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El materialismo nos convierte en pesimistas crónicos


Todos sabemos que el materialismo no es buen consejero, sobre todo si estamos buscando la felicidad. De hecho, numerosos estudios han demostrado los efectos negativos del materialismo sobre nuestro bienestar. Sin embargo, ahora una investigación realizada en la Universidad Estatal de Michigan ha desvelado que el materialismo también incide en nuestra percepción de los sucesos negativos.

Estos psicólogos han descubierto que el materialismo no solo es la antítesis del bienestar individual sino que además tiene un efecto secundario que deberíamos evitar: amplifica los eventos traumáticos, ya sea una enfermedad o un accidente de tráfico. En otras palabras, hace que la vida parezca mucho peor de lo que es en realidad.

El materialismo hace que veamos la vida gris


Estos investigadores analizaron a antiguos soldados que sufrían trastorno de estrés posttraumático y descubrieron que quienes tenían una visión más materialista del mundo no solo presentaban síntomas más intensos sino que reaccionaban peor ante supuestas amenazas terroristas, mostrando un nivel más elevado de angustia.

En práctica, si eres una persona materialista y de repente la vida toma un giro inesperado, tardarás más en recuperarte de ese revés. Todo parece indicar que los problemas tienen un impacto más fuerte en las personas que tienen valores materialistas, estos ejercen una especie de efecto multiplicador de los aspectos negativos de la situación. 

¿Por qué el materialismo no es un buen consejero para lidiar con los problemas?


1. Promueve estrategias de afrontamiento ineficaces. En la base del materialismo se esconde una baja autoestima. Las personas que no se valoran tienen miedo a mirar dentro de sí, por eso prefieren centrarse en las cosas materiales. Obviamente, muchas de estas personas no tienen herramientas psicológicas eficaces para lidiar con el estrés, por lo que terminan recurriendo a estrategias materialistas que no resuelven el problema de raíz. 

El ejemplo típico es el de una persona que tiene una discusión de pareja y, para aliviar el estrés, decide irse de compras o se refugia en la comida. Estas estrategias proporcionan distracción durante algún tiempo pero no resuelven el problema sino que tan solo lo ocultan. Como resultado, cuando el problema reaparece, suele tener mayor envergadura pues a menudo viene acompañado de otras dificultades. 

2. Crea una sensación de una inseguridad permanente. Si creemos que el éxito y la felicidad dependen exclusivamente de factores externos, estaremos siempre a merced de que las situaciones, lo cual genera una gran incertidumbre. Por eso, el materialismo se ha asociado con una gran sensación de inseguridad. De hecho, una investigación realizada en la Universidad Estatal de Ohio desveló que las personas más inseguras también son aquellas que tienen mayor tendencia al materialismo.

Obviamente, si crees que la solución de los problemas no depende de ti y no confías en tus capacidades, es difícil ver la vida con optimismo. Por eso, las personas materialistas suelen sentirse más agobiadas ante los problemas. Es simplemente una cuestión de perspectiva.

3. Genera depresión e intensifica el sentimiento de soledad. Centrarse en las posesiones materiales y el estatus social puede conducir a la depresión e intensifica la sensación de soledad. Un estudio realizado en la Northwestern Universitydesveló que, independientemente de las características de personalidad, asumir un estilo de vida materialista termina generando problemas y afecta negativamente nuestras relaciones interpersonales, aumentando el nivel de depresión.

Sin duda, la depresión no nos ayuda a asumir una visión más positiva de la vida ni nos motiva a encontrar las enseñanzas en los sucesos negativos que nos ocurren. Al contrario, se conoce que quienes cultivan sus relaciones interpersonales y se preocupan por su crecimiento personal, priorizando las experiencias sobre las posesiones materiales, reportan un mayor grado de satisfacción con su vida.

En cualquier caso, ten siempre en mente que "no es rico quien más tiene, sino quien menos necesita".