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Sabiduría también es ignorar lo que no merece la pena


Nuestro cerebro nos puede dar una excelente lección para la vida.

Cuando dormimos el cerebro hace una especie de borrón y cuenta nueva. Para aprender, es necesario que se establezcan nuevas conexiones, o sinapsis, entre las neuronas. Esas conexiones permiten que las neuronas envíen señales entre sí de forma rápida y eficiente. En esas redes es donde almacenamos los nuevos recuerdos y las habilidades que aprendemos.

Sin embargo, neurocientíficos de la Universidad de Wisconsin-Madison descubrieron que las sinapsis que crecen de manera “exuberante” durante el día, se “podan” por la noche. Nuestro cerebro realiza automáticamente una selección de la información que debe guardar y descarta el resto.

Lo curioso es que, al eliminar toda la información innecesaria, los recuerdos que valen la pena se memorizan mejor. Psicólogos de la Universidad Johns Hopkins apreciaron que cuando ese proceso no se produce, nuestros recuerdos se vuelven más confusos. Además, ese olvido selectivo es fundamental para restarle impacto emocional a los hechos que nos ocurrieron durante el día.

Este proceso que ocurre de manera natural nos brinda una gran lección: guardar viejos rencores, alimentar frustraciones, revivir los dramas y darle una importancia excesiva a cosas que no merecen la pena, solo genera caos e insatisfacción. Lo más sabio es aprender a ignorar todo aquello que no vale la pena y que puede afectar nuestra paz interior.

Cinco cosas que puedes elegir ignorar para ser más feliz


Una frase budista afirma que “solo nos puede dañar aquello a lo que le conferimos importancia”. No son las situaciones, sino el significado que le damos y cómo reaccionamos, lo que determina su impacto en nosotros. Por eso, si queremos proteger nuestro equilibrio emocional, debemos aprender a ignorar algunas cosas.

Ignorar no significa adoptar una actitud pasiva y tampoco significa que dejaremos de hacerle frente a ciertas situaciones, significa aprender a darle importancia a las cosas que realmente lo merecen y restarle impacto a aquellas cosas que no deben tener una presencia tan importante en nuestras vidas.

Ignorar, en este caso, no es sinónimo de desconocimiento sino que implica un acto consciente, una decisión en la que sacamos de nuestra conciencia aquellas cosas intrascendentes que solo nos dañan. No significa obviar u ocultar los problemas sino limpiar la mente de todo aquello que ocupa un lugar innecesario para hacerle espacio a lo que realmente cuenta.  

1. Los desprecios y las críticas destructivas. Recuerda que una crítica malsana dice más sobre la persona que critica que sobre quien es criticado. No permitas que las críticas y los desprecios hagan mella en tu autoestima. Recuerda que cuando pasas demasiado tiempo prestándole atención a la opinión que los demás tienen de ti, o lo que los otros quieren que seas, olvidarás quién eres realmente.

2. Las personas que quieren descargar sobre ti sus miserias emocionales. Hay personas que se comportan como auténticos camiones de basura, que pretenden descargar sobre ti sus miedos, frustraciones, enfados o ansiedades. No se los permitas. Aprende a detectarlas y crea un escudo protector. 

3. Las pequeñas frustraciones del día a día. Un mal día es solo un mal día. Viene y va. No hay razón para quedarte atascado en esas pequeñas frustraciones. Si aprendes a ignorar esos percances apenas terminan, te darás cuenta de que podrás retomar tu rutina con mayor serenidad. Si los acumulas terminarás cargando un fardo muy pesado. Es solo cuestión de poner en perspectiva y darte cuenta de que no vale la pena arruinarte la jornada por esos contratiempos.

4. Tu diálogo interior negativo. A menudo tu mente se convierte en tu peor enemiga. Por eso, en muchos casos es necesario aprender a acallar ese ruido interno, los pensamientos obsesivos sobre el fracaso, los miedos y la ansiedad. En la mayoría de los casos ese diálogo interior proviene de las expectativas que los demás han puesto sobre ti. De hecho, es probable que te descubras diciéndote frases que tus padres, maestros o parejas te han dicho. Si esas frases no te permiten avanzar y no te hacen sentir bien, ignóralas, con el paso del tiempo se irán difuminando hasta desaparecer.

