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RECETA - Carrilleras al vino tinto en la olla


. Una delicia para el paladar más sibarita. Con nuestra olla GM, se hacen en un periquete.

Carrilleras al vino tinto con olla GM




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Ingredientes:

-800 gr.-1 kg. carrilleras limpias
-sal
-pimienta
-harina rebozar
-aceite oliva
-250 gr. cebolla
-120 gr. puerro (sólo la parte blanca)
-250 gr. zanahoria
-2 vasitos medidores vino tinto (un poco bueno, Rioja, Bierzo...)
-romero seco a gustos
-tomillo seco a gustos
-1 cta. azúcar (O un poco más, dependiendo el vino utilizado)


Preparación:

1- Salpimentar las carrilleras y pasarlas por harina. Sellar vuelta y vuelta en menú freír. Reservar.
2- En el aceite que queda, pochar la cebolla en cascos, puerro y zanahoria en rodajas, hasta que esté blando, unos 15 minutos.
3- Añadir el vino tinto, las carrilleras, romero,  tomillo, sal y azúcar, dejar destapado como 5 minutos, en menú freír que evapore el alcohol.
4- Válvula cerrada, menú turbo, 35 minutos, 140º, presión muy alta.
 Despresurizar, quitar las carrilleras y triturar la salsa. Dar un hervor al conjunto.


Carrilleras al vino tinto olla GM

Carrilleras limpias


Carrilleras al vino tinto olla GM

Verduras, vino y especias


Carrilleras al vino tinto olla GM

Dorar las carrilleras



Pochar verduras


Carrilleras al vino tinto olla GM

Sellada la carne


Carrilleras al vino tinto olla GM

Pochar las verduras


Carrilleras al vino tinto olla GM

Guisamos



Y damos un hervor


Carrilleras al vino tinto en olla GM

Se deshacen de lo tiernas que están y la salsa , ummm!!

Aparecen dos misteriosos crop circles, a pocos metros, en Wiltshire (Reino Unido)


Posted: 29 May 2017 05:09 AM PDT
Aparecen dos misteriosos crop circles en Wiltshire, Reino Unido
Aunque el fenómeno de los crop circles es algo ya «habitual» en la zona de Wiltshire (sudoeste de Inglaterra, en el Reino Unido), en esta ocasión la aparición de dos elaborados diseños en los campos de cultivo ha llamado la atención de los medios y ha levantado nuevamente la polémica que acostumbra rodear a este tipo de casos.
Lo más extraño es que ambos crop circles se encuentran a poca distancia, metros de distancia, y sus diseños son bastante elaborados, lo que ha causado que las personas del lugar supongan que en esta ocasión el origen de estos enigmáticos dibujos es un total misterio.
El primero de ellos (parte superior de la imagen) es una gran estrella, y fue reportado cerca de Broad Hinton, Wiltshire, Reino Unido, el 28 de mayo 2017.
En la parte infeior podrá encontrar dos imágenes que tratan de explicar el significado o «mensaje oculto» en ambos crop circles reportados.
El segundo también fue reportado cerca de Broad Hinton, Wiltshire, Reino Unido, el 28 de mayo 2017.

Otro impresionante crop circle

El día 2 de mayo otro impresionante crop circle fgue reportado en Wilshire. Este diseño nos hacer recordar a los clásicos agrogramas que parecen haber sido el resultado del aterrizaje de una nave espacial. Véalo usted mismo:

Vídeos

LA FELICIDAD


Bertolt: Una tierna historia ilustrada sobre el amor, la soledad y la pérdida


Un jardinero del siglo XVII escribió que los árboles “hablan a la mente, nos dicen muchas cosas y nos enseñan muchas buenas lecciones”. Hermann Hesse los llamó “los predicadores más penetrantes”. Sin duda, siguen inspirando historias preciosas sobre la vida y la muerte, como es el caso de este tierno cuento del geólogo francés-canadiense Jacques Goldstyn.

