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RECETA . Gambones en salsa de ostras

JULIA Y SUS RECETAS


Posted: 21 Oct 2016 01:00 AM PDT

Os traigo una receta de gambones , que es diferente...si , normalmente los comemos a la plancha, al horno, cocidas ... hoy les vamos a dar un toque oriental...
Además de tener un aspecto estupendo y muy apetecible, es que su sabor es increíble y muy apropiadas para ponerlas en nuestras mesas de celebraciones.


Pueden ser un estupendo aperitivo, o entrante, aunque también pueden ser una cena ligera acompañadas de una rica ensalada y un buen pan, porque la salsa es deliciosa y no os váis a poder resistir a mojar en ella...


Ingredientes:
     -   1/2 kg de gambones
     -   2 dientes de ajo
     -   3 -4 cucharadas  soperas de salsa de ostras
     -   3 cucharadas soperas de salsa de soja
     -   1/2 vasito de agua
     -   2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen

Pelamos los gambones y reservamos  las pieles y las cabezas.
En una sartén ponemos las cucharadas de aceite y salteamos las cabezas y las pieles, las aplastamos bien para que suelten el jugo... las sacamos procurando que quede todo el jugo en la sartén.


En ese mismo jugo echamos los ajos picados y los doramos.  Añadimos la salsa de ostras  y la salsa de soja y el agua. 
Lo dejamos hervir hasta que reduzca a la mitad y añadimos los gambones y los dejamos hacer 2 minutos.


¡Os las recomiendo!

REFLEXION SOBRE EL AMOR


¿Qué pasaría si en vez de castigar a los niños, les enseñáramos a meditar?



Cuando los niños se portan mal, se les castiga. Así se hace en el hogar y así se hace en los colegios. Así se ha hecho desde siempre y así se sigue haciendo. Sin embargo, si queremos que las cosas cambien, si queremos que la sociedad mejore, quizá deberíamos cambiar nuestra forma de educar. 

Y eso es precisamente lo que se ha propuesto la escuela primaria estadounidense “Robert W. Coleman”, sus maestros no castigan a los niños sino que les proponen algo diametralmente diferente: meditar.

El centro educativo, que se encuentra en Baltimore, ha creado una “Sala Mindful”, donde acuden todos los niños, también aquellos que han tenido comportamientos disruptivos. Una vez allí, en vez de reprenderles, se les anima a respirar y meditar, a reencontrar la calma, tranquilizarse y reflexionar sobre lo ocurrido. 

Este proyecto fue creado en conjunto con “Holistic Life Foundation”, una fundación que ha pasado más de una década ofreciendo programas extraescolares holísticos para los niños. De hecho, su director afirma que aunque puede parecer imposible que los niños se sienten a meditar en silencio, lo hacen sin dificultades. 

Por otra parte, el director del colegio afirma que desde que han puesto en marcha este proyecto, los estudiantes han mejorado mucho su comportamiento y ya no ha sido necesario recurrir a los castigos o a las suspensiones escolares.

Los increíbles beneficios de la meditación mindfulness para los niños


La meditación mindfulness existe desde hace miles de años, aunque solo ahora el mundo occidental está redescubriendo sus beneficios. De hecho, está técnica ya se ha introducido en muchas terapias psicológicas y poco a poco también va ganando terreno en la educación.

Se ha comprobado que este tipo de meditación mejora la atención, por lo que es ideal para los niños con déficit de atención e hiperactividad. También reduce el estrés, fomenta la empatía y potencia el autocontrol emocional, por lo que se recomienda en los niños que sufren un trastorno oposicionista desafiante o que muestran conductas agresivas.

Esto se debe a que la meditación mindfulness provoca cambios a nivel cerebral, sobre todo en las regiones vinculadas con la atención, el procesamiento de la información sensorial, el pensamiento y la toma de decisiones.

En un estudio realizado en la Universidad de Harvard se apreció que estas áreas de la corteza cerebral muestran un engrosamiento cuando se practica la meditación mindfulness, el cual se suele alcanzar de manera natural solo con el paso de los años. Esto significa que algunas zonas del cerebro se desarrollan más rápido cuando se medita, por lo que es una herramienta muy poderosa para estimular la maduración cerebral en los niños.

Por otra parte, un metaanálisis realizado por psicólogos de la Universidad de Chicago que incluyó los datos de 270.034 niños de 213 escuelas en las que habían puesto en marcha programas de meditación mindfulness, llegó a la conclusión de que esta técnica no solo mejoraba sus habilidades sociales y emocionales sino también su desempeño académico, en una media de 11 puntos.