5. Las situaciones que no puedes controlar. El taoísmo nos anima a fluir, a no forzar las situaciones. Eso no significa adoptar una actitud pasiva sino aprender a detectar las oportunidades para actuar y saber cuándo es contraproducente empecinarnos con algo. Hay muchas cosas que se escapan de tu poder, intentar controlarlas genera una tensión innecesaria. Por tanto, hay veces en que debes olvidarte de todo lo que podría salir mal y comenzar a confiar en el flujo de la vida.

Un ejercicio para aprender a ignorar lo que te daña


No es fácil ignorar ciertas cosas, ciertas personas, ciertas situaciones... No siempre sabemos percibir lo que nos puede hacer daño y nos aferramos a ello. En otras ocasiones, ignorar significa cortar vínculos, cambiar nuestra forma de pensar y nuestras actitudes, algo que no es sencillo y requiere una gran dosis de valentía. 

En cualquier caso, te animo a que hagas este sencillo ejercicio:

Toma un lápiz o cualquier objeto pequeño que no se rompa. Sostenlo en la mano y aprieta fuerte. Imagine que ese objeto es una de las emociones, sentimientos o persona que te está molestando y que tu mano representa tu mente o conciencia. 

Al inicio, todo te parecerá un poco raro pero poco a poco te sentirás menos incómodo y el objeto te resultará más familiar. Sin embargo, si sigues apretando ese objeto, terminará haciéndote daño.

Ahora, abre la mano y permite que el objeto ruede y caiga al suelo. Observa que eras tú quien se aferraba al objeto, no estaba unido a tu mano. Lo mismo ocurre con tus emociones, sentimientos y las personas que pueden hacerte daño.

El problema es que nos aferramos tanto a esas situaciones que nos olvidamos que podemos soltarlas cuando queramos. De hecho, cuando experimentamos ira o tristeza decimos “estoy triste” o “estoy enojado”, lo cual representa una identificación con esos estados que implica aferrarse a ellos. En su lugar, deberíamos decir “me siento triste” o “me siento enojado” y aprender a dejar ir.

¿Cómo aplicar esta idea para ignorar todo aquello que nos daña?

- No lleves las cosas al plano personal. Muchas de las cosas que nos ocurren no son personales. Llevarlas a ese plano significará que le estás dando una importancia excesiva y estarás permitiendo que afecten tu equilibrio emocional. Por tanto, es fundamental que protejas ese espacio y solo permitas que entren las cosas que realmente son significativas para ti.

- No pierdas la perspectiva. Imbuidos en los pequeños problemas de la vida cotidiana, es fácil dejarse abrumar por esas pequeñas insatisfacciones y contratiempos, de manera que podemos terminar perdiendo el rumbo. Recuerda mantener siempre la perspectiva, céntrate en lo que te define, en tus objetivos y lo que realmente te emociona. No dejes que insignificancias te arrebaten la posibilidad de ser feliz hoy mismo.

- Da un paso atrás. Cuando sientas que las emociones están tomando el mando, da un paso atrás. Detente, date unos minutos y recupera el control. Reflexiona sobre por qué esa situación está generando esas emociones. Es probable que estés reaccionando de manera exagerada o que le estés confiriendo más importancia de la que tiene. Respira y déjala ir.

- Ánclate al presente. Si te sientes mal, es probable que sea por algo que ya sucedió, que pertenece al pasado. Por tanto, no tiene mucho sentido seguir alimentando esos sentimientos. Para dejarlos ir, basta con anclarte al presente. Céntrate en todas las cosas positivas que tienes ahora mismo. La clave radica en aprender a moverse del pasado que te mantiene sujeto al presente.


Fuentes: 
Diering, G. H. et. Al. (2017) Homer1a drives homeostatic scaling-down of excitatory synapses during sleep. Science; 355(6324): 511-515.
Vivo, L. et. Al. (2017) Ultrastructural evidence for synaptic scaling across the wake/sleep cycle. Science; 355(6324): 507-510.

Descubren en Perú restos de avanzada civilización de hace 15.000 años


Posted: 26 May 2017 04:38 AM PDT
Huaca Prieta: Descubren en Perú restos de una avanzada civilización de 15.000 años atrás
Los asentamientos que florecieron en el actual Perú hace 15.000 años, eran mucho más prósperos y avanzados de lo que se pensaba originalmente. Al menos así lo revela un reciente estudio detallado de los artefactos excavados en Huaca Prieta.
Durante décadas, los científicos han considerado al Nuevo Mundo como la última región en ser habitada por el ser humano. Según los paleontólogos, los ancestros de los nativos americanos que migraron de Siberia al continente hace aproximadamente unos 15.000 de años eran bastante primitivos.

