A pesar de que el periodo del Paleolítico ya queda muy lejos en el tiempo, aún sigue mostrándonos sus huellas.
Las últimas han sido una serie de pinturas rupestres encontradas en la Cueva Áurea (llamada así en homenaje a la mujer que guardaba allí sus cabras), situada en las cercanías de la carretera del Desfiladero de La Hermida del municipio de Peñarubia, en Cantabria.
Se trata de manchas, figuras geométricas, discos, puntos y signos de colores ocre y rojizo, ubicadas en una galería al fondo de la cueva. Los expertos creen que estas pinturas podrían haber pertenecido a la cultura premagdaleniense, que tiene unos 20.000 años de antigüedad.
Fueron encontradas por el presidente del Club de Espeleología de Sabadell, Manel Lleras, y su mujer, Raquel Hernández, que tomaron fotografías e inmediatamente contactaron con el Museo de Arqueología y Prehistoria de Cantabria (MUPAC).
"Las pinturas son por sí solas de gran interés, ya que se trata de sendas composiciones geométricas a base de hileras de puntos realizados mediante aplicación de colorante con la yema de los dedos", han destacado los investigadores.
Concretamente, en una concavidad frente a la entrada se observa una composición compleja, que contiene hileras de puntos de tono rojo, que, según los expertos, pretende combinar formas geométricas de disposición horizontal y vertical.
Además, en la pared izquierda según se avanza hacia la entrada, puede distinguirse un disco de color rojo, sospechan que realizado mediante técnica de soplado. Los suelos, por su parte, revelan restos de fauna bastante recientes, en ocasiones cubiertos por concreción estalagmítica.
Tras ser constatado el descubrimiento por los técnicos, estos han decidido cerrar la cueva instalando un cierre metálico, para evitar que sufra desperfectos y que entre alguien con malas intenciones.
El Gobierno ha puesto de manifiesto que “el interés patrimonial y científico del conjunto es muy elevado”, y ha añadido que “esta cueva es el primer sitio con arte rupestre paleolítico documentado en el sector cántabro del valle del río Deva”.
Este importante hallazgo se suma a las seis decenas de sitios con huellas de arte rupestre paleolítico, diez de ellos declarados Patrimonio Mundial, entre los que se encuentra la famosa cueva de Altamira, conocida como la "capilla sixtina" de este tipo de arte.