Estos resultados no son casuales. De hecho, se ha comprobado que la meditación mindfulness también incrementa la densidad de materia gris en el hipocampo, una zona estrechamente vinculada con la memoria y el aprendizaje. Por tanto, no es extraño que los niños que aprenden a meditar también mejoren su aprendizaje.

Meditación midnfulness: El antídoto para el estrés que genera la vida moderna


La meditación mindfulness no es simplemente una técnica, no implica sentar a los niños a meditar durante un rato y después olvidarse del asunto, implica asumir un estilo de vida diferente y comprender que los niños necesitan ser felices, no ser los mejores, que necesitan jugar y tener un ritmo de vida más relajado, en vez de sentirse presionados constantemente por obtener buenas calificaciones.

Por eso, la meditación puede convertirse en una especie de antídoto contra muchos de los problemas modernos. Los padres y maestros pueden usarla para:

- Enseñarles a mantenerse calmados, en vez de perder el control

- Enseñarles a estar plenamente presentes, en vez de tener la mente en otra parte

- Enseñarles a disfrutar de las pequeñas cosas, en vez de apostar únicamente por la tecnología

- Enseñarles a ser empáticos y compasivos, en vez de distantes y egoístas

- Enseñarles a mirar dentro de sí, para que sean más conscientes y responsables, en vez de dejar que miren continuamente hacia afuera en busca de culpables

- Enseñarles a bajar el ritmo cada vez que sea necesario, en vez de empujarles a perseguir el "éxito" 

3 ejercicios para desarrollar una actitud mindfulness en los niños


Para desarrollar una actitud mindfulness en los niños, es importante que los adultos sean pacientes y perseverantes. Cuando se trata de niños pequeños, de 4 o 5 años, tan solo 5 minutos al día de "meditación" serán suficientes. Cuando sean mayores podéis dedicarle a esta actividad unos 15 minutos al día.

Se recomienda ponerla en práctica siempre a la misma hora, al menos tres días a la semana y en un lugar tranquilo, donde no os interrumpan. La idea es proponer la actividad bajo una perspectiva interesante y divertida. También es importante pedirle al niño que cuente sus sensaciones al terminar el ejercicio. Obviamente, es fundamental no juzgarle porque todas las experiencias son válidas. De hecho, es normal que algunos días esté más disperso y desconcentrado que otros, no se le debe criticar ni reprender.

1. Técnica "Los Astronautas"

El objetivo de esta técnica es que los niños aprendan a concentrarse en el momento presente, con todos sus sentidos. Para lograrlo, le dirás que vais a jugar a ser astronautas que visitan otros planetas. Él será el terrícola y tú el extraterrestre.

A continuación, dale una fruta y pídele que la experimente con todos los sentidos, como si nunca la hubiese visto. Es importante que no se le escapen los detalles porque su misión intergaláctica consiste en describirle esa fruta a un extraterrestre que no sabe qué es y quiere replicarla en su planeta. 

2. Técnica "Parte Meteorológico"

En este caso, el objetivo es potenciar la conciencia emocional del niño, haciendo que gane en introspección. Solo tenéis que sentaros y cerrar los ojos, para descubrir cómo os sentís en ese momento. Al principio puedes ayudarle preguntándole "¿Qué tiempo está haciendo allí dentro?" Si se siente relajado y tranquilo puede decir que brilla el sol, si está preocupado puede indicar que hay nubes y si se siente muy tenso, que está a punto de caer un chaparrón.

La idea es que observe el "tiempo" que hace en su interior, desde una postura desapegada. Aprovecha para explicarle que los estados de ánimo cambian como el tiempo y que no tiene sentido aferrarse a ellos. Debe aprender a observar, comprenderlos y dejarlos pasar. Verás que a medida que practicáis, el niño irá añadiendo más detalles a su "tiempo" interior, lo cual es sinónimo de que está ampliando su conciencia emocional.

3. Técnica "Como una Rana"

El objetivo de esta técnica es lograr que el niño aprenda a respirar profundamente y comience a dar los primeros pasos en la meditación mindfulnes. Puedes empezar explicándole que imitaréis a la rana, un animal que puede dar grandes saltos pero también puede quedarse muy quieta, observando lo que sucede a su alrededor, sin reaccionar de inmediato. 