Sin embargo, los resultados de un estudio recientemente publicado por la revista científica Science Advances, evidencia que a lo largo de la costa del Pacífico tuvo lugar un desarrollo y complejidad cultural más alto de lo que previamente se pensó.
Entre 2007 y 2013, un equipo de arqueólogos bajo la dirección de James Adovasio, de la Universidad Atlántica de Florida, realizó un análisis detallado de cientos de miles de artefactos encontrados en Huaca Prieta, en la costa de Perú, donde se encuentra una de las pirámides más antiguas y más grandes de América del Sur.
El montículo de Huaca Prieta situado en la Terraza de Sangamon. Las flechas indican los diversos hallazgos.
El montículo de Huaca Prieta situado en la Terraza de Sangamon. Las flechas indican los diversos hallazgos.
Los artefactos recuperados en Huaca Prieta incluyen restos de alimentos, herramientas de piedra y otras características culturales como cestas ornamentales y textiles, lo que realmente plantea preguntas sobre el ritmo de desarrollo de los primeros seres humanos en esa región y su nivel de conocimiento y la tecnología que emplearon para explotar los recursos de la tierra y el mar”, explica Adovasio.
Entre los artefactos excavados se encuentran las herramientas utilizadas para capturar arenques de aguas profundas. La variedad de anzuelos que utilizaron indican que estos antiguos pueblos lograron desarrollar un medio muy eficiente de extraer recursos costeros e idearon técnicas complejas para recolectarlos.
Mapa muestra las zonas de estudio
Mapa muestra las zonas de estudio
Midiendo la proporción de isótopos en los tallos de la caña y algodón con los cuales este antiguo pueblo tejía sus cestas, los científicos encontraron que la edad de estos objetos data de más de 8.000 años, alcanzando hasta los 15.000 años en algonos de los casos. De esta manera, concluyen los investigadores, los antiguos residentes del valle de Chicama habrían utilizado complejos instrumentos miles de años antes de la aparición de las primeras civilizaciones en Egipto y el Creciente Fértil.
Aún queda por descubrir si este nivel de desarrollo fue alcanzado por los pueblos de la costa del Pacífico, o si fue traído con las olas de migración. Pero lo que sí queda claro es que las primeras civilizaciones andinas aparecieron mucho antes de lo que hasta ahora se consideraba.

RECETA - Helado de Mango y Yogur

cocinaros


Posted: 28 May 2017 04:16 PM PDT
Por fin llegó el buen tiempo y el calor, y el congelador ya está lleno de helados. Y como lo rico no está reñido con lo sano, cada vez descubrimos formas más sencillas, naturales y deliciosas de preparar helados caseros, como este de mango y yogur que es alucinante!


Y como hoy toca reto #asaltablogs, cuando vi la receta de helado express en el blog coses y cosestes, no tuve dudas, y la he adaptado.

Ingredientes para hacer helado de mango y yogur:
-1 mango.
-2 yogures.
-Azúcar al gusto.

Cómo hacer helado de mango y yogur:
Hacer este helado tan sano y natural no puede ser más sencillo. Sólo tenemos que batir bien todos los ingredienes!

Ahora puedes elegir qué ingredientes utilizar... Yo he utilizado yogures griegos, porque le aportan esa cremosidad tan rica que tienen los helados. Además, los he utilizado edulcorados, así que no le he puesto nada más de azúcar al helado... No me digas que que no puede ser más natural! Si bien, puedes añadir el azúcar, miel o edulcorante que más te guste.

Batimos muy bien, hasta que no haya nada de grumos, y vertemos en un bol.
Ahora sólo tenemos que llevar la mezcla al congelador y esperar. Pero siempre que hago helado en casa (sin heladera, claro), lo que hago es sacar cada 15 minutos el batido y mover bien, y lo vuelvo llevar al congelador... Así durante 2 horas. 

Esto evita que el helado cristalice y quede más cremoso. Puede parece molesto, pero solo tardas unos segundos cada 15 minutos, y mientras puedes estar haciendo cualquier tarea... Y merece la pena el resultado... Puedes comprobarlo tu mism@. Y ahora sí, ya tienes listo un riquísimo y adictivo helado!

