Durante los últimos días mucho se ha especulado sobre la “extrema delgadez” de Isabel Preysler. Un cambio repentino en su figura que ha preocupado a algunos, mientras que ha despertado la envidia de otros. Más aún, al rumorearse que el secreto de la pérdida de peso de la reina del baldosín reside en unas pastillas milagrosas que toma para paliar los efectos de las molestas migrañas que sufre con asiduidad.
El secreto de su belleza reside en una estricta dieta macrobiótica impuesta por el Sha de Alicante y en las siete pastillas que toma al día para que su cuerpo no note algunas carencias de su régimen. Esta confesión ha hecho que en los centros de belleza y herbolarios haya crecido la demanda de estas píldoras mágicas que encierran la fórmula de la repentina delgadez.
Ya ocurrió algo parecido con la supuesta crema que logra restar años a Isabel Preysler. Cuenta la leyenda urbana que la socialité apuraba un tubo de crema facial en un aeropuerto y, tras agotar su contenido, finalmente lo tiró en una papelera. Al parecer, una mujer sintió curiosidad por conocer la marca de tan prodigioso mejunje y recuperó el frasco de la basura. Cual fue la sorpresa de esta señora al comprobar que el secreto de la eterna juventud de Preysler no sólo está en el Photoshop de su revista de cabecera, sino que también en una crema que se vende en farmacia por poco más de cinco euros. Un rumor que corrió como la pólvora y que convirtió a este producto en un verdadero fenómeno de ventas. Sin necesidad de gastar ni un céntimo en publicidad, esta crema milagrosa fue todo un éxito gracias a un rumor.