Es una historia poco común, una historia sobre un niño que amó a un antiguo árbol. Sin embargo, gracias a las sencillas palabras de Goldstyn y sus expresivas ilustraciones, esta historia se convierte en una profunda parábola de pertenencia, de poderosa reconciliación entre el amor y la pérdida, que nos invita a saborear la soledad sin sufrirla. Es una historia que nos enseña, de cierta forma, a pasar por la vida de manera más serena.

La historia, contada a través de las experiencias de un niño, comienza con un incidente banal: una manopla perdida.



El niño se dirige a una Oficina de Objetos Perdidos y Encontrados, donde halla otro guante, muy diferente al que tenía. sin embargo, aquel descubrimiento le hace muy feliz, a la vez que lo convierte en la diana de las burlas de los otros niños.


A veces la gente no le gusta lo que es diferente", observa con la sagacidad precoz de quien sabe que los juicios de los demás en realidad dicen más sobre ellos que sobre quien es criticado. Al decir de Bob Dylan: “la gente tiene dificultades para aceptar cualquier cosa que los abrume”.


Pero el niño sigue imperturbable y disfruta de su soledad. Dice: "yo soy aquello que se llama un solitario. Todo lo que hago, lo hago solo. Y no penséis que me molesta".


"Por encima de todas las cosas, lo que más me gusta es subirme a la cima de un antiguo roble. Mi árbol se llama Bertolt y probablemente tiene más de 500 años".



Desde las ramas de Bertolt, el niño observa todo lo que ocurre en el pueblo y se hace amigo de los animales que han sentado su hogar allí, donde se refugian en las tormentas.

Cuando llega el invierno el niño hace rodar su bola de nieve por la colina mientras sueña con la llegada de la primavera, que devolverá el color verde a las ramas de Bertolt.


Al llegar la primavera el niño es feliz, todos los árboles florecen, el sauce llorón, el olmo, la cereza…


Todos excepto Bertolt.


El niño aguarda pacientemente durante días, que poco a poco se convierten en semanas. Se dice que este invierno quizá demoren más en llegar los brotes verdes, para reconfortarse. 


Pero a medida que pasa el tiempo va perdiendo la esperanza, hasta que un día, finalmente acepta que Bertolt ha muerto.

En este punto existe una profunda sutileza en la manera de afrontar la pérdida que no se encuentra en la mayoría de los libros infantiles y ni siquiera en las obras para adultos. 

El niño observa que aunque el árbol ha muerto, permanece allí. Si lo hubieran cortado o lo hubiera quemado un rayo, habría comprendido inmediatamente, pero el árbol permanece allí, como si estuviera durmiendo. Así que aunque el niño se siente triste por la pérdida de su amigo, no se sume en en drama sino que asume lo ocurrido con serenidad.

Entonces se le ocurre una idea.


Toma su bicicleta y la llena con los guantes que nadie quería de la Oficina de Objetos Perdidos y Encontrados.

Con determinación, sube al tronco gigante con esa carga atada a su espalda. Entonces comienza un trabajo metódico, comienza a cortar los guantes en pequeños pedazos y ayudándose con unas pinzas para la ropa, los coloca en las ramas estériles de Bertolt.


En la escena final, en medio del respetuoso silencio de las ilustraciones sin palabras de este libro, vemos a Bertolt cubierto a mitad con un reemplazo imaginativo de las hojas y flores que la primavera fatal no trajo. No se trata de algo artificial, sino que es mucho más real que cualquier cosa porque cada una de esas “flores” están hechas con amor.

El libro, que cuenta con 76 páginas, ya se encuentra disponible en castellano. En esta versión se titula "Mi gran árbol".

Sabiduría también es ignorar lo que no merece la pena


Nuestro cerebro nos puede dar una excelente lección para la vida.

Cuando dormimos el cerebro hace una especie de borrón y cuenta nueva. Para aprender, es necesario que se establezcan nuevas conexiones, o sinapsis, entre las neuronas. Esas conexiones permiten que las neuronas envíen señales entre sí de forma rápida y eficiente. En esas redes es donde almacenamos los nuevos recuerdos y las habilidades que aprendemos.

