No cabe duda de las buenas intenciones y deseos de mejora y renovación que nos inundan ante la perspectiva de un nuevo comienzo, de una agenda impoluta con 365 días en blanco, para llenar de proyectos, ilusiones, retos, encuentros y celebraciones.
Me gustaría que fuéramos conscientes de que Año Nuevo es, en realidad, cada día de nuestra vida, ya que la Vida nos regala un nuevo día en blanco, el único que existe, para llenarlo de experiencias.
Al abrir los ojos y antes de salir de la cama podríamos tomarnos unos escasos minutos para decidir cómo vamos a emplear esos 86.400 segundos que tenemos por delante y así asegurarnos de que ni la rutina ni nadie nos prive de ese privilegio.
Con esta conciencia y decisión no tendrían sentido las protestas, quejas y amarguras que arrastramos desde el alba, porque todas nuestras obligaciones, deberes, compromisos y acciones las habremos elegido nosotros; tendrán un “para qué” los hemos escogido, un sentido y significado y, a partir de ahí, solo tenemos que responder lo mejor posible, con nuestros pensamientos, palabras, emociones y acciones. Se acaba el victimismo y aparece el líder que decide y responde de su vida.
Para el próximo año, a partir del día 1, o mejor del 2, porque con la resaca y excesos de fin de año no estamos para mucho, decidimos dejar de fumar, adelgazar, hacer más ejercicio, beber menos alcohol, ser más paciente, más amable, no perder los nervios, priorizar, establecer objetivos… todos esos buenos propósitos que duran 2 días y después guardamos en un rincón de nuestra mente y no desempolvamos hasta días previos al próximo año.
La única manera de que esas decisiones se conviertan en resultados, es que hagamos un COMPROMISO, una promesa personal con nuestra decisión. Y su base será una creencia y una emoción. Estar convencido que se puede lograr y visualizar y sentir, desde ese momento, el resultado deseado. Y así será.
Esto será lo único que nos mantenga, contra viento y marea, en el propósito. Y, para el próximo año, con toda seguridad, elegiremos nuevos deseos de Año Nuevo.