con la merluza, junto a otro chef, José Andrés. A la receta yo no he puesto ni el polvo de mejillón (que debe ser una cosa impresionante) ni las vieiras; pero a pesar de ello ha quedado delicioso.
Os cuento la casualidad, que a veces Murphy y su ley no está atento a fastidiar y cuando me entero que el siguiente chef a cocinar es nuestro querido Pedro Subijana, vasco, nacido en San Sebastián y uno de los creadores de la "nueva cocina vasca" junto con el otro gran chef, José María Arzak, total, me entusiasmé y empecé a mirar algunas de sus recetas y vídeos y ¡zas!... me encontré con su receta de merluza en salsa verde y yo con  lomos de merluza fresca de pincho de quitar el sentido en mi frigorífico,  así que la elección fue mucho más sencillo de lo que hubiese pensado, solo tuve que comprar los mejillones y las gambas frescas. En el logo de Cooking the Chef os dejo el enlace a todos nuestros platos. 


 Ingredientes

1,200 gramos de Merluza
Mejillones
Gambas frescas (medianas)
Agua (de mar el chef, yo mineral)
Perejil fresco
  Sal
1 hoja de Laurel
5 Dientes de ajo 
(2 para el fumet, 3 para la salsa)
 Aceite de oliva virgen extra
Una pizca de Pimienta negra 
Una copa de Txakolí o vino blanco seco 

Preparación
  • Se limpia bien la merluza y se abren en lomos o se pide al pescadero que la abra y le quite las escamas.
  • Los trozos de la merluza que no usemos para servir como lomos, nos servirán para el caldo principal para preparar la base de la salsa.
  • Este fumet o caldo se debe hacer en unos 15 minutos, nos cuenta Subijana que si lo dejamos más tiempo, las espinas van soltando un sabor no muy bueno. Yo no tenía idea de esto. A partir de ahora los haré así y será más rápido y encima mejor.
  • Se usa la cabeza, la cola y los trozos que no vayamos a usar para hacer este fumet.
  • Se limpian bien los mejillones y se echan en una olla amplia, se añaden dos dientes de ajos aplastados y con piel, pimienta negra, perejil una ramita y la hoja de laurel.
  • Se echa un poco de vino blanco seco y se tapan hasta que se abran los mejillones.
  • Empezamos la receta de la salsa. En otra olla se echa un buen chorro de aceite de oliva virgen, tiene que cubrir bien el fondo.
  • Se laminan los dientes de ajos (dos o tres) muy finos y se enharinan los trozos de merluza que no sean los lomos que nos sirven para el fumet.
  • En cuanto se pierda el color blanco de los ajos se añaden los trozos de merluza y se van sellando ligeramente y dorando muy poco.
  • Se añade un chorrito de vino txacolí (vino vasco, usado en muchas preparaciones o de aperitivo o vino blanco seco.
  • Añadimos agua hasta que cubra todo el pescado. (En la receta original, usan agua de mar filtrada). Yo no compré el agua de mar que se vende en el supermercado de El Corte Inglés y por eso lo hice con agua mineral.
  • Dejamos hervir este fumet unos 15 minutos.
  • En la olla donde estaban cociendo los mejillones con el vino, sacamos los mejillones y  usaremos este caldo colado usando los filtros de café de tela, dejamos reducir este caldo ya colado y filtrado a la mitad de lo que teníamos.
  • Echamos un hilo de aceite de oliva virgen con la ayuda de un batidor o varillas, emulsionamos como si estuviésemos haciendo una mayonesa, añadimos más perejil picado.
  • En una sartén a ser posible de hierro fundido, la pondremos al fuego hasta que se caliente mucho y ahí sellamos los lomos de merluza con la piel hacia arriba y sin harina. Si no os fiais de vuestra sartén echad un poco de aceite de oliva, solo unas gotas para que no se peguen.
  • Una vez selladas todas las piezas se pasan a la olla de la salsa que acabamos de hacer y se dejan cocinar unos 5 minutos. Según el chef serían 3 minutos, pero en mi caso no estaban hechos del todo.
  • En este momento añadí las gambas ya peladas y  serví todo espolvoreando algo más de perejil picado.
  • Coloqué por último la merluza con salsa por encima con las gambas y los mejillones.
  • Servir muy caliente.

SALUD - COLON IRRITABLE

¿Colon irritable? 8 soluciones que nunca le habían contado

Estimado Lector,

Si alguna vez ha experimentado molestias intestinales y las ha pasado por alto, probablemente el artículo que aparecerá en el próximo número de Plantas & Bienestar, del cual le voy a dar un adelanto, le resultará útil.

Pero si es de las personas que las sufren recurrentemente en su vida cotidiana, me atrevería a decir más: le interesa, y mucho.

Primero, porque es consciente de lo incapacitante que puede llegar a ser salir a la calle o acudir a sitios públicos y estar buscando permanentemente la puerta de un baño.

Y segundo, porque en este artículo encontrará algunas soluciones que nunca le han contado para poder prevenir y combatir los trastornos digestivos asociados a las comidas: gases, estreñimiento, diarrea, dolor abdominal…

Entre el 10 y el 20% de la población sufre estas desagradables manifestaciones provocadas por un trastorno conocido popularmente como colon irritable y al que la ciencia ha dado un nombre oficial: síndrome del intestino irritable (SII).

Pero aparte del nombre, poco más sabemos de él, más allá de que para ser diagnosticado, el dolor abdominal o el dolor digestivo tienen que manifestarse al menos tres días al mes y durante tres meses consecutivos.

Realmente se trata de un perfecto desconocido del que no se saben con certeza ni las causas, ni, por tanto, las formas de evitarlo. Así que si sufre problemas intestinales de esta índole parece condenado precisamente a eso, a sufrirlos con paciencia y resignación.

Pero sólo lo parece: existen soluciones que pueden ayudarle.

Si bien es cierto que, en principio, no se trata de un problema que ponga en serio riesgo su salud (como sí ocurre con otras enfermedades asociadas al intestino, como la enfermedad de Crohn o la rectocolitis hemorrágica), también lo es que esta patología puede afectar seriamente a su calidad de vida.

Los gastroenterólogos están manejando varias hipótesis sobre el origen del SII, entre ellas el estrés, la permeabilidad intestinal (que permite a las bacterias perjudiciales atravesar la pared intestinal y llegar a la sangre, afectando al sistema inmunitario) o el desequilibrio de la flora intestinal o disbiosis.

Pero mientras la investigación médica continúa intentando identificar las posibles causas de este trastorno, lo que se me antoja imprescindible es ofrecerle soluciones. Como le he dicho, existen, y las encontrará todas en el artículo que va a poder leer en el número de mayo de Plantas & Bienestar.

Por eso estoy convencido de que le va a interesar, porque está escrito a la medida de las personas que sufren SII.

Uno de los primeros consejos que encontrará en él es enfrentarse al problema usted mismo a través de la alimentación; es decir, identificar primero y restringir después los alimentos que le provocan molestias intestinales (también debe asegurarse que no padece ninguna intolerancia alimentaria).

Pero si esto no le funciona debe poner en práctica otros consejos que le ayudarán a calmar sus problemas intestinales:

  • Cuidar la masticación y otros hábitos cotidianos que contribuyen a mejorar el bienestar digestivo.
  • Evitar a toda costa ciertos alimentos acidificantes.
  • Aplicar algunos trucos para reducir los gases y la hinchazón que provocan alguna verduras y legumbres.
  • Conocer qué probióticos son los más adecuados para proteger la flora intestinal (y también los complementos nutricionales ideales).
  • Aprender a aliviar el estrés (un factor desencadenante y agravante del SII) y qué técnicas de relajación le ayudarán a mantenerlo a raya.
Ahora bien, además de todas estas soluciones a los problemas del intestino irritable, en este artículo de Plantas & Bienestar no pueden faltar las protagonistas indiscutibles de esta publicación. ¿Adivina quién?

Claro que sí: las plantas y su increíble poder curativo.

Las plantas, la ayuda imprescindible para calmar a un colon irritable

Son muchas las plantas medicinales que pueden ayudarle a calmar los síntomas del SII, tanto en infusión como en forma de extractos estandarizados o aceites esenciales.

Así, por ejemplo:

→ Las plantas carminativas son las más adecuadas contra las fermentaciones que causan hinchazón abdominal.

→ Para la diarrea existen plantas astringentes de gran eficacia, al igual que las hay laxantes que le ayudarán a combatir el estreñimiento.

→ También hay remedios vegetales contra los dolores intestinales y para aliviar el estrés y la ansiedad.

Todas ellas están recogidas en una tabla al final del artículo, junto a la posología y contraindicaciones de cada una. Le será muy útil y le recomiendo que la tenga siempre a mano si padece del síndrome del intestino irritable.

En función de los síntomas que presente, siempre encontrará una planta que le ayudará a calmarlos. Por ejemplo, a pesar de sus múltiples virtudes, la fibra siempre es digerida por las bacterias intestinales generando gran cantidad de gases. Para evitarlo no hay nada como una infusión de badiana o anís estrellado. Y además descubrirá la dosis exacta de esta planta y los tiempos de cocción necesarios para su correcta preparación.

No se resigne a las molestias intestinales asociadas al SII cuando hay infinidad de plantas que le permitirán aliviar su sufrimiento.

¡Le espera una nueva vida sin hinchazón ni dolor intestinal! Pero para aprovechar todo el contenido de este fenomenal artículo debe darse mucha prisa y reservar ya su ejemplar de Plantas & Bienestar. Estamos ultimando la preparación del próximo número para que los suscriptores puedan recibirlo a tiempo, por lo que deberá pedirlo antes del lunes 9 de abril.

Estoy seguro de que Plantas & Bienestar va a encantarle, como ya les ocurre a tantos lectores que la reciben cada mes y que han encontrado en las plantas el aliado perfecto para cuidar su salud.

Pero en cualquier caso usted no se arriesga a nada, ya que cuenta con nuestra Garantía de Satisfacción, lo que significa que si una vez ha empezado a recibirla cambia de opinión, tiene 30 días para darse de baja y recuperar los 25 euros que cuesta la suscripción a Plantas & Bienestar