Sin embargo, neurocientíficos de la Universidad de Wisconsin-Madison descubrieron que las sinapsis que crecen de manera “exuberante” durante el día, se “podan” por la noche. Nuestro cerebro realiza automáticamente una selección de la información que debe guardar y descarta el resto.

Lo curioso es que, al eliminar toda la información innecesaria, los recuerdos que valen la pena se memorizan mejor. Psicólogos de la Universidad Johns Hopkins apreciaron que cuando ese proceso no se produce, nuestros recuerdos se vuelven más confusos. Además, ese olvido selectivo es fundamental para restarle impacto emocional a los hechos que nos ocurrieron durante el día.

Este proceso que ocurre de manera natural nos brinda una gran lección: guardar viejos rencores, alimentar frustraciones, revivir los dramas y darle una importancia excesiva a cosas que no merecen la pena, solo genera caos e insatisfacción. Lo más sabio es aprender a ignorar todo aquello que no vale la pena y que puede afectar nuestra paz interior.

Cinco cosas que puedes elegir ignorar para ser más feliz


Una frase budista afirma que “solo nos puede dañar aquello a lo que le conferimos importancia”. No son las situaciones, sino el significado que le damos y cómo reaccionamos, lo que determina su impacto en nosotros. Por eso, si queremos proteger nuestro equilibrio emocional, debemos aprender a ignorar algunas cosas.

Ignorar no significa adoptar una actitud pasiva y tampoco significa que dejaremos de hacerle frente a ciertas situaciones, significa aprender a darle importancia a las cosas que realmente lo merecen y restarle impacto a aquellas cosas que no deben tener una presencia tan importante en nuestras vidas.

Ignorar, en este caso, no es sinónimo de desconocimiento sino que implica un acto consciente, una decisión en la que sacamos de nuestra conciencia aquellas cosas intrascendentes que solo nos dañan. No significa obviar u ocultar los problemas sino limpiar la mente de todo aquello que ocupa un lugar innecesario para hacerle espacio a lo que realmente cuenta.  

1. Los desprecios y las críticas destructivas. Recuerda que una crítica malsana dice más sobre la persona que critica que sobre quien es criticado. No permitas que las críticas y los desprecios hagan mella en tu autoestima. Recuerda que cuando pasas demasiado tiempo prestándole atención a la opinión que los demás tienen de ti, o lo que los otros quieren que seas, olvidarás quién eres realmente.

2. Las personas que quieren descargar sobre ti sus miserias emocionales. Hay personas que se comportan como auténticos camiones de basura, que pretenden descargar sobre ti sus miedos, frustraciones, enfados o ansiedades. No se los permitas. Aprende a detectarlas y crea un escudo protector. 

3. Las pequeñas frustraciones del día a día. Un mal día es solo un mal día. Viene y va. No hay razón para quedarte atascado en esas pequeñas frustraciones. Si aprendes a ignorar esos percances apenas terminan, te darás cuenta de que podrás retomar tu rutina con mayor serenidad. Si los acumulas terminarás cargando un fardo muy pesado. Es solo cuestión de poner en perspectiva y darte cuenta de que no vale la pena arruinarte la jornada por esos contratiempos.

4. Tu diálogo interior negativo. A menudo tu mente se convierte en tu peor enemiga. Por eso, en muchos casos es necesario aprender a acallar ese ruido interno, los pensamientos obsesivos sobre el fracaso, los miedos y la ansiedad. En la mayoría de los casos ese diálogo interior proviene de las expectativas que los demás han puesto sobre ti. De hecho, es probable que te descubras diciéndote frases que tus padres, maestros o parejas te han dicho. Si esas frases no te permiten avanzar y no te hacen sentir bien, ignóralas, con el paso del tiempo se irán difuminando hasta desaparecer.