Pídele que respire como la rana, tomando lentamente el aire por la nariz mientras infla la barriga y soltándolo muy suavemente por la boca, mientras se desinfla. Así sentados, la rana no se deja arrastrar por las miles de ideas que cruzan por su mente sino que se concentra en el movimiento de su barriga mientras respira. De esta forma le enseñas autocontrol y, de paso, le ayudas a respirar adecuadamente, no de forma entrecortada, como solemos hacer.


Fuentes:
Durlak, J. A. et. Al. (2011) The impact of enhancing students' social and emotional learning: a meta-analysis of school-based universal interventions. Child Dev; 82(1): 405-432. 
Hölzel, B. K. et. Al. (2011) Mindfulness practice leads to increases in regional brain gray matter density. Psychiatry Research: Neuroimaging, 191(1): 36–43.
Lazar, S. W. et. Al. (2005) Meditation experience is associated with increased cortical thickness. Neuroreport; 16(17): 1893–1897.

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"Yo no ayudo a mi mujer con los niños ni con las tareas de casa"


Esto es lo que dice el psicólogo Alberto Soler Sarrió, luego de que en un supermercado mientras iba con sus hijos de 15 meses, escuchara a un par de señoras concluir lo mismo: “hay que ver lo que ayudan ahora los hombres a sus mujeres con los hijos”. 

Luego de escucharlas, no pudo más que morderse la lengua y sonreír, llegando a su lugar de trabajo escribió en su web lo que le hubiera gustado decirles.

"Ésta es una de esas situaciones que me encantan para poder provocar un poco y sacar mi lado más feminista. Pero hoy se hacía tarde para comer y me he limitado a sonreír, agradecer y seguir a casa.






¿Que qué le habría dicho a estas señoras? Probablemente, como en otras ocasiones, les habría respondido con un “disculpe señora, pero no, ni ayudo ni pienso ayudar a mi mujer con los hijos”. 

Y pasaría a explicarle cuál es mi punto de vista al respecto.

Antes de tener hijos yo nunca he sido de esas parejas o maridos que ayudan a su mujer con las tareas de casa. Pero es que mi mujer tampoco me ha ayudado nunca. Y cuando llegaron los hijos las cosas siguieron más o menos igual: ni le he ayudado con la casa ni ahora con los hijos. Habrá alguno que aún no haya pillado de qué va la cosa y esté pensando maravillas sobre mí y apiadándose de mi mujer (¡pobrecita, menudo le ha tocado!). 


No, yo no ayudo a mi mujer con los niños porque no puedo ayudar a alguien con algo que es mi entera responsabilidad.



Los hijos, al igual que las tareas domésticas, no son el patrimonio de nadie: ni pertenecen a la mujer ni pertenecen al hombre. Son responsabilidad de ambos. Por este motivo me llega a ofender cuando, de modo muy bienintencionado (soy consciente) me halagan con “lo mucho que ayudo a mi mujer”. Como si no fueran mis hijos o no fuera mi responsabilidad. Hago, con mucho esfuerzo y mucho gusto ni más ni menos que aquello que me corresponde. Al igual que mi mujer. Y por mucho que me esfuerce nunca podré llegar a hacer tanto y tan bien como hace ella."

Después explica el por qué tenemos esta visión de las responsabilidades, diciendo que:

"Tenemos aún en la mente un modelo de familia patriarcal en el que hay un reparto de tareas muy bien definido: el hombre es el proveedor de recursos, la mujer la gestora del hogar (ahí se incluyen los hijos). Sin embargo la sociedad ha cambiado profundamente en las últimas décadas (afortunadamente) y este reparto de papeles ha pasado en muchos casos a la historia. 

La mujer hoy en día, aunque sigue profundamente discriminada socialmente (no hay más que ver la diferencia en salarios u oportunidades de promoción laboral) es el agente de su propio desarrollo, tiene la capacidad de desarrollar una carrera profesional en los mismos ámbitos que un hombre y, si decide dedicarse al cuidado de los hijos es, en la mayoría de los casos, por una elección personal, y no por falta de oportunidades o derechos sociales.