TODOS LOS GOBIERNOS MIENTEN


AMARSE A UNO MISMO


Estos 4 no son muy listos, pero si señalas al más bruto de todos, descubrirás algo sobre ti…


  • Posted on: 28 May 2017
  •  
  • By: Lucy
Estos 4 no son muy listos, pero si señalas al más bruto de todos, descubrirás algo sobre ti…
Cada una de tus elecciones puede revelar parte de tu personalidad. Por ejemplo, observa esta imagen con detenimiento y cuéntanos, ¿cuál de estos cuatro es el más bruto?

Si elegiste el No. 1…

Desafortunadamente, eres una persona que se da por vencida muy a menudo. Piensas que no puedes influir en cualquier situación de todos modos, y por eso aceptas los términos que te imponen. Nunca discutes y prefieres generalmente comportarte de forma reservada y pacífica, porque las peleas y los escándalos te entristecen. Eres persona muy amable y honesta.

Si elegiste el No. 2…

Eres una de esas personas que a veces toman decisiones precipitadas. No te tomas el tiempo para analizar la situación, por lo que cometes errores que podrían evitarse. Sin embargo, muchas personas piensan que la obstinación es una de tus características más remarcables.

Si elegiste el No. 3…


Eres una persona impulsiva que siempre llegas hasta el final. Nunca te rindes y siempre luchas por tus derechos hasta el último momento. Puede tener mucho éxito en los negocios, pensando que las estrategias son una de tus aficiones favoritas. En esta área, definitivamente podrías tener éxito.

Si elegiste el No. 4…

¡Eres una persona verdaderamente rebelde! No necesitas mucho para lanzarte a luchar, incluso contra ti mismo/misma, sólo para demostrar algo. Todos estos “juegos” hacen que dejes de pensar racionalmente. La revolución está presente en tu interior desde el día que naciste.

Los rasgos psicológicos del maltratador


  • Posted on: 28 May 2017
  •  
  • By: Javier
Los rasgos psicológicos del maltratador
Los psicólogos o psiquiatras ponen en cuestión que el maltrato sea la consecuencia de una enfermedad, sino más bien se inclinan por una explicación que tiene que ver con un sistema desigual. Es decir, un abuso de poder o de dominación que afecta a la sociedad.
Un maltratador suele comenzar acosando a la víctima, reduciendo su libertad, aislándola de su entorno (familia, amigos, etc), socavando su autoestima, bloqueándola y minando su percepción de seguridad, trasformándola poco a poco en dependiente.
“Se enoja cuando salgo con mis amigas”, “Me dice que no me maquille demasiado”, “No le gusta que lleve una falda muy corta”, “No quiere que hable con mis compañeros de trabajo hombres”, son las frases más frecuentes de aquellas mujeres que sufren del maltrato psicológico por parte de sus parejas.
Reprender, tratar como una niña, considerarla inútil o torpe, haciendo que cambie su forma de ser o de vestir, son también maneras de maltratar.
El maltratador suele abusar también de su poder, ya sea económico o físico y logra que la mujer se sienta culpable de su manera de hablar, de pensar, de actuar, etc. El problema de la culpabilidad es muy frecuente y también puede derivar en lo que se conoce en un “Síndrome de Estocolmo”, donde se evitan las situaciones que puedan generar conflictos o confrontación para no pelear o hasta separarse.
El ciclo del maltrato suele comenzar en la infancia del mismo abusador, en muchos casos, o en algún tipo de trauma que le ha ocurrido durante sus primeros años de vida (hasta la adolescencia). Puede que el maltratador haya vivido en un ambiente de mucha violencia física o verbal y haya tenido que padecer el miedo, el abandono, la represalia, el control excesivo, los golpes, etc.

Los rasgos del maltratador

Estas son las características principales de una persona con claro perfil de abusador, maltratador o golpeador:

Posesivo, dominante y exigente

Una de las primeras acciones que toma es querer alejar a su pareja de la familia y de los amigos. ¿Cómo? Hablando mal de ellos, incomodándolos en público, queriendo “meter cizaña” en alguna discusión o problema, etc. Esto transforma la personalidad de la víctima, la priva del apoyo externo y la vuelve dependiente. Con el uso de la violencia ejerce el poder absoluto sobre lo que hace, lo que piensa y lo que siente, aún en lo más íntimo de su ser.

Egocéntrico


El mundo siempre tiene que girar en torno a él, pero nunca lo reconoce. Se hace lo que a él le gusta en todo momento (la película, el restaurante, el lugar de vacaciones, las salidas) y si no, se enoja. La mujer es un simple “satélite” que tiene que moverse a su alrededor, dependiendo de lo que quiere y estar para complacerlo. Todo debe estar bajo su control y si ella desea disfrutar un poco de su independencia, mostrará sus rasgos más violentos.

Mal temperamento

Berrinches como los niños, pataletas, enfado, amenazas, mala cara, peleas, etc. Todo siempre está justificado por culpa del otro, no por razones internas. Dirá que tal actitud lo pone de mal humor, que tal respuesta es la causa de su enfado y una gran lista de etcéteras.

Ridiculizar o humillar públicamente

Estando en una reunión familiar o una cena con amigos no tendrá problema en “mostrar”  a los demás los defectos de su pareja. “¿No les parece que está un poco excedida de peso?”, “siempre se equivoca”, “no sabe hacer la carne como a mí me gusta”, “es una desordenada”, etc.
Esto lo hace para mantener a la mujer bajo control, insultando, denigrando, hiriendo. Como consecuencia, se va destruyendo la confianza y sólo se pensará en los errores. Nunca se alegrará por los progresos o éxitos y minimizará cualquier logro. Los fallos personales saldrán a la luz antes que las virtudes, para que tenga la sensación de que siempre está haciendo todo mal.

Controlador-paranoico

Piensa que los demás se quieren aprovechar de él, de su dinero, de su poder, de sus contactos, de su sabiduría, de su experiencia, etc. Tiene una necesidad obsesiva de controlar a la pareja todos los días, mediante preguntas destinadas a buscar contradicciones.
El maltratador vigila constantemente los movimientos de su víctima, queriendo saber dónde está su novia o esposa, con quién se encuentra, a qué hora regresa, qué hace y qué no, con quién habla o por qué se retrasa unos minutos. Considera a la otra persona su posesión, su objeto, no una persona con vida propia.

Violento y agresivo

Empieza de a poco rompiendo desde platos a muebles o vidrios, golpeando a las paredes, tirando cosas al suelo o contra la persona. Si se llega a este punto, es preciso hacer la denuncia y huir inmediatamente de él, no darle más oportunidades.
Parece muy simple de conseguir pero no lo es ya que el maltratador mantiene “atada” a la víctima de diferentes maneras, con  una gran carga psicológica. Sin embargo, si varios de estos puntos te suenan familiares, estás en un problema que debes solucionar antes de que sea demasiado tarde.

Los relatos olvidados de Luisa Carnés: exiliada republicana, escritora comprometida

Luisa Carnés (1905-1965) fue una escritora comprometida en la preguerra, cuando escribió novelas sobre mujeres obreras que percibían salarios míseros. Siguió comprometida en la posguerra, al relatar el dolor causado por la represión franquista. Y el largo exilio no hizo que bajase la voz y se acomodase a las circunstancias: tras veinticinco años en México, continuaba escribiendo por la paz y contra el consumismo escapista o la segregación racial.
A los once años, Carnés comenzó a trabajar como aprendiz de sombrerera. Sus años en empleos feminizados y precarios inspiraron las novelas Natacha y Tea rooms. La autora bebió de influencias diversas: tras iniciarse en la literatura con los folletines y las novelas de peseta, pasó a interesarse por el reporterismo y por narradores como Dostoyevski.

Mujeres víctimas de los estudios del franquismo para buscar el 'gen rojo'.
Mujeres víctimas de los estudios del franquismo para buscar el 'gen rojo'.
La vulnerabilidad económica influyó en que tuviese una presencia intermitente en la vida cultural del país. Y la derrota republicana, unida a su muerte antes de que la dictadura flirtease con pequeños aperturismos, dificultó todavía más la difusión de la obra literaria y periodística de Carnés. La recuperación de su legado ha venido por etapas, pero se ha acelerado en los últimos tres años.
Uno de sus divulgadores más insistentes ha sido Antonio Plaza, encargado de las ediciones de dos obras de la madrileña: El eslabón perdido y De Barcelona a la Bretaña. La filóloga Iliana Olmedo publicó un ensayo sobre la autora, Itinerarios del exilio, en 2014.
También en 2014, la Asociación de Libreros de Lance comercializó una edición facsímil de Tea rooms. Esta misma obra supondría la puerta al reencuentro con un público amplio: Hoja de Lata la reeditó en 2016 con un éxito imprevisto. La escritora Laura Freixas exclamó entonces: "¿Cómo no oímos hablar antes de Luisa Carnés?". Entre los diversos personajes de la obra, destaca la joven Matilde, una chica reservada y politizada que pronosticaba la llegada de un mundo socialista porque "legiones de hambrientos pululan por las calles del mundo capitalista".