5. Las situaciones que no puedes controlar. El taoísmo nos anima a fluir, a no forzar las situaciones. Eso no significa adoptar una actitud pasiva sino aprender a detectar las oportunidades para actuar y saber cuándo es contraproducente empecinarnos con algo. Hay muchas cosas que se escapan de tu poder, intentar controlarlas genera una tensión innecesaria. Por tanto, hay veces en que debes olvidarte de todo lo que podría salir mal y comenzar a confiar en el flujo de la vida.

Un ejercicio para aprender a ignorar lo que te daña


No es fácil ignorar ciertas cosas, ciertas personas, ciertas situaciones... No siempre sabemos percibir lo que nos puede hacer daño y nos aferramos a ello. En otras ocasiones, ignorar significa cortar vínculos, cambiar nuestra forma de pensar y nuestras actitudes, algo que no es sencillo y requiere una gran dosis de valentía. 

En cualquier caso, te animo a que hagas este sencillo ejercicio:

Toma un lápiz o cualquier objeto pequeño que no se rompa. Sostenlo en la mano y aprieta fuerte. Imagine que ese objeto es una de las emociones, sentimientos o persona que te está molestando y que tu mano representa tu mente o conciencia. 

Al inicio, todo te parecerá un poco raro pero poco a poco te sentirás menos incómodo y el objeto te resultará más familiar. Sin embargo, si sigues apretando ese objeto, terminará haciéndote daño.

Ahora, abre la mano y permite que el objeto ruede y caiga al suelo. Observa que eras tú quien se aferraba al objeto, no estaba unido a tu mano. Lo mismo ocurre con tus emociones, sentimientos y las personas que pueden hacerte daño.

El problema es que nos aferramos tanto a esas situaciones que nos olvidamos que podemos soltarlas cuando queramos. De hecho, cuando experimentamos ira o tristeza decimos “estoy triste” o “estoy enojado”, lo cual representa una identificación con esos estados que implica aferrarse a ellos. En su lugar, deberíamos decir “me siento triste” o “me siento enojado” y aprender a dejar ir.

¿Cómo aplicar esta idea para ignorar todo aquello que nos daña?

- No lleves las cosas al plano personal. Muchas de las cosas que nos ocurren no son personales. Llevarlas a ese plano significará que le estás dando una importancia excesiva y estarás permitiendo que afecten tu equilibrio emocional. Por tanto, es fundamental que protejas ese espacio y solo permitas que entren las cosas que realmente son significativas para ti.

- No pierdas la perspectiva. Imbuidos en los pequeños problemas de la vida cotidiana, es fácil dejarse abrumar por esas pequeñas insatisfacciones y contratiempos, de manera que podemos terminar perdiendo el rumbo. Recuerda mantener siempre la perspectiva, céntrate en lo que te define, en tus objetivos y lo que realmente te emociona. No dejes que insignificancias te arrebaten la posibilidad de ser feliz hoy mismo.

- Da un paso atrás. Cuando sientas que las emociones están tomando el mando, da un paso atrás. Detente, date unos minutos y recupera el control. Reflexiona sobre por qué esa situación está generando esas emociones. Es probable que estés reaccionando de manera exagerada o que le estés confiriendo más importancia de la que tiene. Respira y déjala ir.

- Ánclate al presente. Si te sientes mal, es probable que sea por algo que ya sucedió, que pertenece al pasado. Por tanto, no tiene mucho sentido seguir alimentando esos sentimientos. Para dejarlos ir, basta con anclarte al presente. Céntrate en todas las cosas positivas que tienes ahora mismo. La clave radica en aprender a moverse del pasado que te mantiene sujeto al presente.


Fuentes: 
Diering, G. H. et. Al. (2017) Homer1a drives homeostatic scaling-down of excitatory synapses during sleep. Science; 355(6324): 511-515.
Vivo, L. et. Al. (2017) Ultrastructural evidence for synaptic scaling across the wake/sleep cycle. Science; 355(6324): 507-510.