En un momento en el que tenemos esta igualdad de roles entre hombre y mujer, asumir de facto que los hijos son responsabilidad de ellas es un vestigio del pasado. Hoy en día hombre y mujer se reparten (o deberían hacerlo) de modo equilibrado aquellas tareas que les atañen a ambos, como la casa y los hijos. ¿Y qué es “de modo equilibrado”? Ese equilibrio no implica en (casi) ningún caso un reparto 50-50, sino más bien una adaptación flexible entre la disponibilidad de los miembros de la familia y las tareas que se requieren..."

Más adelante señala cuáles son las tareas propias del padre y cuáles las de la madre.

"Bueno, pues más allá de ser la madre (por obvios motivos) la encargada de la teta, el resto de las casi innumerables tareas relacionadas con los hijos no son patrimonio exclusivo de nadie, son total y absolutamente intercambiables entre padre y madre en función de las circunstancias, preferencias (de ellos o de los hijos -hoy quiero que me duerma la mami/el papi-) o habilidades de cada uno.

Un buen reparto de esas tareas es el que es equilibrado, justo, que no genera conflicto y que permite un desarrollo armonioso de la rutina doméstica".

Y por último señala que quisiera que sus hijos crezcan "sin saber si planchar es cosa de hombres o de mujeres. Que no sepan si los baños son cosa de su padre o de su madre. Que no asocien la cocina con el feudo de nadie, ni tampoco la aspiradora, doblar ropa u ordenar los armarios. Que acudan con más o menos igual frecuencia a uno o a otro para dormir, para contar sus confidencias, para jugar o para enfadarse. Que no haya un “jefe” de la casa sino que todos convivimos del modo más feliz posible".

Finalizando con un:

"Así que no, señora, yo no ayudo a mi mujer con los niños. Tampoco con la casa. Estoy con ellos en el supermercado y les paseo porque son mis hijos y me acompañan allá donde voy. Les cambio los pañales, les baño, les llevo al parque o les preparo la comida no por ayudar a mi mujer, sino porque son mis hijos, son mi responsabilidad y quiero que crezcan con un modelo de familia y de reparto de tareas diferente a aquel que Ud. y yo hemos tenido."

La lluvia de estrellas de las Oriónidas rocía de luz el cielo


El paso del cometa Halley dejará una estela de hasta 23 meteoros por hora

Lluvia de estrellas Orionidas 2016
La lluvia de estrellas de las Oriónidas del año pasado. NASA
Las Oriónidas, la lluvia de estrellas fugaces motivada al atravesar la Tierra la cola del famoso cometa 1P/Halley, podrán verse con especial intensidad desde esta misma noche en todo el mundo. Estas estrellas, que reciben su nombre porque parecen proceder de la famosa constelación de Orión, podrán observarse a simple vista, sin necesidad de telescopio, aunque la luz de la Luna menguante no lo pondrá fácil.
El Halley, en 1986.Los expertos calculan que podrán verse entre 23 y 25 meteoros por hora cruzando el cielo, especialmente esta noche, a una velocidad de 66 kilómetros por segundo. Los meteoros ya son visibles, aunque con menor intensidad, desde el 2 de octubre y será posible seguir observándolos hasta el 7 de noviembre. Ese es el tiempo que la Tierra tarda en atravesar la cola o estela del Halley, cuyo último paso observado data de 1986.
El Halley, en 1986. 
La Luna menguante dificultará la visión de la lluvia de estrellas, por lo que es posible esperar unos días a que el satélite ilumine menos para observar los meteoros, aunque la lluvia ya no será tan intensa. En cualquier caso, lo recomendable es buscar un lugar abierto y oscuro alejado de la iluminación de las ciudades y esperar bien abrigados hasta ver algún meteoro.
La órbita del célebre cometa Halley (1P/Halley) cruza a la terrestre en dos puntos diferentes, por lo que da lugar a dos lluvias de meteoros distintas, las η-Acuáridas de mayo y las Oriónidas de noviembre.
El caso del Halley no es común si lo comparamos con el resto de progenitores de las lluvias, pues normalmente las trayectorias del cometa y la Tierra solo se cruzan en una ocasión, como ocurre con el resto de lluvias, como por ejemplo las Leónidas, generada por el cometa 55P/Tempel-Tuttle, y que serán observables en noviembre. La gran mayoría de lluvias de meteoros pueden ser clasificadas como cometarias, aunque algunas tienen un origen asteroidal.
Las "estrellas fugaces" son pequeñas partículas de polvo, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas o asteroides a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. La nube de partículas resultante, debido al deshielo producido por el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada por nuestro planeta en su órbita alrededor del Sol. Dichas partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros.