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Postergar la vida… ¿Qué nos enseña la historia de Stephen King?

Rincón de la Psicología


Quizás un día, cuando tenga más tiempo, me dedicaré a…” 

Es probable que esta frase te la hayas dicho en alguna ocasión a lo largo de tu vida. De hecho, prácticamente todos hemos postergado algunos de nuestros sueños, con la secreta esperanza de que las condiciones sean más favorables o simplemente porque decidimos priorizar otras tareas.

Sin embargo, Buda fue muy conciso (e incluso dramático) al respecto: “El problema es que crees que aún tienes tiempo”.

Nuestra vida está demasiado llena de “quizás…”, “si…”, “cuando…”. Estamos convencidos de que mañana lograremos nuestros sueños, pero hoy nos dedicaremos a otra cosa, como si vivir el “aquí y ahora” fuese tan solo un paréntesis. Sin embargo, ¿cómo vamos a lograr nuestros sueños si no ponemos manos a la obra ahora mismo? Se trata de una falacia, el peor engaño que nos podemos hacer ya que adoptar esta actitud es dejar que la vida se nos escurra. 

La verdad es mucho más sencilla: no tenemos más tiempo que el presente.

La historia del joven Stephen King


Stephen King es uno de los escritores americanos más prolíferos de todos los tiempos. Su estilo podrá gustarnos más o menos pero no podemos negar que se trata de un escritor exitoso, que ha escrito más de 70 libros, vendido unos 350 millones de copias y cuyas historias han sido llevadas a la gran pantalla. Sin embargo, muy pocos conocen la historia que está detrás de su éxito.

Cuando tenía 24 años el joven Stephen King ya estaba casado y con hijos. Trabajaba como profesor, apenas podía pagar los gastos de la casa y su carrera literaria estaba en un punto muerto. Solo había logrado que le publicasen algunos cuentos cortos en revistas. Había intentado tres veces que le publicaran su primera novela y tres veces se la rechazaron.

En su libro autobiográfico “Mientras escribo” que, dicho sea de paso, os recomiendo, cuenta:

Me veía treinta años más viejo, llevando los mismos abrigos gastados y con coderas, y con tripa de bebedor de cerveza encima de los pantalones. Tendría tos de fumador por exceso de Pall Malls, las gafas más gruesas, más caspa, y en el cajón del escritorio seis o siete originales inacabados que muy de vez en cuando, casi siempre borracho, desempolvaría y retocaría un poco. Cuando me preguntaran a qué dedicaba el tiempo libre, contestaría que a escribir un libro. ¿Qué va a hacer con su tiempo un profesor de escritura creativa que se respete? Luego, claro, me mentiría a mí mismo, diciéndome que no era demasiado tarde, que algunos novelistas no habían empezado hasta los cincuenta. ¡Qué cincuenta! ¡Sesenta, coño! Seguro que muchos.”

Stephen King comprendió justo en aquel momento que no tendría más tiempo, que necesitaba un cambio radical en su vida si quería alcanzar sus sueños y no quedarse estancado en un trabajo que no le satisfacía. Así, puso manos a la obra y escribió “Carrie”. El resto es historia.

Desde entonces, Stephen King ha trabajado ininterrumpidamente cuatro horas al día con el objetivo de escribir 2.500 palabras.

Sin embargo, ¿cuántos manuscritos (en sentido metafórico) tienes en el cajón de tu escritorio? 

¿Crees que un día, como por arte de magia, tus sueños se harán realidad?

Si vives postergando, llegará el día en que no tendrás más sueños en el cajón sino arrepentimientos frente al espejo. 

5 claves para dejar de postergar la vida


A menudo vivimos con una sensación de vacío y/o extrañeza, nos levantamos con muchos sueños pero los postergamos y, en su lugar, repetimos una y otra vez los hábitos que hemos adquirido a lo largo de la vida, como si fuésemos autómatas. Es como si la rueda del sistema girase inexorablemente para aplastarnos bajo su peso. Esa rueda son los convencionalismos sociales, los miedos, las incertidumbres… Por eso, no es extraño que la mayoría de las personas termine en una zona de confort donde sus sueños no tienen cabida, una zona de confort que puede ser cómoda en el aquí y ahora pero que a la larga conduce a los mayores arrepentimientos de la vida.

¿Cómo cambiar y dejar de postergar los sueños?

1. Genera una sensación de urgencia. Hasta que no estés plenamente convencido de que no tienes más tiempo, seguirás postergando tus sueños indefinidamente. Debes ser consciente de que el tiempo vuela y de que tu vida es esta, la que está ocurriendo justo ahora, mientras lees, no la de un futuro hipotético. Séneca nos da una pista: “Considera cada día como si fuera una vida en sí misma”. 

2. Imagina tu peor futuro. Probablemente ya conoces los rudimentos de la visualización positiva: imaginar que has alcanzado tu objetivo. Sin embargo, también puedes visualizar tu peor futuro, no se trata de masoquismo sino tan solo de tomar consciencia de hacia dónde te conducen tus pasos. Si siguieses llevando la vida que tienes ahora mismo, ¿cómo te ves dentro de 10 o 20 años? Imagina tu vida con la mayor cantidad de detalles posibles y no olvides aplicar ante cada disyuntiva la ley de Murphy: “Todo lo que pueda salir mal, saldrá mal”. Si no te gusta lo que ves, es hora de cambiar.

3. Sal de la zona de confort. Solemos preferir un infierno cómodo antes que un paraíso que demande mucho esfuerzo. Una vez que encontramos nuestra zona de confort, nos estancamos y guardamos nuestros sueños en un cajón. No se trata de tirarnos al vacío sin paracaídas pero puedes ir dando pequeños pasos que amplíen cada vez más esa zona de confort y te acerquen a tus objetivos. Siempre habrá un poco de miedo e incertidumbre pero poco a poco aprenderás a lidiar con ellas e incluso puede llegar el día en que no te molesten. 

4. Elimina la basura. Vivimos en una sociedad que reclama constantemente nuestra atención a través de cosas que no son más que simples distracciones. Esas cosas son como pequeños granos de arena que, poco a poco, pueden atascar u oxidar el engranaje de tu vida. Por eso, un paso importante para conseguir tus sueños consiste en aprender a centrarse en lo esencial, cambiar los hábitos que no te aportan nada y eliminar la basura emocional. No solo ganarás tiempo sino que te sentirás menos estresado y podrás focalizarte en lo que realmente importa.

5. Empieza. Todo gran viaje comienza con el primer paso. No recurras a excusas para postergar tus sueños porque estas siempre han existido y continuarán existiendo, siempre habrá problemas y nunca será el momento idóneo. Comienza hoy mismo a cambiar un mal hábito, tira a la basura una distracción innecesaria y plantéate un objetivo que realmente te motive y enriquezca tu vida. 

¡El tiempo vuela! No lo malgastes porque es tu posesión más preciada.
Rincón de la Psicología ~ 3:30