El segundo rescate de unos cuentos olvidados

"Seguramente pocos nos hayamos detenido a pensar qué sería lo único que vendría con nosotros si tuviéramos que partir al exilio. Luisa Carnés lo tuvo claro: sus cuentos", escriben Laura Sandoval y Daniel Álvarez, editores de la antología Trece cuentos (1931-1963). La publicación de estos relatos tiene visos de segundo rescate. La realidad social de la España republicana, que introdujo cambios pero seguía frustrando a Carnés, predomina en los primeros cuentos. Posteriormente, llega la posguerra y el exilio.
Tea rooms
Algunos relatos de 'Trece cuentos' conectan con la exitosa novela 'Tea rooms' a través de temas como la emancipación femenina
Lo material tiene mucho peso en las historias: las ganancias insuficientes de los jornaleros de la oliva, la incertidumbre vital de una presa política cuando sale de prisión, la economía de subsistencia del joven de La mulata... Las condiciones sociales y la vida personal e íntima de los personajes se entrelazan, sin imposiciones y con atención al detalle. Quedan fuera de esta antología las creaciones más tempranas de la autora, que publicó diversos relatos y un volumen de novelas cortas con solo 23 años, en 1928.
Los últimos cuentos se distancian de cualquier conexión biográfica obvia con la autora, más allá de su militancia izquierdista. Momento de la madre sembradora es, más que una narración, un alegato que llama a la acción de las mujeres para luchar por una vida de paz. "Mucho ha avanzado la ciencia de vivir, pero más ha avanzado la ciencia de matar", escribe. Aquelarre critica al escapismo y la cultura de masas. Y El señor y la señora Smith trata de la segregación racial en Estados Unidos.

Historias de peces fuera del agua

En los cuentos de Carnés, el mundo no es un lugar acogedor. Algunos de los personajes recuerdan a la Matilde de Tea rooms: peces fuera del agua que analizan de manera clarividente su entorno, pero aún así siguen sin poder (o querer) encajar. [Olivos] está protagonizado por un joven que, ante la incomodidad general, insiste en exigir que el cacique local aumente la paga de sus jornaleros. En casa trata de una represaliada republicana que, al salir de prisión, se reencuentra con un mundo que ya no es el suyo.
En muchas de sus historias, Carnés apuesta por una literatura que combina la empatía y la identificación con la crítica. Raramente contemplamos a personajes que siguen el molde de la narrativa heroica, pero sí conocemos a personas que intentan seguir sus convicciones a pesar de las dificultades. En otros casos, se censura a unos protagonistas que se dejan arrastrar. Un ejemplo es el joven de La mulata, abandonado a un enamoramiento destructivo. Sobre este último, Carnés escribe: "No era necesario que confesara que siempre careció de voluntad, que siempre fue como una brizna de algas que el mar arroja a la playa y el viento seca y esparce".
Luisa Carnés cartera
Carnés emprendió el camino del exilio. Sus cuentos la acompañaron en esta cartera ÁLEX PUYOL
En diversas narraciones, la autora insiste explícitamente en unos ideales abstractos de libertad, igualdad y fraternidad. Pero no propone recetas cerradas sobre las maneras correctas de vivir y de sentir. La denuncia del machismo, de toda una arquitectura social que conduce a la dependencia de las mujeres, es una constante. A menudo, aparece el motivo de la solidaridad femenina, pero no se perciben trazas de idealización. En Sin brújula, por ejemplo, la escritora censura la insensibilidad de unas madres ante la agonía de un niño enfermo: temen que pueda contagiar a sus hijos. Carnés parece identificarse esta vez con el personaje masculino, un marino veterano, desorientado y generoso.
La autora también se muestra recelosa del matrimonio como camino cierto, como destino natural de las personas de su sexo. Una mujer fea es una historia de boda terrible, donde una especie de amor sumiso, incondicional, conduce a la degradación. El señor y la señora Smith, en cambio, habla de un amor tierno que consuela a dos solitarios en circunstancias difíciles.
Salvo en la mirada hostil e indignada de Aquelarre, la tesis no suele imponerse al factor humano. O, al menos, se plantea una tesis suficientemente abierta como para alejarse del riesgo de utilizar a los personajes como títeres de un ideario. Absténganse de leer a Carnés quienes piensen que la literatura con dimensión social es sistemáticamente acartonada y pobre: Tea rooms y Trece cuentos (1931-1963) podrían socavar sus convicciones.